El blog espejos y sombras se suma a la promoción del homenaje al poeta Federico Jóvine Bermúdez que realizara la Universidad Autónoma De Santo Domingo (UASD), donde asistirán poetas de todo el globo terráqueo. Una semana donde la poesía bañara el ombligo de América, República Dominicana.
El blog literario (Espejos Y Sombras) se complace en compartir con todos sus lectores del universo literario un trabajo sobre poesía a la patria llevado acabo por la Sociedad Cultural Renovación de la provincia de Puerto Plata, República Dominicana, donde los protagonistas son los niños. Este concurso literario (Por Nuestro País Primero) es la 37va versión que lleva acabo la institución. Es valorar la acción altruista de la Sociedad Cultural Renovación por la cultura y las artes en la provincia de Puerto Plata. Con este trabajo canto a la patria, la institución promueve los valores, y el legado de aquellos hombres que dejaron su vida por nuestra patria, Mil gracias a la Sociedad Cultural Renovación por ser fuente del desarrollo social y espiritual de la provincia. Es de recordar a nuestro universo literario, que seguiremos publicando todos los trabajos realizado por la Sociedad Cultural Renovación, porque nuestro propósito es hurgar para que ningún escrito quede en el olvido.
RIMA A GREGORIO
LUPERON
Karla Alay Guzmán
Almonte
Colegio Costambar
Tu apellido es una
firma
conocida en la nación,
en este país, todos
hablamos de ti,
Gregorio Luperón,
valorado y admirado
por ser la primera
espada
de nuestra gloriosa
restauración.
¡OH PATRIA!
Lismer Polanco
Madre Josefa Erickson
¡Oh patria!
Tan pequeña, tendida
sobre un istmo,
donde es más claro el
cielo. y más brillante el sol.
(West Hills, EE UU, 1819 - Camden, id., 1892) Poeta estadounidense. Hijo de madre holandesa y padre británico, fue el segundo de los nueve vástagos de una familia con escasos recursos económicos. Pasó sólo ocasionalmente por la escuela y pronto tuvo que empezar a trabajar, primero, y a pesar de su escasa formación académica, como maestro itinerante, y más tarde en una imprenta.
Walt Whitman (Retrato de Eakins, 1887)
Allí se despertó su afición por el periodismo, interés que le llevó a trabajar en varios diarios y revistas neoyorquinos. Nombrado director del Brooklyn Eagle en 1846, permaneció en el cargo sólo dos años debido a su disconformidad con la línea abiertamente proesclavista defendida por el periódico. Su afición por la ópera (género que influyó enormemente en su obra poética) le permitió coincidir en una noche de estreno con un dirigente del periódico de Nueva Orleans Crescent, quien lo convenció para que dejara Nueva York y aceptase una oferta para trabajar en el diario.
Durante el viaje hacia al Sur, que emprendió en 1848, tuvo la oportunidad de contemplar una realidad, la de provincias, para él totalmente desconocida y que, en definitiva, sería decisiva para su carrera futura. Por todo este conjunto de experiencias, cuando regresó a Nueva York, unos meses después, abandonó el periodismo y se entregó por completo a la escritura.
La primera edición de su gran obra, sin embargo, no vio la luz hasta 1855. Esta primera edición de Hojas de hierba (Leaves of grass) (habría otras ocho en vida del poeta) constaba de doce poemas, todos ellos sin título, y fue el propio Whitman quien se encargó de editarla y de llevarla a la imprenta. De los mil ejemplares de la tirada, Whitman vendió pocos y regaló la mayoría, uno de ellos a Ralph Waldo Emerson, importante figura de la escena literaria estadounidense y su primer admirador. Su crítica, muy positiva, motivó a Whitman para seguir escribiendo, a pesar de su ruinosa situación económica y de la nula repercusión que, en general, habían tenido sus poemas.
Al año siguiente apareció la segunda edición y, cuatro años más tarde, la tercera, que amplió con un poema de presentación y otro de despedida. La noticia de que su hermano George había sido herido, al comienzo de la Guerra Civil, le impulsó a abandonar Nueva York para ir a verle a Fredericksburg. Más tarde se trasladó a Washington D.C. donde, apesadumbrado por el sufrimiento de los soldados heridos, trabajó voluntariamente como ayudante de enfermería. Tras el fin de la contienda, se estableció en Washington, donde trabajó para la Administración. Allí publicó varios ensayos de contenido político, en los cuales defendía los ideales democráticos, pero rechazaba el materialismo que, a su juicio, impregnaba la vida y las aspiraciones de la sociedad estadounidense.
