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lunes, 28 de junio de 2021

HAIKU (UN RELÁMPAGO QUE SORPRENDE EL ALMA)

 

                                                       HAIKU


Arboles mudan

           las calles vestidas de sol

otros otoños 




Viene la lluvia
En la blanca glorieta
palomas rondan





Golpes del viento

              Aquí, un árbol sin nombre

solo envejece 




Equilibristas

            tomando el sol del día

son las tórtolas






Copos de nieve

dentro de la cabaña

la luz del fuego



Estela de luz

               partido en dos el cielo

el relámpago 


 


                                                                 

Cada mañana

            pizca de maíz al suelo

palomas vuelan


 



Espiga en fuego 

       aguarda  ser desposada    
diestro coliflor



 


Noche en silencio

        en un sendero a oscura      

la luciérnaga 


 


Vivaz el fuego
        melopea en el aire
olor a café


 
 


Por esta senda

          solo una alfombra crece

silente el musgo 






Llueve a cántaro

             por el trecho enlodado

un saltamontes  


 



Aljibe en la flor

           remojada la rana

la tarde acecha





Vasta soledad

             sobre la arena un árbol

Presagia sombras 




Trepadora flor

                hacia un techo sin limite

suben pétalos





Rama que vuela

            hacia un nido cercano

Ágil paloma


 


Flama que brota

            de madera quemada

vestido de humo















sábado, 12 de junio de 2021

POEMA (OJOS) A LA MEMORIA DE MI PADRE..

 




"Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre; ya lo llevaba dentro"

Octavio Paz 


OJOS 

A la memoria de mi padre

Fausto Antonio Aybar Liriano. 


En los ojos de mi padre

pernoctó un poema.

                               Un poema que arrullo  el viento.

                               Un poema que vistió musas dormidas.

Un poema que sembró raíces en otras tierras.

Un poema que se alojo en mis ojos

                                                      después que mi padre partió

                                                       a dialogar con el tiempo.

Un poema que llego a mis ojos

colgando de una lagrima preñada de versos.

                                                 Un poema sin final,

                                                  herido  de perpetuidad. 

                                 De los ojos de mi padre partió

                                un poema a mis ojos,

y de mis ojos partirá a los

ojos de mis ojos, y de los ojos

                                               de los ojos de mis ojos

                                               a otros ojos, hasta que vuelva

a encontrar los ojos de mi padre.

Y ya el poema, 

                       no será poema,

                       será una canción.


lunes, 24 de mayo de 2021

MARCOS SILBER: HUMANA POESÍA (ARGENTINA)



Cuando lo conceptual, estético, sensible, creativo y humano se conjuga en un poeta, podemos decir que la poesía como madre de todo lo creado ha dado a luz la palabra redentora, ha gestado la inmortalidad,  por tal razón evoco a la poeta soviética Shainko al decir: "los poetas no mueren, se van" porque el poeta argentino Marcos Silber no ha muerto, su soplo de vida esta al lado del viento encarnando a los poetas de ayer, de hoy y mañana, encarnando el lenguaje de una humanidad que resiste a morir de asombro, encarnando una naturaleza que solo quiere ver en los ojos del hombre una fuente de bondad. Hurgar en el mundo poético de Marcos Silber es como nacer en la infinita sobriedad de un lenguaje que pide a grito un hombre nuevo, con un verbo nuevo, es como nacer en su humanidad. Pero para conocer al poeta hay que conocer sus textos. Por tal razón el blog Espejos y Sombras en memoria a su incólume trayectoria deja a todos sus lectores algunos poemas para degustar y reflexionar. 


