Pequita
Después que la noche
desmigaja mis sueños,
pesadillas pasan sobre
mis senderos, al llegar
una sombra lame mis manos
chiquita y tierna
traviesa e inquieta
por momento me inunda
el alma de quietud,
se adhiere a mi piel
como luciérnaga al silencio,
hace descomulgar a los fantasmas
que habitan en este cementerio
de orquídeas y rosas
Seguidores
viernes, 4 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Alfonso Caraballo, por el camino del silencio.
Alfonso Caraballo, por el camino del silencio. Por. Fausto Aybar "Liz" El blog Espejos y Sombras, en su búsqueda del...
-
José Ramón López Lora. Hurgando en un escritor que habita...
No hay comentarios:
Publicar un comentario