Aquejado de varias enfermedades, en 1873 se vio obligado a abandonar Washington y trasladarse a Camden, en Nueva Jersey, donde permaneció hasta su muerte. Dedicó los últimos años de su vida a revisar su obra poética, y a escribir nuevos poemas que fue incluyendo en las sucesivas ediciones de Hojas de hierba.
Whitman fue el primer poeta que experimentó las posibilidades del verso libre, sirviéndose para ello de un lenguaje sencillo y cercano a la prosa, a la vez que creaba una nueva mitología para la joven nación estadounidense, según los postulados del americanismo emergente. El individualismo, los relatos de sus propias experiencias, un tratamiento revolucionario del impulso erótico y la creencia en los valores universales de la democracia son los rasgos novedosos de su poética; en línea con el romanticismo del momento, propuso en su poesía una comunión entre los hombres y la naturaleza de signo cercano al panteísmo. Tanto por sus temas como por la forma, la poesía de Whitman se alejaba de todo cuanto se entendía habitualmente por poético, aunque supo crear con los nuevos materiales momentos de hondo lirismo.
FRASES DEL ESCRITOR
A mi juicio el mejor gobierno es el que deja a la gente en paz.
He aprendido que estar con aquello que me gusta es suficiente.
Ahora conozco el secreto de hacer la mejor persona: crecer bajo el aire abierto y comer y dormir con la tierra.
Lo que satisface el alma es la verdad.
Si llego a mi destino ahora mismo lo aceptaré con alegría y si no llego hasta que transcurran diez millones de años esperaré alegremente también.
La vida es lo poco que nos sobra de la muerte.
Estábamos juntos, el después lo he olvidado.
Me celebro y me canto.
Para mí cada hora del día y la noche es un indescriptible y perfecto milagro.
Si algo es sagrado ése es el cuerpo humano.
Cuando doy, doy a mi mismo.
“Una hoja de hierba”
Creo que una hoja de hierba, no es menos que el día de trabajo de las estrellas, y que una hormiga es perfecta, y un grano de arena, y el huevo del régulo, son igualmente perfectos, y que la rana es una obra maestra, digna de los señalados, y que la zarzamora podría adornar, los salones del paraíso, y que la articulación más pequeña de mi mano, avergüenza a las máquinas, y que la vaca que pasta, con su cabeza gacha, supera todas las estatuas, y que un ratón es milagro suficiente, como para hacer dudar, a seis trillones de infieles.
Descubro que en mí, se incorporaron, el gneiss y el carbón, el musgo de largos filamentos, frutas, granos y raíces. Que estoy estucado totalmente con los cuadrúpedos y los pájaros, que hubo motivos para lo que he dejado allá lejos y que puedo hacerlo volver atrás, y hacia mí, cuando quiera. Es vano acelerar la vergüenza, es vano que las plutónicas rocas, me envíen su calor al acercarme, es vano que el mastodonte se retrase, y se oculte detrás del polvo de sus huesos, es vano que se alejen los objetos muchas leguas y asuman formas multitudinales, es vano que el océano esculpa calaveras y se oculten en ellas los monstruos marinos, es vano que el aguilucho use de morada el cielo, es vano que la serpiente se deslice entre lianas y troncos, es vano que el reno huya refugiándose en lo recóndito del bosque, es vano que las morsas se dirijan al norte al Labrador. Yo les sigo velozmente, yo asciendo hasta el nido en la fisura del peñasco.
Walt Whitman
Cuando leí el libro
Cuando leí el libro, la célebre biografía, Me dije: "¿Es esto entonces lo que el autor llama una vida de hombre? ¿Escribirá alguien así mi vida una vez muerto yo? Como si algún hombre conociera realmente algo de mi vida, Cuando de hecho a menudo yo mismo pienso que poco o nada sé de mi vida, Salvo vagas nociones, débiles y difusas imágenes, Que persigo constantemente para poder exponer aquí".
