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miércoles, 8 de septiembre de 2010

VIEJO PABLO (MICRO)

VIEJO PABLO (MICRO)


Es tanta la maleza y la neblina en este amanecer, que el viejo Pablo
con sus ojos invadidos de telarañas pretende tocar las primeras espigas
de arroz que nace mas allá de las colinas infectadas de mosquitos.
Ya el olor del café, se esparce entre el bohío, los mulos con sus alforjas
llenas de sueños van recorriendo las laderas de estos campos.
Corren las voces, aúlla el viento, el caer de las castañas en los charcos
del tiempo, nos dicen; que el viejo Pablo esta muriendo, que esta sumergido
en la impronta milenaria de este reloj de hueso, quizás, tal vez sitiado, como puerta que la corroe el silencio.

Fausto Aybar

martes, 20 de julio de 2010

EL VIEJO PABLO, DESDE EL OLVIDO.




                                     Foto tomada del proyecto muralizando (Puerto Plata)



EL VIEJO PABLO

Detrás de esta cortina
de lluvia, los árboles,
golpeados por el incesante
lagrimear de las nubes.
De sur a norte el viento
peina las palmeras, los relámpagos
ahuyentan a los perros,
el bramar de los truenos
nos dice que alguien nos
vigila desde la distancia.
Y aquí, el viejo Pablo,
sentado sobre sus miserias,
manos destrozadas por el machete,
ojos en un parpadear continuo de neblina.
Y corren los arroyos por la vastedad de
sus labios, y el reír de los renacuajos
como las huellas de estas sombras;
llaman y preguntan, ¿adónde habita el futuro?
Porque el viejo Pablo
aun en su sueño lo esta buscando,
lo esta olfateando entre las grutas de los ríos,
entre el trinar melancólico del barrancolí.
Y él sigue husmeando entre los senderos,
entre las hojas atrofiadas del tiempo,
talvez pretendiendo ser el fantasma,
que de norte a sur aniquila los sueños.

Fausto Aybar

jueves, 8 de julio de 2010

Preámbulo

Preámbulo

Ven tócame, pero despacio
porque hay llagas todavía
habitando en mi piel,
porque hay residuos de fantasmas
borbotando entre mis ojos.
Si, tócame, galopemos
como centauros más allá
de la divina placidez de los sueños.

Ven tócame, con la sutileza labradora
de algunas luciérnagas abofeteadas por
las noches, tócame despacio,
espera que el cíclope duerma, que
las lentejuelas ahuyenten los relámpagos,
pero ven, tócame, silbemos, cantemos
entre las cruces de estos cementerios
que aun ríen al tiempo.


Tócame, corróeme, habítame
Sí, hazlo, pero despacio, porque
no hay sueños preconcebidos que
alumbran la negritud del alma.
Ven tócame, llévame hacia ese
abismos donde se bifurca,
lo dialéctico, lo nostálgico,
pero ven vestida como ángel de alas rotas

Fausto Aybar

jueves, 20 de mayo de 2010

PRESAGIO

PRESAGIO

El canto melancólico de un gallo a la distancia, es igual que el
olor de las rosas al atardecer, se levantan como nubes de aceros
los temores. Del otro lado del auricular, la madre bañada en llanto,
recibe la trágica noticia de que su raíz iba lentamente desapareciendo
en las torrentes aguas del crepúsculo.

Vuelve a cantar el gallo, mas no de tristeza, ya los nardos se vistieron
de orquídeas, ya las mariposas agitan sus alas hacia el imaginario horizonte
de las palabras. La madre aun recuerda la triste tonada; las cruces aletargadas inundan de lágrimas memorias pasadas, y en el templo, lo negro es dolor.

Carta a Rocamadour - En la Voz de Julio Cortázar

Julio Cortázar - toco tu boca (cap. 7 de Rayuela)

SERIE DE CUENTO "VOCES AJENAS"

            LA EXCLUSIVA   Hay puertas que supuestamente van al paraíso, y lo cierto es que son la entrada al mismo infierno. Asombrad...