LA
CAJA MÁGICA
Nunca pude entender
porque cada vez que estaba en esa caja mágica me daba una vaina, ese tin-tin
constantemente sonando en mi cabeza, como cuando tenía que aprenderme la tabla
de multiplicar en mi infancia. El aire se escaseaba, yo respiraba pausadamente
por si se ofrecía alguna eventualidad. Tantas preguntas sin respuestas, tal
como, por qué el agua del río no deja de correr. El breve tiempo en esta caja
mágica parece medirse en años luz, eras de parecer, que hasta mi sombra tenia ciertas inclinaciones claustrofóbicas.
Decía la señora de
mantenimiento en una conversación de rutina,
que los muertos no salen, mucho menos un baká, ella siempre vivía
sonriendo, pero cuando entraba a la caja mágica la inundaba una sensación de
ahogo. Ese tin-tin, y yo buscando mil fórmulas para hacerme crecer el cabello,
en siendo crema me la he untado todas, esta calvicie es mi esclavitud, pero
sepan, no es mi complejo.
Ya en la caja mágica las
palabras se ausentan.
* Por favor dele al 2
* Pero yo voy para el 3
* Y si esta vaina se daña
* Bueno, eso sería lo
último
* Mejor ni hablar,
porque…….
Esta noche me puse mi
mejor perfume, las mujeres enloquecían, ¡waooo, es fantástico! verdaderamente que
soy un playboy. Es de entender porque la felicidad del pobre dura poco, ya está
aquí el señor de la corbata azul, y como es de esperar me envía a buscar
algunos documentos al segundo nivel, entonces la caja mágica abre sus puertas,
me invita a entrar, sospecho por momento que algo puede suceder, soy medio
cabaloso, pero “deber es deber”. Le doy para ir al segundo nivel, para mi
sorpresa, la caja se detiene, no abre sus puertas, todo está a oscura, el calor
comienza a molestar, los olores maravillosos del perfume se convierten en gases
tóxicos, comienzo a transpirar velozmente, me estoy asfixiando, desabrocho mi
camisa, dejo mis dedos pegados al botón de emergencia, se oyen ruidos al otro
lado, hay un corre, corre, alguien
intenta abrir la caja, me aterroriza la idea de que esta caja sea mi sarcófago,
entonces, retorna el tin-tin, la caja mágica se abre, yo salgo bruscamente, el
señor de la corbata azul asombrado pregunta: pero qué ha pasado, mientras yo,
sin percatarme y sin nada que responder, estaba desnudo.