ANTONIO JUSTEL RODRÍGUEZ (ORIÓN - ELEDENDO)
POETA INVITADO (ESPAÑA)
Natural de Vecilla de la Polvorosa (Zamora-España). Abogado. Reside en Vecilla de la Polvorosa y en Castro Urdiales (Cantabria-España). Fue cofundador del “Grupo Poesía 4” en el ámbito de la Asociación Artística Vizcaína en 1975.
Su poesía comienza a aparecer con el libro “Veintitrés voces para un poema”, CLA, Bilbao 1976, para continuar en las siguientes obras: Antología Club Internacional de Escritores, Madrid 1981; “Los siete rostros del amor” Madrid 1988; “El grano de mis molinos” Editorial El Paisaje-Aranguren.Bizkaya; Antología Poética General, de Carlos Murciano y Carlos María Maínez, Madrid 1990; en 1995 Editorial SE-uba, Barcelona, publica “Yosel”, y en 1996, con “Del agua y del fuego”, publicado en 1997, obtiene el Premio Nervión de Poesía, convocado por la Sociedad El Sitio de Bilbao.
Los extractos de poesía contenidos en esta página, conciernen a los siguientes libros: “Primeras crónicas”, “Abrir y cerrar la vida”, “Testimonio y celebración”, “El amor, la oscuridad y la furia”, “Una fisura en el pecho”, “Destierros íntimos”, “Crisol de mundos”, “Yosel”, “Del agua y del fuego”, “Fenicia (poemas de amor)”, “Épica y lírica del dolor”, “Libro de Ahab”, “Versos de las imperfecciones”, “Arquitecturas”, “Acompañante luz” ,”Todo es camino”, “Libertad: cantos menores” , “Libro del espíritu”, “Tratados de hombre”, “La ley y la espada”, “Todos los fuegos” y “Libro de las sinopsis”.
Su obra – en constante revisión y debidamente registrada – permanece, salvo concretas excepciones, formalmente inédita.
Publicada o inédita, su poesía puede ser hallada en bibliotecas ordinarias y online de determinadas universidades, webs especializadas, foros y antologías de alcance mundial, así como en revistas literarias y centros culturales de cualquier ámbito. En la actualidad comparte poesía, relato y novela.
DEL LIBRO (DEL AGUA Y DEL FUEGO)
APREHENSIÓN DE LA LIBERTAD
O TESIS DE LA INFINITA MUERTE
… puesto que he de abatir inexpugnables presidios de antiquísimos órdenes,
y el pus – secta o hez de mi pensamiento -
necesito abrir, escuchar y saber con qué imposturas me deleita la sangre,
y con qué ilusión y adornos me oprimen sus anillos;
… hombres y mujeres extraños entran y salen de mi corazón,
y extrañas mariposas, unicornios y ángeles golpean,
sacian su sed con tiempo muerto, con espantos de amor, con vísceras de un ser que ya no crece;
… todas las revoluciones, estragos y ordalías llegaron a mis puertas
y entraron en mis mundos,
y hoy debo trascender el mar, ungirlo con rocío
e instar mis continentes hacia el verdor del aire;
… a partir de hoy, y aunque duela saberlo, correré el riesgo de morir y dar mi vida,
- callada y conscientemente -
por intentar labrar e instituir la luz.
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NIÑOS DE LA HISTORIA BLANCA
… y allí estábamos, como rosas tardías o pájaros varados en un cielo escondido;
… mientras era el silencio nos cayeron las lunas, la luz, el movimiento,
roto todo, ay memoria, mientras pegaba y golpeaba la belleza caída,
vertiendo la ilusión tan joven, o no tan joven, por el uso y abuso de la muerte;
… si alguien vio vadear las cegueras del alba, si alguien vio cómo fueron las navajas
del hambre, los témpanos del miedo, ah, si alguien los vio, sabe bien del amor,
pues que el dolor se acaba amando – ah desgracia infinita – aunque torne amargos
los panes reverentes;
… fue en el pueblo y en la ciudad de piedra, en los presbiterios sacros de los credos civiles,
fue donde sólo hijos-súbditos hubo, hijos yermos, desvertebrados hijos, hijos tristes;
… éramos madreselvas-niño o niños-madreselva pálidos por el sur de las tardes,
tras una iniciación tan épica en las toses y gritos,
en los estremecidos vendavales del corazón;
… los niños de la historia blanca, ah, bien lo recuerdo,
jugábamos en las venas rojas del río y allí nos descubrían,
combatiendo la noche con la sangre furtiva de una hoguera.
