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lunes, 3 de agosto de 2020

FRATERNIDAD POÉTICA III (PLANETA DE LOS MONOS)



La imagen puede contener: texto que dice "1 al 16 de julio 2020 FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA EL PLANETA DE LOS MONOS FB EL MONO ARMADO IG EL MONO ARMADO EM Armado Armado"



La imagen puede contener: una persona, gafas de sol y primer plano

Deby Mayol

 

 LIMOSNA

"El silencio se afina como un hilo de plomo
escribe oscuridad
y con la misma tinta escribe hambre"
Laura Yasan

El silencio es como un martillo
ante el hambre
que perfora 
y cae
en un saco hueco.

Dignidad fusilada,
el mendigo solo calla
solo sufre
solo implora.

Con los pies asperjados de barro,
su trémula mano extendida
y un semblante aciago
emula a Cristo
desde la puerta de la 
iglesia.

Una niña rostro de eucaristía 
ofrece un pedacito de pan 
mientras sus pies de gacela
pintan el arco iris.

El silencio ahora se viste de gracia
y un mar de lágrimas 
lo limpia de tanta indiferencia
de tanta hipocresía 
mientras el santo de lejos, mira.

 

 La imagen puede contener: Sandra Gudiño, sentada

Sandra Gudiño (Argentina)

 

Si fuera un árbol

 

 

me tiraría a la sombra 

por la siesta 

con un libro que no aburra  

o bajaría de la rama más alta  

con maña de gato 

el viento entre los dedos 

en la boca una rata. 

 

Si fuera una casa      sería ciega 

el dolor es endémico en la vida. 

Si fuera una puerta 

verde 

miraría al este       no tendría cerradura. 

Pero si fuera una ventana 

tendría la forma de una pupila 

el mundo entraría a chorros 

sin importar la hora. 

Si fuera un verso  

tendría la irreverencia 

de cuatro palabras: 

este poema no existe. 

Me miro los pies 

pienso en el siguiente paso 

si fuera ese paso 

                             avanzaría. 

 

 

 La imagen puede contener: Maria Palitachi

María Palitachi (República Dominicana)

 

 

Es niña

 

 

Desperté con un grito a la vida

es niña

anunció la matrona

 

Me transformaron en artesana

perdiendo entre los escombros

las imágenes de un pasado

 

Bajo la seducción de la luna

la reclaman de nuevo

es mujer

diáfana y cristalina

llena de zumbidos e inquietudes

que estallan en fragmentos

de un pasado

 

Antes de la niñez

era una simple trovadora

desafiando el infinito y

poblando esqueletos de otras vida

 

Renazco con las palabras

es otra niña

donde la muerte se evapora

y reaparece con el llanto y grito

de lo que fue

era niña.

 

 La imagen puede contener: Mónica Fazzini, sonriendo, gafas e interior, texto que dice "GRUPO DE POESI FUNDADO EN 2003 S"

Mónica Fazzini (Argentina)

Nieve íntima

 

Vengo del fuego
de un día feroz.
Saboreo, por fin,
el gusto a lo familiar:
el vendedor de flores,
el sobresalto del perro tras la reja,
los graffitis cifrados,
mi puerta.

Entro y advierto
unas aves blancas en el patio.

Greta
no me recibe con sus maullidos,
es una esfinge de diosa egipcia.
Fija su vista en el tiempo suspendido.
Me incita a detenerme en medio del día.

Salgo al patio,
me acaricia la levedad.
Abro las palmas al milagro.
No puedo dejar de sonreírle al cielo
y a esta nieve íntima que se me ofrece.
  