Mira el mar infinito
Mira el mar infinito. Sobre su pecho sale a navegar un navío Que despliega sus velas, incluidas las de gavia. Su pendón ondea en lo alto mientras aumenta Su velocidad de manera majestuosa. Debajo, las olas rivalizan, Rodean al barco, apiñándose, Con brillantes movimientos circulares y espuma.
¡Oh yo, vida!
¡Oh yo, vida! Todas estas cuestiones me asaltan, Del desfile interminable de los desleales, De ciudades llenas de necios, De mí mismo, que me reprocho siempre, pues, ¿Quién es más necio que yo, ni más desleal? De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos Despreciables, de la lucha siempre renovada, De los malos resultados de todo, de las multitudes Afanosas y sórdidas que me rodean, De los años vacíos e inútiles de los demás, Yo entrelazado con los demás, La pregunta, ¡oh, mi yo!, la triste pregunta que Vuelve: "¿Qué hay de bueno en todo esto?" Y la respuesta: "Que estás aquí, que existen la vida y la identidad, Que prosigue el poderoso drama y que quizás Tú contribuyes a él con tu rima".
Me celebro y me canto a mí mismo
Me celebro y me canto a mí mismo. Y lo que yo asuma tú también habrás de asumir, Pues cada átomo mío es también tuyo. Vago al azar e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo sobre la tierra, Para contemplar un tallo de hierba.
Mi lengua, cada molécula de mi sangre formada por esta tierra y este aire. Nacido aquí de padres cuyos padres nacieron aquí y Cuyos padres también aquí nacieron. A los treita y siete años de edad, gozando de perfecta salud, Comienzo y espero no detenerme hasta morir.
Que se callen los credos y las escuelas, Que retrocedan un momento, conscientes de lo que son y Sin olvidarlo nunca. Me brindo al bien y al mal, me permito hablar hasta correr peligro. Naturaleza sin freno, original energía.
Yo soy aquel a quien atormenta
Yo soy aquel a quien atormenta el deseo amoroso, ¿No gravita la Tierra? ¿No atrae la materia Atormentada a la materia? Así mi cuerpo atrae a los cuerpos de todos aquellos A quienes encuentro o conozco.
DEDICADA AL POETA Y NARRADOR ( RENE DEL RISCO BERMUDEZ )
Nació en la provincia de San Pedro de Macorís el día 9 de mayo de 1937. Fue un poeta, narrador y publicista dominicano.
Del Risco Bermúdez es considerado una de las figuras esenciales en el tránsito de la literatura dominicana desde la "Era de Trujillo" a los intentos de democratizar el país a principios de los años 60.
Su abuelo fue Federico Bermúdez, el primer poeta social dominicano. Fue primo del publicista, locutor y presentador de televisión Yaqui Núñez del Risco, a quien introdujo al mundo de la publicidad.
A finales de los años 50 se trasladó a Santo Domingo, entonces Ciudad Trujillo, para estudiar derecho a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Se vinculó a la lucha contra el trujillato, formando parte del Movimiento Revolucionario 14 de Junio.
En 1960 es apresado y deportado a Puerto Rico. Cuando regresa a la Isla, en 1962, se dedica principalmente a la literatura.
Durante la Guerra de Abril de 1965 se integró al grupo de Artistas de Arte y Liberación, que se plantearon un trabajo de apoyo al movimiento constitucionalista. Pasada la Guerra se dedicó a la publicidad, fundando a principios de los años 70 la publicitaria RETHO.
Su poemario "El viento frío" (1967) fue criticado por la conciencia que tuvo en torno a la crisis del sujeto tras la Guerra de Abril.
Con René del Risco Bermúdez la literatura dominicana se integra por completo al denominado "boom" de la literatura latinoamericana. Su interés por la escritura de cuentos y la poesía lo vinculó con agrupaciones culturales como "La Máscara", donde comenzó y se confirmó su vena literaria. Del Risco realizó una labor de articulista, a la vez que se relacionó con el quehacer radiofónico a través de programas como “Atardecer” en HI1J y el programa “Montecarlo” en HIJB.