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REBATO
… siguiendo el curso de los acontecimientos,
ayer mismo éramos muchos los que irremediablemente íbamos a morir,
los que con la mañana, las horas y el sol hechos pedazos,
- y llenos de agujeros -
como tributo de pago inexorable íbamos a caer sobre el asfalto
y a ser pisados por los viandantes, a pasarnos los autos por encima,
y a ser cubiertos de tiempo, de dióxido y noches monótonas de hielo y lluvia;
… pero estamos aquí, quizá solos o con el miedo creándonos aún escalofríos,
pero al fin reales como piedras, vertebrados en mujeres y hombres nuevos,
hondos, puros y nítidos cual sacramentos vivos;
ved cómo la vida nos tocó a rebato en su última noche, cómo resistió la lucha
hasta hallar el río de la madrugada y nos trajo a salvo aquí, a este instante
más fuerte que el asfalto, más fuerte que la furia del dolor y el destino,
pero más, más frágil que la luz, la luz que había.
DEL LIBRO (DESTIERRO ÍNTIMOS)
LIBERACIÓN DE LA UTOPÍA
… la utopía es pájaro
de fuego
que emprende tras la mente el infinito;
¡ … dejadlo en libertad, que vuele !
… la utopía es niña
que ha cogido del sol las flores libres
y niña las ofrece
por flores y por libres;
¡ … coged la libertad, coged las flores !
… la utopía es genio que origina el genio
y fuerza que arrebata el canto de los dioses, los hombres y la tierra;
¡ … ay la libertad, ay la libertad !
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… Y LA PUERTA DE LA LUZ ERA TU VIENTRE
… he subido a los cielos, he traído a mis hijos y la puerta de la luz
era tu vientre, tu vientre en guerra de instrumentos, de mundos y de dioses;
… aún recuerdo vagando por las sombras a mi padre,
- su voz y corazón dando mi nombre – llamándome en el tiempo,
tras la estigia helada que puso entre los huesos temblores para siempre;
… dime tú – mensajera de lunas - de qué alberca recogiste la vida,
con qué don redujiste al viento y encendiste la espiga de mis trigos;
“ … para entibar la sangre – me dices en voz baja -,
pues mi vientre es el postigo de la vida y de la muerte”.
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LAS FLORES Y LOS FILOS
… si las fundas están bajo la piel y dentro mis cuchillos,
desde el valle del tiemblo de la rosa un bando de palomas
penetra por mi frente;
…los caballos de fuego, que en tropel por la sangre
remontaron el alma por la vida y la muerte,
alertan, oh corazón mío,
de la flor y los filos con que inundo las calles;
… soy la tierra que busca entre su tierra un vibrar de hombre,
el mismo sacramento que vino de la luz y me dejó las flores
y los filos;
.. acojo esta heredad con la prestancia del pájaro que canta
y se acribilla, pues ¿ qué extraña perfección cabría en este cuerpo
sin serme y derribarme ?
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DEL OJO DEL TORMENTO
.. .he venido de un sol de costra negra,
de las nieblas del cielo con el arco y la muerte
y una llama por noche y por cintura;
como hombre y bestia he muerto,
y como hombre y bestia me han cantado las flores
cuando el viento cantaba la canción de su boca;
[me encontró la tristeza con la luna creciente
en el alma
y cundió la desdicha]
… si ya no quedan ruinas sobre qué morir,
tampoco es inmutable la doble opacidad que traje y fue conmigo;
… hoy desgarro la paz de la memoria
y el velo que en la niebla tejí para la muerte;
yo, yo soy la sed del arco que apura y que derriba
la sombra y el instante;
… del ojo del tormento,
la dicha es un conjuro pre-cántico que invoco.
DEL LIBRO (TODO ES CAMINO)
¿ … QUIÉN, QUIÉN LLAMA, QUIÉN ESTÁ AHÍ ?