 

 La imagen puede contener: María Cristina Chiama, sentada y gafas

 

 Maria Cristina Chiama (Argentina)

Poemas de bolsillo

 

A veces sucede

que me retienen

                           por descuido

ciertas hamacas vencidas

no sé

           tal vez

este apego

al borde de los nidos

a toda posibilidad viajera

 

                                       a  veces

pasa

        que las cosas

se retraen en mis ojos

con un olor

                  de tierra y agua

y vuelvo a demorarme

entre el mimbre gastado

y la serenidad de la madera

 

yo sé

         que por descuido

no siempre

                  pero de tarde.

 

 

 La imagen puede contener: una persona

 

Veronica Ruscio (Argentina)

RING
                  El estadio es una hoguera.
                                   Osvaldo Principi


D
e los fornidos cuerpos, caen las batas.
¡Señoras y señores, toca la campana!
Él en un rincón y ella en el otro.
Se miden, dan unos pasos, arman círculo.
Se han dicho tantas cosas en la semana.
Te voy a partir la cara el sábado.
Te voy a ver arrodillada pidiendo más.
La tensión está en el aire.
Los contrincantes se huelen y se acercan.
Ella alarga el brazo.
Él hace un juego de cintura
que ni Nicolino Locche.
No tienen ni un pelo de miedo los muchachos.
Se desafían igual que en la semana.
El silencio lo ha invadido todo.
Lo único que cuenta es este cuadrilátero.
Y, de un momento a otro,
comenzará el ataque.
Ella amaga ir a la boca, pero va al pecho.
Él aguanta el duro golpe y va girando.
Baja la mirada. Encuentra un punto flaco
y va con fuerza con la derecha.
Seguramente le valdrá unos buenos puntos.
Las piernas bailan
se entrecruzan, van y vienen.
Los músculos firmes se marcan en la lucha.
El cuerpo entero, bañado de sudor.
La respiración, agitada.
La carne de una choca
contra la del otro.
Los embates son cada vez más duros.
Qué gancho, por favor.
¡La sangre hierve!
Él mueve una vez más la cintura.
Entra y sale, sus descargas
no se detienen.
Ella se viene. ¿Podrá el morocho?
Pero qué golpe mortal, señores.
Miren las piernas de ella,
son tan fuertes.
Qué buena parada tiene la campeona.
¡Quema, quema, quema!
Pero atención, señores,
¡que ambos pugilistas han caído!
Han quedado tendidos en la lona.
El final es inminente.
Gran suspenso.
Pasan uno, cinco, ocho segundos.
¡Acaba, acaba!
¡Se termina!
¡Diez segundos! ¡Diez segundos!
Ninguno de los cuerpos ya se mueve.
¡Nocaut, señores, nocaut!
¡Nocaut doble!
¡Y qué magnífica pelea!

 

 

 

 

 

 

 La imagen puede contener: Margarita Soto Frossard

 

 Margarita Soto Frossard

 

Sin luna

 

En las tinieblas vacías

de la soledad sin luna

el reflejo de mi sombra

se trepo por tu nube

la cerrazón del sentir

se escondió bajo el crespúsculo

y el silencio navego por las lagrimas de la aurora

en el centro de mi espíritu

sumergieron las punzadas que pronunciaban

aullidos repetidos entre lamentos

y una aurora remota con chispazos prohibidos

afloraba en el umbral enigmático de mis tormentos

oculte recuerdos anónimos en el viento

y una pizca se asomo sobre el futuro

camine sobre el paisaje de tu memoria

sentí tu corazón tan remoto, tan apartado

que mi presencia se hizo fugaz en tu historia

resonaron tus ojos en mi pecho

y flores secas cayeron sobre mi ausencia     

 

 La imagen puede contener: una o varias personas, noche y primer plano

 

Flora Levi (Argentina)

 

 

Diarios viejos

 

La caña del baldío

el hilo del matahambre

Y de tu bolsa de costura cinta para la cola

 te acordás?

Le digo a la foto en la mesa de luz

el silencio es azul y llora.