 


                            MARCOS SILBER POETA ARGENTINO (1934-2021)


 1911

Lo veo.
Desde la borda del poema lo veo.
Catorce años tiene el que va a ser mi padre.
Viene en “Arlanza”. No me ve.
No tiene rostro la tierra que lo espera.
Avanza la nave que muerde aguas de extraños idiomas.
No lee ni escribe el que va a ser mi padre.
Helado trae el dibujo de la letra.
Oigo el naufragio de sus vapores de adentro
y su silencio me da garrotazos por la cabeza.
Grandotas tinieblas le bailan alrededor.
Duele el frío sobre la cubierta.
El muchachito no me ve pero me dicta:
“congoja”, apunte la palabra “congoja”, hijo,
y apunte “susto”, y no deje de apuntar “soledad”.
Una palabra de lana vuela hasta su cuello,
otra de abrigo desciende sobre sus hombros.
No lee ni escribe el que va a ser mi padre.
Respira un verde aire de consuelo
cuando me sueña escribiendo
en su sueño de más felicidad.
Y se detiene el que será su forzado carro de labor
para dictarme: apunte, hijo,
la palabra “trabajo y “techo” y “cama” apunte
y también “sopa de pollo
con sus flotantes monedas de oro”.
Lo veo. No me ve.
Le oigo: “tome la mano, hijo,
guíela,
escribamos”.

MI GATA

Ama la poesía.
Acude al susurro de la pluma
y se echa lista para oírme.
Iza la cola si aprueba;
baja los párpados cuando no.
Ama la poesía la tierna putita
meretriz del burdel de los felinos.

La leo:
"es en vano,
no sobreviviré a ninguna de mis palabras;
la carroza del tiempo me cargará
y llevará lejos de ahora
para dejarme donde todo es nada y vacío."
Me mira
mi gata que ama la poesía.
Sólo me mira.
De sus ojos
bajan lágrimas de humano color.


Alegorías

Cuando escribo “ellos”
aparece el retrato de mi gente.
Si digo “derrota”
es porque nos cruzamos sin advertirnos.
Apunto “fuego”, para regresar
a la caverna donde recuperar mi sombra.
Copio “partidas” y se oye
el aullido negro de perros abandonados.
Subrayo “juego” y bajan colores
y más colores para batir a la niebla.
“Mesa” descubre un jardín de sublimes porcelanas.
“Sueño”, señala a la gigante bestia que baila feliz.
“Lilas”, se ofrecen para que las lleve al poema.
Cuando anoto “tranvía “acude el temblor
de una emoción de olas que no ceden.
“Abuelo” se presenta para que descubra
el desconocido rostro de su voz.
Y si dibujo el nombre de mi amada
será la rendición de los enemigos;
a saber: la soledad, la zozobra,
y la perversa lámpara
que me alumbra la puerta de salida.  


Cosas/Cositas
Se van a quedar así, eternas en estante biblioteca
como desde un mirador a la nada?
(No se hagan las distraídas). Saben que
en la noche de algún día, la recaudadora de vida
va a llegar, me bajará del elenco
y cargará hasta el hoyo final.
Pan para la boca del recuerdo, cosas y cositas
(no se hagan las distraídas) lejanas, impasibles,
oyen el negro golpe de la llamada, y van a quedarse?
Así, muerto de aburrimiento el acero virgen
de cuchillos decorativos?
Así, el tiburón de jade que sueña
con la ballenita de los ojos de almendra?
Así, el trofeo- deportivo-
de cuando mi topadora corporal iba, sólo iba?
Así, las pipas de los humos que el viento se llevó?
La cajita -madera raíz de árbol memorioso-
guardiana del rizo dorado de?...
Así, la torrecita biznieta de la abuela Eiffel?
Cosas y cositas (no se hagan las distraídas)
se van a quedar así, sin una queja, un alboroto
de resistencia, un corte de ruta?
Así, desertoras, mirando para otro lado?
Y usted, Don Fernando Pessoa –mudado a retrato–
(marco de plata, qué menos).
Es posible, pregunto, ni una arruga de ceja suya,
ni un guiño para este pagano?
Este yo que lo veneró, este devoto de cada otro suyo.
Usted también Don Fernando?
Usted también?