Fue fundador junto a figuras como Marcio Veloz Maggiolo, Miguel Alfonseca y Ramón Francisco del grupo cultural “El Puño”. Algunos de sus escritos son "El viento frío" (poemas) y cuentos como "En el barrio no hay banderas" y "Ahora que vuelvo Ton”. Este último, fue adaptado para televisión por el cineasta Jimmy Sierra.
Dejó inédita la novela "El cumpleaños de Porfirio Chávez", donde trata las consecuencias del trujillato sobre la vida cotidiana en los años 40 de su Macorís natal. La obra fue publicada por Ediciones Cielonaranja, y fue considerada por el crítico Miguel D. Mena como "el eslabón perdido de la literatura dominicana", debido a la manera en que se adelantó en temas que luego serían tópicos en la literatura latinoamericana, como la figura del dictador y el sentido del bolero en la sociedad dominicana.
Entre sus obras publicadas están:
El viento frío (poesía en 1967)
Ahora que vuelvo, Tom... (1968)
En el barrio no hay banderas (Cuentos en 1974-1989)
Cuentos y poemas completos (1981)
Obra completa (tres tomos) Ediciones Cielonaranja
El cumpleaños de Porfirio Chávez (novela)
Falleció en Santo Domingo el 20 de diciembre de 1972, en un trágico accidente en la avenida «George Washington» (Malecón), a los 35 años de edad.
Inmolada la noche, emerge de un grito el día. Emancipada la palabra, los sueños fluyen, el horizonte es una utopía más. Si con mi llanto pudiera retornarte, entregaría totalmente mis ojos al mar. Lo único que hiere a la muerte, es la inmortalidad. Me urge tu mirada, tan distante, habitando en la lejana soledad de una tierra olvidada. Me urge tu futuro, simple utopía, de una tierra que llora. Hay un poema colgando en los labios, una sonrisa emanando de los ojos salados de la noche.
La noche tiene un olor a poesía, por tal razón, tiene un olor a libertad.
Un mundo sin poesía, es tan sólo, un mundo sin sueños. Si el tiempo se arrugase como yo, entonces, fuera indeleble como él. Mi musa, la senda por donde transita mi corazón, el único refugio donde me siento libre. En la distancia emerge la luna, en sus madrigueras, los veleros duermen. Detrás de ti este manto azul, ángel maravillosamente minúsculo, el día duerme, la noche despierta, un camaleón emerge del ocaso. Allá, en el horizonte distante, navegan las palabras, se conjugan los sueños, y me pregunto, ¿Dónde volveré a nacer?
En la mansedumbre de la transparencia, azules sueños emanan, cual transpirar de peces al regurgitar el sol.
Ya no percibo el fétido olor del tiempo sobre el mar, en los sueños itinerantes, reflujos de sirenas azules, ahogan el llanto de la luna.
Si por el contrario despierto en otra constelación, nunca olvidare que me geste en tu vientre; Mujer, indeleble flor del universo.
Percibo un cierto olor a mar en tu piel, no es una metáfora de lejanía, es sólo el viento rebuscando en tus ojos de sirena taciturna.De
Se desplaza la noche sobre los vastos trigales, en los bohios, la luna desova sus sueños, intacta la sombra, el eco duerme.
Ruedan los versos sobre tu piel de mujer vegetal, tipificada el alba, un arcoiris aúlla. De la distancia remota, a una legua de olvido, varado esta el corazón Somos aves, emigrantes del tiempo, fuerte flor de acero anclada en los ojos del sol. En este mundo de espejos, cristalizadas las musas, las sombras huyen. Resurrección del calidoscopio, borbotear de utopías en el embrión de la noche, florecer del rocío. Suspendido el eco, de la tierra brota el grito, en las manos, florecen los sueños. Trasnochada la luna, en los parques, los fantasmas celebran la languidez de la noche. Desde un archipiélago de voces te invoco, presurosa la noche, despiertan los duendes sobre estelas de llanto. Trémulas las olas iban y venían al compás de la canción, en tu voz, un sinsonte emergia en la longevidad. He percibido un conato de versos en mis labios, anarquía de fantasmas en mis sueños. En el vientre de la tierra un niño duerme, en los anaqueles, los libros lloran. Han herido tanto el canto, que ya no es canto, es una sinfónica melodía de libertad. Asombrados estamos, aunque vivimos eternamente eclipsados. Detrás de las luciérnagas, cómplices voces susurran al viento.