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lunes, 1 de julio de 2013

DAMAS DEL MICRO-RELATO

                     DAMAS DEL MICRO-RELATO






                                            MONTSERRAT TORRA (ESPAÑA)




                           EL ARTE DE HACERSE INVISIBLE



Trabajaba todo el día en una librería muy importante, era gran amante de los libros, los adoraba, siempre había en aquella estancia una armonía perfecta.

Las novelas en el primer estante, la historia en el segundo, premios Nóbel un poco más arriba, etc. etc.

Él, como un director de orquesta batuta en mano era el hacedor de tan singular y bella tienda, gentil con la clientela, se sabía de memoria los argumentos de los libros que vendía.

No se le podía pedir más a un buen librero.

Un desafortunado día, apareció el dueño, persona de mal talante y parco en palabras, empezó a no gustarle la distribución de la susodicha tienda, al pobre empleado lo traía de cabeza, - quita estos tomos de aquí, ponlos allá,-

Al otro día cambiaba de parecer, y el dependiente que, para postre se llamaba Fidel, lo traía por el camino de la amargura rozando casi el desespero de tanto oírle despotricar.

Fidel cogió la costumbre para no escuchar tanta palabrería practicar el vacío mental, le iba muy bien, nunca sabía nada, y claro, bien poca cosa hacía, tenía su rincón y allí se sentaba. También ideó hacerse lo más invisible posible, tanto ensayó estas artes que obtuvo pleno éxito.

Se permitía el lujo de pasear por la librería sin que nadie reparase en él, si hablaba, nadie parecía oírlo, lo malo fue que tanto practicó que no llegó acordarse ni de su nombre.

Un buen día se puso a caminar, (por casualidad encontró un sendero) más como no hablaba ni pensaba y además era invisible nadie se dio cuenta de su desaparición.

Quizás aún siga caminando……………….




                                                AMELIA PRIETO (ESPAÑA)
                                      
                                            Un rayo de luz




Abrió los ojos al sentir unos labios que se acercaban a los suyos y la besaban, larga y profundamente, con una pasión concebida desde el delirio, notó cómo su camisa estaba abierta dejando sus turgentes senos al descubierto con sus pezones aún duros. Y sintió cómo una humedad desbordaba su entrepierna. En la oscuridad de su dormitorio su vista se dirigió a un rayo de luz que salía de la tapa recién cerrada de su portátil.

Eternidad

Parecía fuerte hasta que le tuvo enfrente, y fue entonces, cuando la química que había surgido meses atrás reaccionó. Y sus robustos brazos rodearon el frágil cuerpo de mujer enamorada. Sus miradas delataban sus más íntimos deseos de besarse, acariciarse y amarse hasta el amanecer. La magia del amor les hizo volverse invisibles a los ojos de los demás. Y se siguieron amando hasta la eternidad.









                                                MARIA DI IORIO (ARGENTINA)



                                                    EN SILENCIO.



Puedo escuchar, aunque los doctores digan lo contrario o no tengan la certeza de mi estado.
Los oí, cuando decían que tu declaración ante la policía era mentira. No creen que sea víctima de un asalto, sino mas bien de tu maltrato. Pero nada pueden hacer si no despierto.
Ellos vigilan mis signos vitales, no así mis sentimientos.
Ya no quiero que me pidas perdón, que me prometas que no lo volverás hacer.
Ya no quiero tus caricias. Mi cuerpo tenso no pueden disimular el rechazo a tus manos.
Ya no se me eriza la piel con el roce de tus dedos.
Pero carezco de fuerzas. Mi energía desaparece, mi alma se hunde en la oscuridad, me frustro ante el intento y me resigno refugiándome en el silencio. 





                                                            VIAJE INTERNO

Más de una vez intente realizar este viaje, pero la posibilidad de frustración me lo impedía, y volvía sobre mis pasos, esperando el momento oportuno.
El hoy me invita. Porque sí, porque quiero, porque como muchos o como pocos pude elegir. A veces con acierto y otras erradas.
Es como un túnel, sin paredes, ni techos, ni luz artificial, tampoco ventanas que dejen pasar luminosidad, sin embargo puedo ver.
El suelo es firme, me permite un paso seguro a pesar de que debajo de mis pies lo siento desparejo.