No dejes de escribir 

En la última carta me decía
no te arborices. Eso me decía,
no te disperses.
Enfila los soldaditos de tu factoría
en dirección del mar
hasta la boca de la ballena habladora.
No te distraigas me decía,
no te salgas de la inquietud, eso me decía
no te apartes del cuenco
donde se cocinan las perlas del mago
y la voz de tu amada.
No te duermas me decía,
no te alejes de la luz, eso me decía,
la que da en la frente de la sagrada palabra.
No abandones la marcha
la del felino que marca la cadencia.
Resulta tan escaso
el aire que resta en los pulmones…
Eso me decía.
El día la vida recién comienza.
También la muerte la noche. 


La Pequeña Fraülin Martina

Abuelo Klaus jura:
             No sé, no recuerdo, no vi.

 

Irresistible el cielo del azul de sus ojos
como el cielo de Baviera.
(Es azul el cielo de Baviera? )
Inevitable el azul de su mirar
como el aire de la mañana de Baviera.
(Es azul el aire de la mañana de Baviera?)
Fraülin Martina trae azules desde las fuentes
de aguas de azules Danubios
en los ojos de abuelo Klaus
con quietud de vacío de bosques azules
clamoroso de azules vocecitas
de niñitos azules con ojos de cielo de Baviera.
(Es azul el cielo de Baviera?)
Lleva mudo los ojos el abuelo Klaus
helado el azul de ver mieditos
y tinieblas azules
del otro lado de las alambradas
sobre la escena del ayer de atrás..
Fraülin Martina sonríe
y se ilumina su inocencia azul
como el azul del cielo de Baviera.
(El cielo de Baviera es azul?) 

martes, 4 de mayo de 2021

POEMA (CONTAMINADO)

 



                                                                       CONTAMINADO

                                                          Está lloviendo

                          en la profundidad del mar,

 peces voladores

                               en su osadía intentan

                                                                       tocar el cielo.

Contaminadas y plásticas nubes

                                                       los ahuyentan,

y con tan solo un trozo de sueño,

                                                         vuelven  a su refugio liquido

              a llorar el universo.



martes, 6 de abril de 2021

POEMA (ELEGÍA BREVE PARA UNA HISTORIA LARGA) A LAS MADRES, ABUELAS Y BISABUELAS ARGENTINAS.

 



ELEGÍA BREVE PARA UNA HISTORIA LARGA.
A las madres, abuelas y bisabuelas argentinas de la plaza de Mayo.


Al asomarse el sol,
vestido de gloria a la plaza mayor,
ve pasar un niño, y no ve su sombra,
una mujer, y no ve su sombra.
un obrero, y no ve su sombra,
un estudiante, y no ve su sombra.
Entonces, el sol,
ya no vestido de gloria, sino de llanto,
reclamó a las sombras que devoraron las sombras.
Y las sombras que devoraron las sombras
intentaron borrar de la historia
a las sombras del sol.
Mas las sombras de las sombras
que fueron desterradas de sus cuerpos,
se levantaron como una sola sombra,
desovaron en los confines del tiempo su verdad,
y llevaron al patíbulo del infierno
a las sombras que asesinaron las sombras
de las sombras de mayo.

Fausto Antonio Aybar Ureña.


viernes, 19 de marzo de 2021

POEMA (BREVEDAD DE LA DANZA II)

 












BREVEDAD DE LA DANZA II

 

¡Oh libélula!

                     Hábitat de colores trémulos

Maná de rapsodia por venir,

                                                alas de seda inmolando versos.

Reten de noctámbulos

                                        exorcizados por el tiempo.

Sepúltame en tu vientre,

                                            y reprime toda raíz amarga

que intoxica mis sueños, 

                                          que ahuyenta mi alma.

¡Oh libélula!

                     Danzarina del aura desnuda,

Lienzo en oscilación,

                                       nido efímero de lo eterno,

Oleo de musas en rebeldía,  

                                              audaz zigzaguear  del espanto.

Ven, reinvéntate en mí.