 

 

8AM

 

Impune

atravesó la puerta

me tapo la boca

se sentó en la cama

me apunto y dijo

si gritas te mato

y yo grité  


miércoles, 22 de julio de 2020

FRATERNIDAD POÉTICA II (PLANETA DE LOS MONOS) A POEMAZO LIMPIO


Las hormigas nos enseñan que en la unión está la fortaleza, y como un forastero de otra galaxia me asome a ese esxtraño lugar llamado el planeta de los monos, donde puede notar una unísona fraternidad de sus integrantes, por cierto de nombres poetas, donde la diversidad es su estandarte, el poder de la palabra su instrumento más fiel para defender la humanidad.
Pues lectores del blog Espejos y Sombra dejo esta II entrega de (a poemazo limpio), y seguiré como un Quijote más detrás de la poesía, detrás de los seres humanos que son elegido por la poesía para que en la diversidad sean sus voces.     



La imagen puede contener: Beatriz Elena Puertas, sentada


BEATRIZ ELENA PUERTAS (Argentina)

LA PARTIDA

no… no tengo el alma dividida en tres
solo un temblor de hojas en el viento
se cobija en mis manos
y no sé qué es el alma
 tal vez algún hueso quebrantado por la melancolía
que impide comenzar
 el lunes/el martes
cada día/que trae su carcajada/ su enojo/ su belleza
 y tras la ligereza de curarlo todo
 para que el mundo siga me niego a levantarme/
en enero se fue una de los tres
 la que coleccionaba imágenes
 como una ráfaga hacia ninguna parte
 después el otro que tropezaba
 contra las palabras hasta arrancar
 un discurso libertario a pura juventud
 hace poco en abril/el viejo amor,
también partió y odio ese verbo
 que los llevó tan lejos
 ya no los tengo ni los tiene nadie
 solo son fotos solo son recuerdos
 los que crean dirán que al irse ellos
 se encontrarán en un jardín inmenso
 los que saben que esto es irreversible
 echarán la soledad por el embudo de lo perecedero
 yo me pondré en el centro de la cosa porque creo y no creo


TÍA CLELIA

entré a su casa por un pasillo largo que llevaba hasta el patio

tantos años/ tantas luchas

tantos cuerpos destrozados nos separaban

busqué en los rescoldos de la chimenea algún punto en común

para encontrar un nexo

y lo encontré en mis manos pequeñas que a tu influjo

trazaban palotes/ corazones/ relámpagos

en un cuaderno nuevo que sabía a gloria y era color naranja

más tarde se inclinaban sobre una taza de toddy

del almacén del barrio

batido con tus alas de ángel

tiempo después tus poesías siempre encarceladas

despertaron mis gorjeos

cuando ya era tarde para que lo supieras

por la herida donde un rayo depositó

el olvido del mundo

aunque todavía acariciaras mi mano ya madura

desde un atisbo de placer que se llamó al silencio

tanto dejaste en mí/ es tan grande tu huella

yo recibí las letras de tu ser poeta

sojuzgado por la intemperancia de las costumbres

y con ellas el don y el gran trabajo

de encontrarle sentido

adonde estés

si los que creen que todo permanece aciertan

quiero que sepas que fue el mejor regalo

ahora escribo lo que vos no pudiste mostrar

lo que te quemaba el alma prisionera del patriarca

al que otras mujeres solo obedecían

embotadas en tortas caseras/ vidrios impecables/bailes con la escoba

en las monótonas tareas de la casa

mutilaban el enjambre de pájaros

que rondaban tu aliento

rememoro las mañanas de invierno

encendías la estufa de kerosén

para que me levantara

y empezaba el ritual del chocolate

los lápices de punta aguda guardados en una caja azul

de su olor a madera desplumada se desprendía el mundo del futuro

pero no lo sabíamos ni vos ni yo

mi pequeño cuerpo extraña tu pelo ensortijado

el hermetismo de tus ojos claros

y repele la ingratitud y la desesperanza

de los que te amputaron las rimas y

el unicornio de la literatura


La imagen puede contener: una persona

 Oscar Vicente Conde (Argentina)

FRANQUEZA
No ocultes las venas en el fondo de la piel.
A pesar de las sangrías.
A pesar de las grietas que duelen.