Solo cargo la mochila de siempre. A medida que mi memoria lo permite, aparece todo lo que en ella llevo guardado. Un aroma envuelve el lugar, es el perfume de los recuerdos, de los sueños, con sabores dulces, amargos, agridulces. Así…. Como la vida.




                                                                     VACÍO 

Descalza sobre la cornisa fría, sentía una presencia oscura, los edificios se distorsionaban ante sus ojos, que por momentos parecían perder la visión.
Fieras que acechaban, arañas tejiendo sus telas alrededor de su cuerpo impidiéndole  movimientos. Condenada, sin refugio, expuesta su locura oía las voces de seres sin rostro, que en sus vuelos dejaban una estela de confusión acelerando los latidos de su corazón cansado y enfermo.

Se resistía al salto a la nada, aún así deseaba volar, solo esperaba el momento, Buscaba en su espalda ver sus alas, y entonces sí, emprender el vuelo a su libertad.





                                                SUSANA RUGGIERO (ARGENTINA)

                                                   
                                                     EL COFRE



El humo se disipó. Puse las manos en los bolsillos de mi saquito de hilo rosado. Miré a mamá a los ojos y noté su emoción.

Con los atributos de mi anillo de coral viajé al futuro para explorar diferentes circunstancias que me llevaron a ser quien soy. No fue fácil pero me daba cuenta que el vaticinio de Doña Catalina había comenzado y se cumplía tal como dejó escrito lo que tan secretamente había sido guardado en el cofre.




                                                  DESTINO II



Como los sueños que se van con el viento, transformados en arenilla, mis palabras se arremolinan, se entrelazan, se rompen y se pierden como hojas resecas, desprendidas de los paraísos de la Plaza de la Misericordia en una mañana tormentosa. Así siento mi discurso cotidiano, en esta tarde de verano en que el sol quema y abraza un Buenos Aires despoblado y silencioso.



El aire acondicionado me envía su frescura, mientras dispongo sobre el piso las agujas de tejer y coser, con los hilos de seda, cintas aterciopeladas de colores fluorescentes y nacarados, para dar las últimas puntadas a la alfombra, que empecé a construir con retazos de juventud acumulada.

Uno sus bordes con perlas, diamantes diminutos y cristales de roca. Así bordo las luces que me guiarán en este vuelo cada vez más alto, buscando mi destino, hasta quedar acurrucada en el tibio regazo de una platinada nube.

Todo queda perfectamente amalgamado. Mi alfombra mágica con su multiplicidad destellante está lista y extendida sobre el piso y en ella, recuesto mi cuerpo, envuelto con tules y encajes etéreos. Extasiada admiro esta obra de trabajo y amor en escena. 

Cierro los ojos. Parpadeo una y otra vez. Estrellitas iridiscentes se cuelan por las pestañas hasta mis pupilas. Aspiro el perfume de los nardos; flores de amor y de encuentros pasionales. Siento como la suave brisa me eleva y un suspiro dibuja una sonrisa en mi boca y una dulce melodía vibra en mi alma y en mi corazón.






                                                 ELOISA ECHEVARRIA (CHILE)


                                                         AMOR REAL 




Nada los unía físicamente. Sólo los sueños que compartían siendo grandes amigos. Pero sabían que ese lazo jamás podrían romperlo. Aun después de muertos viviría en ellos.

Lo tenían claro. Lo disfrutaban. Lo vivían minuto a minuto. Compartían cada cosa buena o mala que les acontecía. Todas las noches durante muchos años se encontraban al otro lado de la línea para hablar y hacerse cariño en el alma. Y era tal la conexión que tenían que, cuando ella falleció de un derrame cerebral, a él de dio un infarto al corazón. Físicamente nunca se tocaron. Y en la muerte se abrazaron. Ellos conocieron en vida el amor real por eso se fueron juntos. Ellos entendieron que llegar a vivir es venir a avanzar en el amor. Venir a la vida es venir a avanzar en el amor fraterno. Sin tener que haberse tocado físicamente se habían encontrado.




