BIOGRAFÍA DE UNA SOMBRA
Del libro Plegarias Del Tiempo
Yo llegué a este mundo
cuando el invierno pretendía aniquilar
el aliento, llegué más que desnudo, llegué
entre los huesos, llegué entre los gritos
de algunos maniquíes olvidados.
Llegué dos onzas para la muerte,
dos segundo más tarde que un aletear de mariposa,
llegué interpelando cada sombra que delataba los sueños.
Yo llegué exhausto, devorando figuras convexas,
bebiendo del liquido blasfemo de la historia.
Yo llegué sobre el polvo
de un cometa extinto, infortunado
por fantasmas de colores, husmeando
entre las bolsas vacías de los reyes magos,
llegué precisamente cuando capricornio
mordía todo el dolor de su soledad.
Llegué atónito por el llanto reprimido,
por una herida en el costado, llegué sigiloso
buscando entre la memoria de lo inexistente,
llegué pretendiendo volver a mi estado fetal.
Y asombrosamente ahí estaba ella, derrochando
todo su amor sobre mi carne, limpiando cada
herida de mis almas pasadas.
Ella, yo, en un sueño aleatorio, los reyes magos,
pura ficción, mas cada Enero al despertar, sólo
ella, la vieja Belén, llena este corazón de una explosión
de amor. Porque yo llegué a este mundo, cuando ella
se vestía de oración.
Fausto Antonio Aybar
1 comentario:
Muy bien se me da el poema, amigo.
Abrazos
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