AUTOR. FAUSTO ANTONIO AYBAR
VOZ. ANA MARIA GARRIDO
(Mientra la humanidad pretende obviar sus grandes temores,
solo Jehova, es el sendero por donde los hombres nuevos transitaran).
SILENTE ORACIÓN
Solo,
arrodillado, la madera no hiere mi llanto,
cuatro lunas de cristal, gotas de sangre
que traspasan la historia, ya no hay costillas
que pretendan estremecer el olvido.
Solo,
desnudo, las oraciones vuelven del sendero
inequívoco de estos labios nauseabundos,
vuelvo la mirada a mis sombras más cercanas,
y puedo oler en la oquedad tu presencia.
Solo,
sin más de dos sílabas,
ángeles atrapados en el vitral, hostias diluidas
en las espesas lenguas de una noche sin final,
preámbulo de una lágrima, estación del amor.
Solo,
arrodillado, desnudo, cuantificando plegarias,
desenterrando dudas, crónicamente
el reloj duerme, los ademanes se confunden,
vuelvo la mirada hacia el madero
y una luz me perfora el alma.
Fausto Antonio Aybar Ureña
3 comentarios:
Me ha resultado de mucho gusto la lectura del poema, amigo.
Abrazo
... magnífico, magnífico, amigos; mis felicitaciones sinceras desde España. Orión
Hermoso poema amigo Fausto, tocó los hilos de mí corazón cristiano.
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