Deja fluir tu esencia al viento.
Que las lágrimas acaricien tus mejillas.
No las niegues, porque el dolor será mas profundo.
Deja que tus manos conversen con el silencio.
Que tus ojos ausculten en la nada que se avecina.
Que tus oídos escuchen el llanto de los ángeles.
Y tus labios suelten las mariposas que habitan tu boca.
No te detengas frente a los portales sin dueños.
Ni ante las ventanas con cortinas multicolores,
que flamean como banderas.
No blasfemes a la lluvia.
Ni al sol.
Ni a la luna.
Ni a los pájaros ahora dormidos.
Trata que tus huellas sean firmes.
Tus entregas cotidianas.
Tus palabras acordes con tus hechos.
Sigue a la luz que siempre golpea tus sentidos,
como un eco amigable e inesperado.
Nunca dejes de ser vos, a pesar de los escollos.


No soy el que puso la última palabra
ni el que busca figuras humanas en las nubes
no soy el mendigo de las noches lluviosas
el que reza aunque sabe de sorderas

el que camina despacio para no alejarse de si mismo
el que deja monedas en costales ajenos
el que descree de los gritos de auxilio
ni de los silencios para redimirse
no puedo ser el que necesitas que sea
el que piensa que todo está perdido
el cansino caminante dormido bajo una luna roja
el demonio vestido de blanco
el dios vestido con harapos
el otro
ni el que vuelve después de huir de varias noches
desnudas
no soy el elegido sin que me pidan permiso
ni el que figura como ejemplo
allí donde aparecen otros

no soy el que va a morir por propia decisión
ni por decisión de un tribunal fantasmal
no soy  el que quisiera ser

 La imagen puede contener: una persona


Norma Starke (Argentina)

En el agua cierta mas verdadera que transparente,
 un papel empuja su desesperación contra el cordón de la nada.
Sobre el agua aceitada el reflejo de las hojas apena insiste
El naufragio: tan solo una parte.


Hay otra de mí
tejiendo el horizonte
tímido amanece
el poema

Juegos Olímpicos

corríamos carreras
corríamos

pastitos asomados en la distancia de las baldosas

corríamos sobre el asfalto
corríamos

llegábamos hasta la esquina


La imagen puede contener: Ruben Sebastian Melero, mesa, texto que dice "UAN LUMA"


Ruben Sebastian Melero (Argentina)

A ESTA HORA
El silencio
a esta hora
es un río helado
que pasa y destruye
la trama de los sueños

¿podré dormir
acaso
si mis dedos te peinan?

no sé por qué
a esta hora
el árbol de las palabras se sacude
y despierta a los pájaros

UN MAINUMBY

Destellos de luces
[en el jardín de mi casa
los colibríes vuelven
[desde las ausencias

este que llega
se zambulle en la flor
se suspende a la altura de mis ojos
y dibuja palabras en su vuelo

¿sabré quién es?
¿qué ha venido a decirme?
¿descifraré el mensaje que se oculta
en la caligrafía de sus alas?

¡un mainumby!
exclama mi madre y se sonroja
rubor que leo de inmediato

para ella es la danza
[del bailarín del aire
suyo el secreto

CAER HACIA EL FINAL
Caer hacia el final
como caen los pájaros
sentir cuando se agota
la vibración del vuelo

caer hacia el final
y que la voz apague
el último latido del poema




Vicenta Pinales Done (República Dominicana)

Poema a mi Patria

Quisqueya la bella, alta cómo tus palmares,

bañada de agua y arena, hermosos corales,

de sangre y fuego.

Tierra de anchas praderas, de vivos

montes y de aves errantes que van y vienen.