                                     LA ESPERANZA Y EL TIEMPO



El tiempo indomable les manejó la vida con maestría. Impidió que se vieran. Que se olieran siquiera. Sólo la esperanza de ves en cuando les dejaba entrever que en alguna parte estaba esa persona que los haría sonreír desde el alma. Le permitía que se sintieran aun en la distancia. Pero el tiempo convirtió todo en espacios infinitos. En relojes derretidos entre los dedos. Se escapaba. Se escurría. Tiempo cruel que corres sin piedad le recriminaba la esperanza. El amor de ellos tiene que vivirse en esta realidad. Pero el tiempo, sordo en su estela de horas intransigentes, sólo caminaba sin prestar atención más que a su transitar.

Un día, cuando el tiempo estaba sentado, confiado en el trabajo realizado, vino la esperanza con su corazón tan puro y los hizo verse. Desde lejos. Sin tocarse. Se reconocieron al instante. Se llenaron de la luz del otro. Mágico momento con olores dulces que se quedó a habitar, en piel y alma. Prodigioso instante que los llenó de energías nuevas, desconocidas para ambos. Se sentían brillar. Poderosos. Y comprendieron que estaban allí, en la vida recorriendo caminos sin sentido y que ahora sabían que existían para darse el equilibrio para estar acá. Que no estaban solos como siempre habían pensado. 

Desde entonces ambos viven refugiados en la esperanza que les dice que algún día cuando el tiempo se descuide nuevamente podrán alcanzarse para no separarse más. Ella se iba a encargar de hacerlo realidad. Ellos creyeron en la esperanza que les fabricó una playa en donde construyeron un puerto. Un puerto que el tiempo jamás pudo tocar porque lo que sentían era amor del real. Ese que ve que el cuerpo es sólo un envase y lo que importa está dentro.


                                      
                                        MARTHA S. VELÁSQUEZ (COLOMBIA)

                                                PESADILLA





Siempre está allí. Escondida entre las sombras. Acecha. Busca la ocasión. Llega con las primeras horas de la noche. Cruza espacios, inalterable en sus ambiciones.
Ángel Benavides lo sabe y consciente de su presencia la evita. Pretende con su indiferencia mantenerla alejada. Llena sus pensamientos con sus sueños, sus futuros. Agota su cuerpo con las actividades que realiza en aquella taberna casi olvidada, en algún rincón de la ciudad.
La densidad del humo, la música estridente, los gritos de los clientes, impiden todo contacto entre los dos. Por momentos se olvida que en el entramado de su existencia, ella espera por él, para adueñarse de su vida. Aquella figura de color negro-olvido, silenciosa como el transcurrir del tiempo, se pierde en la transparencia de alguna de sus fantasías.
En la madrugada, con la mirada ausente por el cansancio, Ángel regresa a su hogar y como todas las mañanas, cuando el sol empieza su ronda matutina, se mide la muerte. Se envuelve con ella y emprende el viaje hacia la nada.

De repente Ángel vuelve a la realidad de su existencia. Guarda el libro que está leyendo. Es la hora de ir a la universidad.

                               
                                                        EL ASALTO


Día 1 del mes 2. Hace 3 horas se inició la rutina en la ciudad. La brisa mueve las 4 palmas a la entrada del banco de la calle Nº 5. Solo 6 empleados atienden las 7 taquillas. De repente, 8 delincuentes irrumpen en el lugar y los 9 clientes se arrojan aterrorizados al piso. 



Son las 10 de la mañana. Rápidamente llaman al 11-12 de la policía y en 13 minutos, 14 agentes entran por la puerta 15 a la sección 16. Los pillos huyen con 17 bolsas de dinero. En la calle 18, los interceptan las patrullas. 19 personas evitan este robo del siglo 20.

Celebran con 21 cañonazos y 22 canales compiten por transmitir la noticia en 23 países. Ansiosos esperan dar a conocer lo sucedido en las últimas 24 horas. Una odisea perfecta, un día de rutina y nada más.




                              ALICIA MARCELINA MORENO ( ARGENTINA)

                                                      GRITO


Salí a la azotea en plena mañana, sintiendo un terrible dolor en el pecho, miré abajo y la gente indiferente caminaba, cabezas gachas con el aturdimiento de tantas cosas. 



Y mirando el cielo grité tan fuerte como pudieron mis pulmones, la gente miró hacia arriba ¡Pobre esta loca! Decían. Y yo que lloraba, les dije ¡No! ¡¡¡Me di cuenta que estoy viva!!