                                          Eco del hombre negado,

Vuelo inconcluso,

                              del avispón derrotado.

¡Oh Libélula!

                      embrión

                                   de cantos milenarios,

Contorsión de virgen dormida.

                                                      ¡Regurgita!

y lanza a este  ignoto 

                                        de un escupitajo,

a la fosa  iracunda

                                de los duendes que intentan

someter  al viento.   


lunes, 1 de marzo de 2021

POEMA (BREVEDAD DE LA DANZA I)

 




BREVEDAD DE LA DANZA

Fausto Aybar   

 

¡Oh, mariposa negra,

           de osamenta blanca!

Cíclope de los tiempos mutantes, 

           Inmaculada  sonrisa del dios café.

Olor musical de corcheas mudas,

           fusa del heredero extraviado.

Vértigo de sombras emanando

           de un alma en reposo,

residuo del éter emancipado,

           desnudez de la palabra inmolada.

 Detén tu vuelo, y despósate

            en la lividez de éste agravio,

vestido de carne,

           vestido de llanto.

¡Oh mariposa negra,

           de osamenta blanca!

Luna llena en planeta insólito,

           efímero vuelo del torso asombrado.

Detén tu aletear, y deja descansar tus alas,

           tus ingrávidos sueños,  

y pernóctate en éste miliciano,

           herido de vida,

herido de olvido.


jueves, 31 de diciembre de 2020

POEMA (DESPEDIDA DE LA NOCHE QUE SE QUEDA) 2020

 

Algún día en el futuro lejano, un holograma contara esta historia, de la cual nadie quiso ser protagonista.  



Poema (Despedida de la noche que se queda)

 

Una noche vieja se va,

pero se queda, se queda el dolor

por los que partieron,

la angustia de que también nos iremos.

 

Una noche vieja se va,

se va, hacia el sendero más oscuro de la historia,

pero se queda, se queda en la memoria

de unos mortales que pretendieron ser inmortales.

 

Una noche vieja se va,

para que también vuelva un viejo día,

para que vuelvan los fantasmas de la luz

habitar los campos del silencio.

 

Una noche vieja se va,

se va una vieja noche,

pero se queda el abrazo reprimido,

la urgente necesidad, del grito libertad.

 

Una larga y vieja noche se va,

se va, hacia un largo y viejo día,

porque se va, y se queda como una minúscula oración

en estos cuerpos que no asienten una miga  de soledad.   

 

Una noche vieja,

quizás,  se vaya o se quede,

porque un largo y viejo día volverá al vientre de una vieja y larga noche,

aunque el olvido  intente ahogar la eternidad .

Fausto Antonio Aybar Ureña 

viernes, 25 de diciembre de 2020

¿Por qué ?

 








¿Por qué?

 

¿Por qué me eliges a mí?

Hombre común, que viste pantalón corto, pantuflas y gorra,

que cocina bajo sal, y no es vegetariano,

que no entiende de vinos ni de dioses.

 

¿Por qué yo?

Si solo soy un transeúnte más en está agitada y abrumada selva geométrica.

Si solo soy una luciérnaga en su último intento de luz,

residuo del día que no volverá. 

 

¡Sí!

A ti te pregunto poesía

¿Por qué yo?

Polilla del madero invadido por la sangre de toda la sangre

de aquel que dejo su sangre para redimirnos.

 

¿Por qué me ha elegido como siervo de tu voz?

Esa  voz que no cesa de hurgar en mis sueños, 

 que clama por el hombre, y me sumerge en su dolor.

 

¿Por qué, por qué yo, poesía?

Habitante del asombro,

buzo sumergido en un vertedero de olvido,

exiliado del llanto, reo del verso,

ermitaño, transgredido átomo de una historia agraviada.

 

¿Por qué, por qué yo?  

Alfonso Caraballo, por el camino del silencio.

         Alfonso Caraballo, por el camino del silencio.  Por. Fausto Aybar "Liz" El blog Espejos y Sombras, en su búsqueda del...