De nidos hambrientos, cautivos en telas ocultas

y poderes oscuros.

Tierra de encanto, de amores tardíos y besos

robados. ¡Toma tu espada Patria mía,

defiende tu dignidad!

Tus patriotas te diseñaron con sangre y fuego,

¡Patria guerrera! Dios depositó en ti su luz

y en tu escudo una palabra de vida y libertad.

Ondea muy alta tu bandera, el azul de libertad,

el blanco de la pureza y el rojo sangre cantando

tus gestas gloriosas ¡libertad, libertad, libertad!

Libertad

Me gusta el olor de la mañana y

sentarme en los pastos de la infancia.

Acariciar los pétalos de la vida y

forjar praderas.

Vivir como las golondrinas y

en el hábitat construir mi nido.

Levantarme con el sol del alba y

volar al horizonte.

Abrazar el aire inmenso y tierno.

Construir mi universo en un mundo

de ilusiones. Oler la felicidad, la libertad

y volver a los pastos de la infancia


Fabulador
Búscame en la esencia de
tus versos entrelazando
recuerdos que hablan y 

palpitan.
Búscame tejiendo palabras, 
fabulando sueños y 
fabricando virtudes. 
Búscame en tus páginas blancas, 
allí estoy sellando con tintas 
tu voz de ángel. 
Soy escritor.


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Carlos J Olivieri (República Dominicana)

DESDE AQUEL DÍA

Desde el día en que yo nací:
Vi en vía de mis ojos,
mis ojos pintando
arterias luces.
Nubes tornándose
en los colores grises
acuosos algodones.
¿Como no lo voy creer?
Si, nací con ese Don
Poeta sobre la mar.
¡Que le voy hacer!
Si el ancla que llevo
anclado en mi pecho
es de tanto amar.
Al agua quiero tirar mis versos
y con mis ojos plumas poder remar.
Desde el día en que yo conocí:
Remando vi la sonrisa del sol
abrazando la altura del mar.
Fui marinero de los ríos.
Fui marinero de los mares,
donde mis versos
con los vientos
aprendieron a versear.
Vi la luna perdida en el alba,
sobre las letras celestiales
del Bardo de Avon.
Leyendo sus versos hostiles ,
en los banderines ingleses ,
las estrofas de William Shakespeare.
Sus letras buscaban al hombre ,
de pie la inmortal infamia.
Desde el día en que yo nací:
Vi el sol despertando el sueño.
La madruga fría
llamando su dueño
para poderlo encontrar.
Vi el sueño ansioso de esperanza
llevado de la mano hacia la hilera
de la madriguera tierra.
Los rayos del sol
quebrandose sobre la lluvia.
Vi el mendigo mirando su destino destierro.
Vi el fuego tornando el hierro.
Hierros quebrando huesos .
Huesos rotos buscando su alma.
Alfondo la oscura puerta
abierta de acero.
Vi en el alero
el nido cubierto de hielo.
Desde el día en que yo nací:
Vi los caminos musicales marcados
por la nueva trova
de los años setenta
Caminos de orugas
bordando la ribera
de río piedras.
Me conducían al concierto estudiantil.
Mi respiración el corazón hacia latir.
¡Era la voz poética!
Su canto sutil.
La hora marcada,
era la hora estudiantina
bajando de la sierra
con luces bengalas
bajo la serenata de estrellas.
Eran sus canciones
tan ricas como las mieles.
Fueron sus versos de años
canción del Mediterráneo :
El poeta Joan Manuel Serrat.

La imagen puede contener: una o varias personas, gafas y noche

Zulma Quiñones (Puerto Rico)

OLVIDO

Se esfumó en el aura.
No pude alcanzar tus pisadas,
sombras que la luz deshace
en la madrugada. Tu silencio
me aturdió con dureza y saña.
¡Inercia, congoja!
¡Desaliento, angustia!
Te busqué en mis recuerdos.
No te anhelaron mis besos,
no te buscaron mis manos.
Mis pechos no se sintieron
sedientos de tus abrazos.
El amor se ahogó adentro.
¡Ya basta! ¡Detente!
¡Calla, enmudece!
Es hora de abrir tus alas de nuevo.




