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martes, 15 de abril de 2025

Réquiem y Elegía para un pueblo en duelo, República Dominicana.

 

La poesía es la forma más humana de resistir, por esta razón en solidaridad con todos los dominicanos y extranjeros que fueron partes de las victimas de la tragedia del 8 de abril, en la República Dominicana, el poeta Fausto Aybar nos deja dos poemas de su autoria, desde una perpectiva humanista. 






Réquiem del dolor.  

A la memoria de los fallecido en la tragedia del 8 de abril  

 

Llueve.

Llueve tanto

que las gotas sobre los escombros

son la nota de una triste canción.

 

Llueve.

llueve tanto

que en el vientre de este abril enlutado,

colapsadas luciérnagas no dejan de llorar.  

 

Llueve.

Llueve tanto

que del diluvio del dolor, en los  campos santos

nacerá una nueva oración.   

 

 Llueve.

Llueve tanto

Que en el trinar del viento sobre la patria herida

germinaran  raíces en otras vidas.  

 

Llueve.

Llueve tanto, tanto

que como lágrimas, las gotas de lluvia

dejaran cinceladas la perpetúa sonrisa   

de lo que nunca se irán.

 

Porque

Llueve,

Llueve tanto, tanto

que nuestro pueblo ahogado en un mar de llanto

entonara el merengue de nunca jamás.  




Elegía del temblor de  la luz

A la memoria de los fallecidos en la tragedia de 8 de abril

 

Un clamor

desde los confines de la noche

despierta el alba.

Oleadas de llantos surcando

cada rincón de Quisqueya

 

En los campos santos

difuntos pasados gimen

por el dolor del presente.

Peregrinar de flores por los caminos

de este abril apesadumbrado.

 

Despierta el alba.

Y la ciudad sumergida en lágrimas,

no asiente la partida de la alegría,

no asiente el silencio del canto.

 

Despierta el alba.

Despierta gris como la ceniza

del verbo moribundo.

Despierta entre los escombros

de una sinfonía negada a morir.

 

Despierta el alba.

Y con ella la patria,

conmovida, abrumada

abatida, despierta herida.

Despierta sobre el lomo del sol,

sobre el lomo de una oración.

 

Despierta del soplar

del temblor de la luz.

 




jueves, 13 de febrero de 2025

Rafael Garcia Bido "Un peregrino del haiku"

 

 

 

 
 
 
 

 
 




 


 

  Rafael García Bido “Un peregrino del haiku en Quisqueya”

 

Sin duda el acto de peregrinación va fraguando el poeta, el poeta de haiku. En nuestro caminar en busca del haiku en Quisqueya, nos detenemos silenciosamente en la mirada de un poeta forjado por el temblar del horizonte a leguas del mar. Su nombre: Rafael Garcia Bido, nacido en la ciudad de los poetas, en la Macorís del mar.  Ingeniero electricista, Licenciado en literatura comparada, poeta, gestor cultural, investigador de la cultura taína y sobre todo, un amante y defensor de la naturaleza. Buscando y buscando en su caminar por los senderos de haiku, nos encontramos con una larga, pero silenciosa trayectoria del poeta, como si el acto de contemplación viviera en la sensorialidad de su alma. Esta expresión puede ser avalada por la respuesta dada en el 2010 por el poeta a la gaceta de haiku “Hojas en la acera”, donde el poeta expresó: “Bajo la mirada del haiku todos los seres tienen igual dignidad”. Ciertamente que el poeta Rafael Garcia Bido, es un ser visitado continuamente por el haiku, en él, la fugacidad se viste de eternidad, no se siente protagonista de nada, es tan solo un ser más en construcción del todo. Un ser que lo inspira “fenómenos atmosféricos o estacionales que me predisponen o crean una atmósfera propicia para escribir. Me refiero, por ejemplo, a la lluvia, la niebla, los campos primaverales… También hay temas que son parte de la tradición y el deseo de pertenecer a esa tradición invita a abordar esos temas: campanas, mariposas, noche estrellada”, como lo expresó a gaceta del haiku.

Sus haikus están como semillas regadas por todo el globo terráqueo, tanto en sus libros, como antología física como virtuales. 

 

Libros

“Huellas de unicornio” (2010), “Verdor claro y oscuro” (2011) y “En el farol del frente” (2015) Díganselo al Ruiseñor, Luna de la tarde.

 

Premio a la mejor colección de haiku del Segundo Concurso Internacional de Haiku auspiciado por la Facultad de Derecho de la Universidad de Castilla-La Mancha en Albacete en el 2007; mención de honor en el Autumn Moon Haiku Journal 2020, Iberoamérica Lee Haiku.

