Alumbrar un hijo, es dejar perpetuado el sueño de una nueva vida. Después de un largo embarazo mis manos han tocado la delicada piel de las palabras hecha poesía. Un poemario nacido del asombro continuo del fluir del mundo exterior e interior. Perpetua Brevedad es la invocación de lo minúsculo que se agiganta ante un ser común, que respira continuamente poesía, obrero sin tiempo de la palabra. También tiene madrinas y padrinos, sus madrinas son la poeta Vilma Sastre quien hilo la introducción, la poeta Debora Parodi Mayol quien hilo el prologo, ambas de nacionalidad argentina, sus padrinos son los artistas plásticos dominicanos Marcos Pérez quien pincelo de forma magistral la portada, Geraldo Almonte quien dejo sus trazos en el interior, el publicista Jorge Torres quien dio feliz termino al parto de Perpetua Brevedad. Sin más que decir, disfruten de estos breves textos, porque somos poesía, somos una sola voz.
LXV
Una montaña
que finge ser volcán,
solo nubes,
que desliza el viento.
LXII
Fósil vivo,
en el profundo azul:
el nautilo
VI
Techo brumoso,
hueco de luz.
De este lado o en la
otra orilla,
un paraíso revienta.
XXII
Remanso de sirena,
a menos de una legua,
Silban las olas.
LVII
Reloj de sombras,
vértigo de olvido:
la muerte