NIEBLA


 Te pierdes por los rincones y las callejuelas.

Arropada de blanco, llenas el espacio. Amorfa y desnuda,

sin tocar el suelo, vagas entre sombras. Invades el aire,

penetras lugares remotos y extraños. Humareda

mágica, flotas como barco que surca los mares

a la deriva, solo, sin timonel ni velas,

sin puerto ni ancla, en desesperanza.

Apoderándote, desplazas la noche.

Intrusa mariposa noctámbula,

vuelas entre montes,

cubres las ciudades

y de madrugada,

plegando tus

alas, mueres

solitaria.

¡Huyó tu aliento!




 La imagen puede contener: una persona, primer plano

 Maria Gabriela Micolaucich (Argentina)

Alas

Cuando las encuentres
no me las des, no sabré volar
con el miedo a caer, porque las he dejado
malheridas y perdidas, por quedarme en la tierra
por hacerme mortal, sin saber como duele caminar
por el mundo, sin poder ser aquel ángel vestido de inocencia
y con ellas desde arriba volar lejos, de tanta gente
sin humanidad.

  Sueños 

He recorrido mis sueños hasta llegar al final, del más bello hasta el más triste, ese donde perdí varios destinos sin poderte encontrar…
Me desvelé intentando encontrarte, me obsesioné queriendo en la vida humanizarte y enloquecí por vencida a olvidarte fantasía eterna de mi corazón, así despierta, casi racional, sin hallarte en mis sueños de amor…
Y de insistir me aferré a las pesadillas, escapando de mi, de mi locura de esperarte, mientras otros amores querían despertarme sin lograr que en mis sueños los mirase…
He soñado al fin de nuevo, ahogándome en los mares sin poder cruzarlos, muriendo de frío en la cimas más altas, congelada en el fin del mundo, por sin tu amor...
Y se apiadó el viento envolviéndome en tornado, sin dejarme ir, para regresarme al despertar con el pelo enmaraño a tu lado, a tu abrazo tierno de oso enamorado…


 La imagen puede contener: Sergio A. Giuliodibari, sentada

Sergio A. Giuliodibari (Argentina)

Escribí el mundo, me dijo.
Y yo,
que no entiendo,
que nunca entiendo,
la besé.
Escribí el mundo, me repitió.
Y yo
que tengo pocas
ideas
volví a besarla.
Escribí el mundo, insistió.
Y yo
que soy
un pelotudo
escribí.
Ya no me dijo nada.
Ya no me pidió nada.
Y no
volví
a besarla.
Uno se levanta temprano,
se afeita, se baña, se lava los dientes,
desayuna,
lee el diario, a veces,
como para no andar paseando
con una felicidad insolente
en la cara.
Uno se va de casa, vuelve,
le da uno o más besos a su esposa
según el humor del día,
juega con sus hijos, ve la tele
o escucha un poco la radio, a veces,
las noticias antes de dormir
como para no andar soñando
sueños demasiado
luminosos.
Uno se levanta temprano y tal vez todos lo hacen.
Uno se afeita, se baña, pero no todos pueden.
Uno se lava los dientes y no todos pueden
(muchos no tienen dientes).
Uno desayuna y cada vez son más 
los todos que no pueden,
los todos que se encontrarían en el diario
si pudieran 
leerlo.
Uno se va y vuelve y ya son demasiados
los que no pueden ir, ni volver, ni moverse
o que están obligados a moverse
sin dirigirse a ningún lugar
que no sea la muerte.
Uno le da un beso, o más, a su esposa. Cuántos no pueden.
Uno juega con sus hijos. Cuántos no pueden.
Uno mira la tele, escucha la radio. Un infinito
de otros no puede.
Uno lo hace todo sin pensar, sin pensar un poco siquiera,
como un gran hijo de puta, 
como un hijo de puta con título habilitante,
como un hijo de puta en grado de tentativa, 
como un hijo de puta culposo, sobre todo,
como un hijo de puta a secas.
Uno pretender ser feliz, a pesar de todo.
No puede evitarlo.





