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martes, 20 de julio de 2010

EL VIEJO PABLO, DESDE EL OLVIDO.




                                     Foto tomada del proyecto muralizando (Puerto Plata)



EL VIEJO PABLO

Detrás de esta cortina
de lluvia, los árboles,
golpeados por el incesante
lagrimear de las nubes.
De sur a norte el viento
peina las palmeras, los relámpagos
ahuyentan a los perros,
el bramar de los truenos
nos dice que alguien nos
vigila desde la distancia.
Y aquí, el viejo Pablo,
sentado sobre sus miserias,
manos destrozadas por el machete,
ojos en un parpadear continuo de neblina.
Y corren los arroyos por la vastedad de
sus labios, y el reír de los renacuajos
como las huellas de estas sombras;
llaman y preguntan, ¿adónde habita el futuro?
Porque el viejo Pablo
aun en su sueño lo esta buscando,
lo esta olfateando entre las grutas de los ríos,
entre el trinar melancólico del barrancolí.
Y él sigue husmeando entre los senderos,
entre las hojas atrofiadas del tiempo,
talvez pretendiendo ser el fantasma,
que de norte a sur aniquila los sueños.

Fausto Aybar

jueves, 8 de julio de 2010

Preámbulo

Preámbulo

Ven tócame, pero despacio
porque hay llagas todavía
habitando en mi piel,
porque hay residuos de fantasmas
borbotando entre mis ojos.
Si, tócame, galopemos
como centauros más allá
de la divina placidez de los sueños.

Ven tócame, con la sutileza labradora
de algunas luciérnagas abofeteadas por
las noches, tócame despacio,
espera que el cíclope duerma, que
las lentejuelas ahuyenten los relámpagos,
pero ven, tócame, silbemos, cantemos
entre las cruces de estos cementerios
que aun ríen al tiempo.


Tócame, corróeme, habítame
Sí, hazlo, pero despacio, porque
no hay sueños preconcebidos que
alumbran la negritud del alma.
Ven tócame, llévame hacia ese
abismos donde se bifurca,
lo dialéctico, lo nostálgico,
pero ven vestida como ángel de alas rotas

Fausto Aybar

jueves, 20 de mayo de 2010

PRESAGIO

PRESAGIO

El canto melancólico de un gallo a la distancia, es igual que el
olor de las rosas al atardecer, se levantan como nubes de aceros
los temores. Del otro lado del auricular, la madre bañada en llanto,
recibe la trágica noticia de que su raíz iba lentamente desapareciendo
en las torrentes aguas del crepúsculo.

Vuelve a cantar el gallo, mas no de tristeza, ya los nardos se vistieron
de orquídeas, ya las mariposas agitan sus alas hacia el imaginario horizonte
de las palabras. La madre aun recuerda la triste tonada; las cruces aletargadas inundan de lágrimas memorias pasadas, y en el templo, lo negro es dolor.

Carta a Rocamadour - En la Voz de Julio Cortázar

Julio Cortázar - toco tu boca (cap. 7 de Rayuela)

lunes, 26 de abril de 2010

PASARELA DEL CEFALOPODO

PASARELA DEL CEFALOPODO


Arruinar la fiesta no era su intensión, de momento el corredizo se vertía rojo,
quizás verde, los chirridos de los tacones dejaban al descubierto toda la crueldad
de aquellos safaris que masticaron el sol, los colores de las pieles de algunos abrigos adornaban los fríos bocetos de unas modelos flácidas como la delgadez de la noche.
Nunca quiso estar sentado en la primera fila, pero era un compromiso que no debía eludir, la circunstancia estaba dada para que él pudiera parpar, la monstruosidad de aquellas cadavéricas siluetas que frente a él, desvestían las selvas, para llenar de ego, el torso de una humanidad frívola.

Al parecer están imitando a los animales, una cadencia al caminar, una fluidez
al cantar, el corredizo esta lleno de luces, las TOP MODEL en cámara de aire
pretenden contribuir a la implícidad de lo existencial. No ha dicho ni una palabra,
el vómito se acumula en su boca, mientras ellas al caminar por la alfombra van
tiñendo de púrpura las estrellas. Hay gritos en el vestidor, alguien ingirió algunas
calorías demás, sobre todo, las gaseosas son exclusiva del diseñador. Y él, espera ver
colgada de un cuello la próxima especie en extinción, ellas van saliendo una a una dentro de una esfera de humo, las ninfas del ensueño pretenden obviar la libertad. Tanto glamour hace que su piel por momento procure traicionar su afección por los animales.

Quizás todos estén en trances, ellas sean las sicoanalistas, las serpientes, leones, tigres y leopardos, los conejillos de india. Nunca se ha estado mas cerca del infierno, nunca la sangre divirtió tanto a los fantasmas, pero él, callado en su asiento procura desmantelar
el acto ruin de los que vociferan en las gacetas su amor a la hibernación. Tantos colores nauseabundos, tantos sueños de porcelanas, y aun falta el final, las TOP MODEL vuelven de la putrefacción, vuelven al corredizo donde los dioses reventaron de odio. Él se levanta cabizbajo, tanta cólera no cabe en su pecho, mas mientras partía; pudo notar que una lágrima se suicidaba al compás de los aplausos.

Fausto Aybar

SERIE DE CUENTO "VOCES AJENAS"

            LA EXCLUSIVA   Hay puertas que supuestamente van al paraíso, y lo cierto es que son la entrada al mismo infierno. Asombrad...