EN
EL CAMINO, UN REGALO DE FE (MICRO-RELATO)
Dedicado para aquella señora que leía la biblia bajo el gran árbol de caucho
del Km7
Dedicado para aquella señora que leía la biblia bajo el gran árbol de caucho
del Km7
Biblia en manos, el gran árbol de caucho la protege,
un universo de arrugas se posa en sus mejillas,
los rumiantes no defecan cuando el sol llora,
los caminantes en filas huyen del colesterol,
un universo de arrugas se posa en sus mejillas,
los rumiantes no defecan cuando el sol llora,
los caminantes en filas huyen del colesterol,
la lluvia, emanaciones de verticales rocíos.
Es invierno aun, ¿qué versículo leerá?, quizás el salmo 23.
Es invierno aun, ¿qué versículo leerá?, quizás el salmo 23.
Nadie sabes el porqué de leer, es larga su edad, los faroles del parque
parpadean cuando se asoma la noche.
Los niños posados a su alrededor juguetean, transmutan las orugas,
las mariposas, baños de arco iris entre las sombras.
Alguien pregunta, ¿cómo lee usted?
parpadean cuando se asoma la noche.
Los niños posados a su alrededor juguetean, transmutan las orugas,
las mariposas, baños de arco iris entre las sombras.
Alguien pregunta, ¿cómo lee usted?
Ella en su eterna felicidad responde:
no es con los ojos; es con el corazón. Fausto Antonio Aybar.
2 comentarios:
Como siempre Fausto, un estupendo poema , que leo y disfruto con placer poeta
Un abrazo
Un aliento de vida, plasmado con el corazón a las miradas del amor.
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