 

Después de esta breve reseña sobre el poeta, es el momento que hable el haiku, porque es el haiku que ha escrito en el poeta, para que el poeta siembre esperanza en esta humanidad ciega aunque con ojos. Aquí una selección de su fértil siembra de haiku.

 

 

el desayuno.

En la silla de en frente

se posa un cuervo.

 

Pasaron los caballos.

En el camino hay huellas

de caballitos.

 

 

Sobre los hombres

y sobre las montañas

cae la lluvia

 

 

agua de lluvia

aposada en la roca -

su claridad

 

 

La primavera

encuentra al río Isabela

lleno de lilas.

 

 

Sobre la tarde

cruzando con gran ruido:

ganga de loros.

 

 

De árbol en árbol

hasta llegar al nido.

Atardecer.

 

 

volviendo a casa –

el olor de la cena

de los vecinos

 

 

el primer día

el carpintero canta -

te de jengibre

 

 

Cubierto de hojas

no sabe si es camino

o si es otoño.

martes, 24 de diciembre de 2024

HAIKUS DE ADVIENTO 2024 "UN REGALO DE NAVIDAD"

 Tiempo de preparación espiritual


Fin de Adviento.

En esta noche fría

todos en silencio.

 

 

Mañana fría.
Desgranando gandules
el cosquilleo…
 
 
 
Al despertar,
murmullos y villancicos.
Solsticio de invierno.
 
 
 
Al atardecer
en lo más alto del pino,
los pericos.
 
 
Tiempo de Adviento.
Entre nubes grises
sol de otoño.
 
 
 
Noche de paz.
En algún lugar del mundo
las lágrimas de un niño.
 
 
 

Solsticio de invierno

La ciudad ha despertado

bajo la lluvia.

 

Viento frío.

Los villancicos de los niños

 rumbo a la escuela.

 

 

 

 
 
 

jueves, 21 de noviembre de 2024

Alfonso Caraballo, por el camino del silencio.

 

 

 


  

Alfonso Caraballo, por el camino del silencio. 

Por. Fausto Aybar "Liz"

El blog Espejos y Sombras, en su búsqueda del caminar del poeta dominicano por las sendas del haiku, se detiene en el acto de contemplación del periodista, escritor y poeta Alfonso Caraballo. Parte de sus trabajos literarios se han publicado en la antología “Mirada de haijin” 2015, y “133 haikus con y sin Zen” 2017. Pero lo que nos trae por aquí, es su libro de haikus “Pétalos de asfalto”. Podríamos decir: que su título es una construcción metafórica, pero lo cierto es, que hay que profundizar en los haikus, allí anidados para encontrar los hilos contemplativos del poeta. Porque solo un ser humano sensible puede ser conmovido por los pétalos que caen sobre el asfalto, ver como los pétalos se convierten en una alfombra natural para después de marchitos ser arrastrados por el viento.  O es posible, que el poeta se haya conmovido por el crecimiento descontrolado de la ciudad. Una ciudad donde los árboles agonizan ante las miradas esquivas de aquellos que dependen de ellos. “Pétalos de asfalto”, es una propuesta de un haiku de humanidad, de silencio. Por ejemplo el haiku de la página 41, “El limpiabotas/ tiene el hambre en los ojos/ ¡Y llueve tanto!” Aquí el poeta nos muestra su lado compasivo, se pone en la piel del niño limpiabotas, siente un asombro de sensibilidad. Este haiku nos demuestra una vez más, que la poesía elige algunos seres humanos, y escribe en ellos. Pues amigos del blog “Espejos y Sombras”, es momento de dejarse tocar por los haikus del haijin Alfonso Caraballo, dejarnos llevar por su haimi o ritmo interior, para encontrarnos con el silencio que habita en  las voces de la ciudad.   

 

 


 

I

Sobre el asfalto

ruedan algunos pétalos

de la amapola.

 

II

Una bachata

deshilacha el silencio

desde muy lejos.

 

III

Un gallo canta

viene el sol por el Este

muy lentamente.

 

IV

El limpiabotas

tiene el hambre en los ojos

¡Y llueve tanto!

 

V

Rayito de sol

ilumina a esta hormiga

que nadie más ve.

 

VI

Voces lejanas

cruzan el río Ozama

hasta mi cuarto.

 

VII

Noche estrellada

un perro blanco orina

ante un semáforo.

 

VIII

Gotas de lluvia

en los pies polvorientos

del caminante.

 

IX

Al atardecer

en la copa de un árbol

un grillo canta. 

 

X

Sobre una antena

un pájaro mira el sol

cuando desciende.

HAIGAS DEL CARIBE.