A UN HOMBRE
Al maestro de la plástica dominicana José Cestero
Un hombre que camina solo,
no está solo, camina con sus sueños,
al lado de fantasmas de colores,
desovándolo en el mar.
Un hombre que solo camina,
solo no está, vive bajo el manto
de arcoíris impermeables, engendrando
bocetos en los linderos del tiempo.
Un hombre que de lágrimas viste,
vestido está, sus manos dibujan
la ternura de una ciudad que aúlla,
de libélulas que revientan en soledad.
Un hombre que camina solo,
que de
lágrimas viste, que devora
todo el silencio del abismo, solo no
está.
despertar de pinceles en una puesta de
sol.
Un hombre que es una iglesia,
bendito él, surca la virginidad de la luz,
se postra ante la vendimia del universo,
y retorna vestido como ángel a morar en la capilla del
viento.
Fausto Antonio Aybar Ureña.
Fausto Antonio Aybar Ureña.
1 comentario:
Hermoso poema para un hombre que presenta la vida, la sociedad que lo vio nacer, que disfruta de plasmar en cada obra su sentir callejero, con su sombrero camina calle arriba y calle abajo por la calle el Conde donde tiene un pequeño espacio y allí, sin disimular , al desnudo plasma sus imágenes inspiradas en personajes y ruinas de la capital. Le aprecio mucho sin conocer mucho de su vida porque nunca he tenido la oportunidad de conversar sobre su obra pero la conozco desde muy joven y mi hermano tenía varias obras de él. Creo que este poema es un homenaje emblemático a un pintor que bien merece la distinción que usted le otorga . Gracias
Doris Melo.
Publicar un comentario