                                                                     JUAN 


¿Tú creíste que yo me olvidé de ti verdad? No, sólo esperé el momento para hacerlo y creo que hoy es el día. Juan eres el nieto más chiquito con tus siete años no logro descubrirte, te vi feliz cuando te hice la torta te cumpleaños con todos los personajes y apagando las velitas y la bengala con su llama de colores. 

Te gusta el fútbol y corres tras la pelota imaginando quizás ser un gran futbolista y no te decidiste aún, si de River o de Boca.

Creo que imaginas la cancha llena de gente que te grita, ¡Dale Juan!, ¡¡Dale Juan!!Y el pecho se te ensancha de felicidad cuando a los pocos minutos del primer tiempo pateas la pelota y todos gritan ¡¡¡GOL!!!, ¡¡¡GOL!!! Y abrís los brazos abrazando a los hinchas que gritan tu nombre y vos tan feliz, la cara roja de calor y sudor, mostrás la Bandera Argentina. Pero un grito te vuelve a la realidad ¡Juan no rompas el portón con la pelota! ¡Pegás muy fuerte Juan!¡Cómo rompiste las plantas! 
Claro nadie sabía que estabas soñando Juan.



                                                         YERUTI (URUGUAY)

                                                           EL COLECCIONISTA


Hace días que no puedo dormir, cuando logro hacerlo ruiditos en el armario me despiertan. ¡Creo que tengo ratoncitos!

Mañana investigaré.

Saqué toda la ropa del armario, todo está perfectamente colgado, sin una arruga. Pero no encontré al culpable de los ruidos nocturnos.
Guardé todo en su lugar y me dispuse a hacer la tarea. 
En la cocina dentro de una vasija de barro, encontré el tesoro que algún coleccionista guardaba. Todos los botones de mi ropa.

                                                         
                                                           NUEVA OPORTUNIDAD 



Dicen que hace muchos, muchos años una joven hermosa, recién cumplido sus 17 años conoció al que sería el amor de su vida.

Se amaban tanto!! que decidieron casarse.

Se hicieron una promesa, nunca abandonarse en ninguna circunstancia. El destino quiso que ella muriera de una extraña enfermedad, apenas cuando hacía meses de casados. El creyó morir, y en sus oraciones por ella, pedía a Dios que la tratase como a un ángel, por que eso era.
Pasados unos días desde que ella murió, él caminaba por los campos recordando cada momento vivido, sus sueños, sus planes, sus promesas. Se recostó a descansar bajo los árboles y se quedó dormido. Un dulce aroma a jazmines lo despertó y vio como el cielo se abría y depositaba junto él, a la hermosa joven, convertida en ángel. Ella tocó el suelo y el cielo se cerró, sus alitas se volvieron transparentes y una lluvia dulce los bañó. Se miraron tan dulcemente que se amaron con la mirada. Ambos cayeron en un profundo sueño, el canto de las aves los despertó al amanecer.
Ninguno de los dos, recordaba lo pasado. Caminaron a casa tomados de la mano. Por dónde pasaran, dejaban aroma a jazmines y alguna plumita blanca, que algún día, podía descubrir que en la tierra desde ese día había un nuevo ángel.

lunes, 24 de junio de 2013

POETA DE FUEGO Y LUZ (ANTONIO JUSTEL RODRÍGUEZ) ORION-ELEDENDO

                             ANTONIO JUSTEL RODRÍGUEZ (ORIÓN - ELEDENDO)

                                                        POETA INVITADO (ESPAÑA)


