Pablo Suárez (Hay seres humanos que sin ser poeta, son poesía)
VIEJO
PABLO, DESDE EL OLVIDO.
Es tanta la maleza y neblina en este amanecer,
que el viejo Pablo, con sus ojos invadidos de telarañas,
pretende
tocar las primeras espigas de arroz
que nacen más allá de las colinas
infectadas de mosquitos.
Ya el olor del café, se esparce
entre el bohío,
los mulos con sus alforjas llenas de sueños,
van recorriendo las laderas de
estos campos.
Corren las voces, aúlla el viento,
el caer de las castañas sobre los charcos del tiempo,
nos dicen: que el viejo Pablo, está
muriendo.
Que
está sumergido en la impronta
milenaria
de este reloj de hueso, quizás, sitiado,
como puerta que
la corroe el silencio.
1 comentario:
Gracias poeta por dejarnos disfrutar tu escrito de versos contundentes. " en la impronta milenaria de este reloj de hueso"
Gracias.
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