[en la gran pregunta]
“… de entre fuerzas y lumbres vivas, de entre grandes y pequeños dioses”;
oíd este diálogo apurando el silencio de mente y paz del corazón,
venid y penetrad, tensad la hebra de amor, sabedla y tenedla,
porque sólo, sólo en ella, tendrán su luz la faz y el esplendor del mundo;
… nada sobra, nada, porque nada está en la muerte muerto
y nada en desecho, nada perdido;
ah, ni siquiera el hedor acontecerá sin brillo;
… en las crisis o fríos invernales, en la intimidad del alma,
con dolor levanta el sol;
pero son tan hondas, tan fulminantes
su luz y voz…
… a veces, en la intercomunicación de inmensidades, inquieto y asustado,
vehementemente tiembla y se agita el ser, e, intentando contrastar su vida,
con fuerza y frenesí inquiere hacia lo alto: ¿ quién, quién llama, quién está ahí…?
… y sólo, sólo son los carros de silencio que en silencio y con silencio pasan.
PERTENENCIA Y LIBERTAD
- … antes de que terminéis desterrándome, me habré ido;
- ¿ y a dónde irás, tú, gentil y apátrida, a dónde… ? – decís;
- recordad que, al igual que vosotros, no tuve nacimiento;
entonces ¿ por qué habría de pertenecer a Vecilla de la Polvorosa
o a Santurtzi, por qué a Castro Urdiales, o por qué, por qué a España o a Europa… ?
¿ acaso añadirán algo las lenguas ? ¿ lo harán – decidme – el sexo
o el color, y acaso, ah, pensároslo bien, acaso lo harán los credos… ?
pero, sin embargo ¿ y ella, y la libertad ? ¿ os dirá ella algo ?
- ¿ y qué es la libertad, Orión, antes de que te vayas, dínoslo, qué es,
si hasta aquí es nuestra piel y el alma grita que hasta allí es nuestro amado país…?
- está dicho: donde el corazón esté, allí seremos y allí amaremos;
pues la casa es oro vivo y vida pura sus pulsos y paredes;
por tanto ¿ habéis hallado ya el umbral y límites finales
en que querréis y habréis de ser ?
- ah, Orión, no nos expongas a tan hondo tormento ni a tan duro escarnio…
pues ¿ cómo y por qué romper y salir de nuestro propio corazón ?
- … entonces reprobad vuestras casas de asfixia y ruina, de oscuridad y muerte,
aborrecedlas y derribadlas; antes, mucho antes, deberéis crear la libertad.
CIELO REDENTOR Y FURIA
… no habrá museos para ti, corazón, no habrá llantos lunares ni exequias,
y no, no habrá tampoco patrias, no habrá;
tu canto se ha hecho aire y quema ¿ de qué, si no, se alimentan lirios y rosas vivos ?
… ah buen amigo, oí tu voz desde la piedra, cuando el dolor fue cielo redentor y furia;
la oí lejos, cuando la noche hendía los postigos de valor del alma, cuando del espanto
nacían las palomas y te guardé en mi vida cual alba herida y encendida,
amándote cual sangre y agua puras, cual hijo amado con duelos aún por resolver;
¿ … te acuerdas cuando por aquí pasaron la guerra y la muerte,
la desolación también y asimismo el mar sin luz y en llamas ?
¿ y del olvido ? dime ¿ recuerdas cuando arrasando la intemperie del pecho,
ignorándonos, llegó y pasó ?
… nos hemos abrazado con pasión y solos, profundamente solos,
y es en esta soledad de amor donde la luz nos toca y habla para poder vivir y poder seguir;
… pero ya mejor callar; mejor que en el combate inmenso sean e intimen los lirios y las rosas;
que algo quede, se incendie y salve.
DESANDAR Y RECONSTRUIR CAMINO
… resistid brazos míos, y resiste y late, corazón;
y vosotros, ojos queridos, levantad el cansancio y caminad delante,
sed nuestra guía entre tempestades y sombras de sol y mar;
¿ … recordáis cuando emprendimos camino y sin la espada del alma
osamos construir nuestra luz del mundo sobre un adarme
de niebla ?
¿ recordáis cómo el dolor llegaba derribando y disipando fuerzas,
los panes, la paz y el fulgor de los días, recordáis cómo, cómo mataba ?
¿ recordaréis entonces la oscuridad, la recordáis ?
… hoy ha vuelto, hoy está aquí;
por tanto ¿ querréis defender conmigo la piedrecilla blanca, el exiguo templo,
nuestra brizna de fuego y agua ?
… mis amados hijos y honrados compañeros, recordad también
que es justo el dolor tenido, pues ¿ cómo, cómo si no podremos obtener
la ingente visión, la esplendidez de la vida ?
… desandar y reconstruir camino, siempre ha sido un empeño inefable,
pero quién asume los profundos desgarros, quién, quién la terrible desolación que espera…