Natural de Vecilla de la Polvorosa (Zamora-España). Abogado. Reside  en Vecilla de la Polvorosa y en Castro Urdiales (Cantabria-España). Fue cofundador del “Grupo Poesía 4” en el ámbito de la Asociación Artística Vizcaína en 1975.
Su poesía comienza a aparecer con el libro “Veintitrés voces para un poema”, CLA, Bilbao 1976, para continuar en las siguientes obras: Antología Club Internacional de Escritores, Madrid 1981; “Los siete rostros del amor” Madrid 1988; “El grano de mis molinos” Editorial El Paisaje-Aranguren.Bizkaya; Antología Poética General, de Carlos Murciano y Carlos María Maínez, Madrid 1990; en 1995 Editorial SE-uba, Barcelona, publica “Yosel”, y en 1996, con “Del agua y del fuego”, publicado en 1997, obtiene el Premio Nervión de Poesía, convocado por la Sociedad El Sitio de Bilbao.
Los extractos de poesía contenidos en esta página, conciernen a los siguientes libros: “Primeras crónicas”, “Abrir y cerrar la vida”, “Testimonio y celebración”, “El amor, la oscuridad y la furia”, “Una fisura en el pecho”, “Destierros íntimos”, “Crisol de mundos”, “Yosel”, “Del agua y del fuego”, “Fenicia (poemas de amor)”, “Épica y lírica del dolor”, “Libro de Ahab”, “Versos de las imperfecciones”, “Arquitecturas”, “Acompañante luz” ,”Todo es camino”, “Libertad: cantos menores” , “Libro del espíritu”, “Tratados de hombre”, “La ley y la espada”, “Todos los fuegos” y “Libro de las sinopsis”.
Su obra – en constante revisión y debidamente registrada – permanece, salvo concretas excepciones, formalmente inédita.
Publicada o inédita, su poesía puede ser hallada en bibliotecas ordinarias y online de determinadas universidades, webs especializadas, foros y antologías de alcance mundial, así como en revistas literarias y centros culturales de cualquier ámbito. En la actualidad comparte poesía, relato y novela.
                                      DEL LIBRO (DEL AGUA Y DEL FUEGO)

APREHENSIÓN DE LA LIBERTAD
O TESIS DE LA INFINITA MUERTE
… puesto que he de abatir inexpugnables presidios de antiquísimos órdenes,
y el pus – secta o hez de mi pensamiento -
necesito abrir, escuchar y saber con qué imposturas me deleita la sangre,
y con qué ilusión y adornos me oprimen sus anillos;
… hombres y mujeres extraños entran y salen de mi corazón,
y extrañas mariposas, unicornios y ángeles golpean,
sacian su sed con tiempo muerto, con espantos de amor, con vísceras de un ser que ya no crece;
… todas las revoluciones, estragos y ordalías llegaron a mis puertas
y entraron en mis mundos,
y hoy debo trascender el mar, ungirlo con rocío
e instar mis continentes hacia el verdor del aire;
… a partir de hoy, y aunque duela saberlo, correré el riesgo de morir y dar mi vida,
- callada y conscientemente -
por intentar labrar e instituir la luz.
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NIÑOS DE LA HISTORIA BLANCA
… y allí estábamos, como rosas tardías o pájaros varados en un cielo escondido;
… mientras era el silencio nos cayeron las lunas, la luz, el movimiento,
roto todo, ay memoria, mientras pegaba y golpeaba la belleza caída,
vertiendo la ilusión tan joven, o no tan joven, por el uso y abuso de la muerte;
… si alguien vio vadear las cegueras del alba, si alguien vio cómo fueron las navajas
del hambre, los témpanos del miedo, ah, si alguien los vio, sabe bien del amor,
pues que el dolor se acaba amando – ah desgracia infinita – aunque torne amargos
los panes reverentes;
… fue en el pueblo y en la ciudad de piedra, en los presbiterios sacros de los credos civiles,
fue donde sólo hijos-súbditos hubo, hijos yermos, desvertebrados hijos, hijos tristes;
… éramos madreselvas-niño o niños-madreselva pálidos por el sur de las tardes,
tras una iniciación tan épica en las toses y gritos,
en los estremecidos vendavales del corazón;
… los niños de la historia blanca, ah, bien lo recuerdo,
jugábamos en las venas rojas del río y allí nos descubrían,
combatiendo la noche con la sangre furtiva de una hoguera.
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REBATO
… siguiendo el curso de los acontecimientos,
ayer mismo éramos muchos los que irremediablemente íbamos a morir,
los que con la mañana, las horas y el sol hechos pedazos,
- y llenos de agujeros -
como tributo de pago inexorable íbamos a caer sobre el asfalto
y a ser pisados por los viandantes, a pasarnos los autos por encima,
y a ser cubiertos de tiempo, de dióxido y noches monótonas de hielo y lluvia;
… pero estamos aquí, quizá solos o con el miedo creándonos aún escalofríos,
pero al fin reales como piedras, vertebrados en mujeres y hombres nuevos,
hondos, puros y nítidos cual sacramentos vivos;
ved cómo la vida nos tocó a rebato en su última noche, cómo resistió la lucha
hasta hallar el río de la madrugada y nos trajo a salvo aquí, a este instante
más fuerte que el asfalto, más fuerte que la furia del dolor y el destino,
pero más, más frágil que la luz, la luz que había.

DEL LIBRO (DESTIERRO ÍNTIMOS)

LIBERACIÓN DE LA UTOPÍA
… la utopía es pájaro
de  fuego
que emprende tras la mente el infinito;
¡ … dejadlo en libertad, que vuele !
… la utopía es niña
que ha cogido del sol las flores libres
y niña las ofrece
por flores y por libres;
¡ … coged la libertad, coged las flores !
… la utopía es genio que origina el genio
y fuerza que arrebata el canto de los dioses, los hombres  y la tierra;
¡ … ay la libertad, ay la libertad !
   ———————————————————————————
… Y LA PUERTA DE LA LUZ  ERA TU VIENTRE

… he subido a los cielos, he traído a mis hijos y la puerta de la luz
era tu vientre, tu vientre en guerra de instrumentos, de mundos y de dioses;
… aún recuerdo vagando por las sombras a mi padre,
-  su voz y corazón dando mi nombre – llamándome en el tiempo,
tras la estigia helada que puso entre los huesos temblores para siempre;
… dime tú – mensajera de lunas -  de qué alberca recogiste la vida,
con qué don redujiste al viento y encendiste la espiga de mis trigos;
                                                                      “ … para entibar la sangre – me dices en voz baja -,
pues mi vientre es el postigo de la vida y de la muerte”.
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LAS FLORES Y LOS FILOS
… si las fundas están bajo la piel y dentro mis cuchillos,
desde el valle del tiemblo de la rosa un bando de palomas
penetra por mi frente;
…los caballos de fuego, que en tropel por la sangre
remontaron el alma por la vida y la muerte,
alertan, oh corazón mío,
de la flor y los filos con que inundo las calles;
… soy la tierra que busca entre su tierra un vibrar de hombre,
el mismo sacramento que vino de la luz y me dejó las flores
y los filos;
.. acojo esta heredad con la prestancia del pájaro que canta
y se acribilla, pues ¿ qué extraña perfección cabría en este cuerpo
sin serme y derribarme ?
   ———————————————————————————
DEL OJO DEL TORMENTO

 .. .he venido de un sol de costra negra,
de las nieblas del cielo con el arco y la muerte
y una llama por noche y por cintura;
como hombre y bestia he muerto,
y como hombre y bestia me han cantado las flores
cuando el viento cantaba la canción de su boca;
[me encontró la tristeza con la luna creciente
en el alma
y cundió la desdicha]
… si ya no quedan ruinas sobre qué morir,
tampoco es inmutable la doble opacidad que traje y fue conmigo;
… hoy desgarro la paz de la memoria
y el velo que en la niebla tejí para la muerte;
yo, yo soy la sed del arco que apura y que derriba
la sombra y el instante;
… del ojo del tormento,
la dicha es un conjuro pre-cántico que invoco.

DEL LIBRO (TODO ES CAMINO)

 ¿ … QUIÉN, QUIÉN LLAMA, QUIÉN ESTÁ AHÍ ?
[en la gran pregunta]
“… de entre fuerzas y lumbres vivas, de entre grandes y pequeños dioses”;
oíd este diálogo apurando el silencio de mente y paz del corazón,
venid y penetrad, tensad la hebra de amor, sabedla y tenedla,
porque sólo, sólo en ella, tendrán su luz la faz y el esplendor del mundo;
… nada sobra, nada, porque nada está en la muerte muerto
y nada en desecho, nada perdido;
ah, ni siquiera el hedor acontecerá sin brillo;
… en las crisis o fríos invernales, en la intimidad del alma,
con dolor levanta el sol;
pero son tan hondas, tan fulminantes
su luz y voz…
… a veces, en la intercomunicación de inmensidades, inquieto y asustado,
vehementemente tiembla y se agita el ser, e, intentando contrastar su vida,
con fuerza y frenesí inquiere hacia lo alto: ¿ quién, quién llama, quién está ahí…?
… y sólo, sólo son los carros de silencio que en silencio y con silencio pasan.
PERTENENCIA Y LIBERTAD
-         … antes de que terminéis desterrándome, me habré ido;
-         ¿ y a dónde irás, tú, gentil y apátrida, a dónde… ? – decís;
-         recordad que, al igual que vosotros, no tuve nacimiento;
entonces ¿ por qué habría de pertenecer a Vecilla de la Polvorosa
o a Santurtzi, por qué a Castro Urdiales, o por qué, por qué a España o a Europa… ?
¿ acaso añadirán algo las lenguas ? ¿ lo harán – decidme – el sexo
o el color, y acaso, ah, pensároslo bien, acaso lo harán los credos… ?
pero, sin embargo ¿ y ella, y la libertad ? ¿ os dirá ella algo ?
-         ¿ y qué es la libertad, Orión, antes de que te vayas, dínoslo, qué es,
si hasta aquí es nuestra piel y el alma grita que hasta allí es nuestro amado país…?
-         está dicho: donde el corazón esté, allí seremos y allí amaremos;
pues la casa es oro vivo y vida pura sus pulsos y paredes;
por tanto ¿ habéis hallado ya el umbral y límites finales
en que querréis y habréis de ser ?
-         ah, Orión, no nos expongas a tan hondo tormento ni a tan duro escarnio…
pues ¿ cómo y por qué romper y salir de nuestro propio corazón ?
-         … entonces reprobad vuestras casas de asfixia y ruina, de oscuridad y muerte,
aborrecedlas y derribadlas; antes, mucho antes, deberéis crear la libertad.
 CIELO REDENTOR Y FURIA
… no habrá museos para ti, corazón, no habrá llantos lunares ni exequias,
y no, no habrá tampoco patrias, no habrá;
tu canto se ha hecho aire y quema ¿ de qué, si no, se alimentan lirios y rosas vivos ?
… ah buen amigo, oí tu voz desde la piedra, cuando el dolor fue cielo redentor y furia;
la oí lejos, cuando la noche hendía los postigos de valor del alma, cuando del espanto
nacían las palomas y te guardé en mi vida cual alba herida y encendida,
amándote cual sangre y agua puras, cual hijo amado con duelos aún por resolver;
¿ … te acuerdas cuando por aquí pasaron la guerra y la muerte,
la desolación también y asimismo el mar sin luz y en llamas ?
¿ y del olvido ? dime ¿ recuerdas cuando arrasando la intemperie del pecho,
ignorándonos, llegó y pasó ?
… nos hemos abrazado con pasión y solos, profundamente solos,
y es en esta soledad de amor donde la luz nos toca y habla para poder vivir y poder seguir;
… pero ya mejor callar; mejor que en el combate inmenso sean e intimen los lirios y las rosas;
que algo quede, se incendie y salve.
DESANDAR Y RECONSTRUIR CAMINO
… resistid brazos míos, y resiste y late, corazón;
y vosotros, ojos queridos, levantad el cansancio y caminad delante,
sed nuestra guía entre tempestades y sombras de sol y mar;
¿ … recordáis cuando emprendimos camino y sin la espada del alma
osamos construir nuestra luz del mundo sobre un adarme
de niebla ?
¿ recordáis cómo el dolor llegaba derribando y disipando fuerzas,
los panes, la paz y el fulgor de los días, recordáis cómo, cómo mataba ?
¿ recordaréis entonces la oscuridad, la recordáis ?
… hoy ha vuelto, hoy está  aquí;
por tanto ¿ querréis defender conmigo la piedrecilla blanca, el exiguo templo,
nuestra brizna de fuego y agua ?
… mis amados hijos y honrados compañeros, recordad también
que es justo el dolor tenido, pues ¿ cómo, cómo si no podremos obtener
la ingente visión, la esplendidez de la vida ?
… desandar y reconstruir camino, siempre ha sido un empeño inefable,
pero quién asume los profundos desgarros, quién, quién  la terrible desolación que espera…

FLOR DE PUERTO PLATA "DOÑA ELENA ABREU"

        A la flor de Puerto Plata. Doña Elena Abreu. En la flor, su voz.   Anclada en la montaña, una flor, flor, oriunda del ...