NÚMEROS



Un país.
Dos historias, o más.
Tres poderes.
Cuatro estaciones, todos los climas.
Cinco por uno no va a quedar ninguno.
Seis por ciento del PBI cifras oficiales.
Siete pecados capitales ejercidos con absoluta autoridad.
Ocho, dice Riverito, y nadie gana.
Nueve de Julio casi Independencia.
Diez, dios, todo el mundo dentro de la misma pelota.

Doce horas al día y el sueldo que no alcanza.
Catorce bis, aunque nadie se acuerde para qué.
Veinticuatro provincias y un distrito federal.
Cuarenta y nueve presidentes, todos condenados al éxito.
Cien por ciento de humedad.
Doscientos años golpeándonos la cabeza
contra la pared.
Ciento veinticinco. Mil cincuenta.
Treinta mil.

Dos ceros menos, dieciocho mil ciento ochenta y ocho.
Cuatro ceros menos peso argentino.
(Destino de harina la moneda de la patria)
Más ceros, menos ceros, más o menos
ceros
para más moneda y menos plata.

Ocho millones de pobres. El granero del mundo.
Doce millones en el quini pozo vacante.
Veinticinco millones de argentinos
jugaremos el mundial.
Cuarenta millones de boludos.

En ese orden.
En ese 
desorden.


La imagen puede contener: Nancy Lamberto, sentada e interior

Nancy Lamberto (Argentina)

El tiempo inexorable I


Nombres deshojados
vuelan hasta mis manos
como pájaros protegiéndose
en días de tormenta.
El viento golpea las ventanas
un brillo de lluvia
llega desde mi infancia
cuando cierro los ojos.
Mientras un Ángel
entra en los dominios
de la noche.
Contemplo el Universo,
camino las estaciones
donde los seres mueren o nacen.
Debo zurcir la soledad
hasta el grito de la herida
 la íntima pena
amarra un lamento
desde la cruel ausencia.
¿Dónde está la mesa amada
con mis seres queridos?
La oscuridad del tiempo
me la ha robado.
Voces de ceniza
se escuchan
en el teléfono.
Destellos de mi infancia
consumidos, por relojes de humo.
Hoy, nadie pasa por esta calle
tal vez, yo solo sea
una aparición
en esta tarde desierta.


El tiempo inexorable II

Quizás el destino
sea un espejo roto
contra el infinito frío
de una puerta cerrada.
O una marca del mundo
en calendarios que se queman
mientras los días regresan a la frente
desde un inmenso mar
donde se perdió la dicha.
Algo me golpea la nuca.
¿Será que todo regresa?
El manzano en el fondo de mi casa,
el ruido de los trenes
besando los labios de la distancia.
La niebla sobe las baldosas del patio
y  una higuera, perdidos en el tiempo.
Entre esa niebla
los ángeles envían una música
que se convierte en luz
sobre los ojos de la tarde.
Entonces, tomo mis fragmentos
e inicio el último viaje
que marca la memoria.
Ingreso a los ojos
infinitos de un pájaro
fuente de luz en su mirada.
Abro la ventana
a un sitio en el mundo.
Nadie espera
ningún puente, ni puerto,  ni horizonte.
Miro a mi propia mujer de papel
las manos desnudas
como lo eterno.
Hoy soy apenas:
un fósforo que se apaga
bajo la lluvia del tiempo,
una gota de sangre seca
en medio de un páramo
que grita su silencio.









 La imagen puede contener: José Pivín, sonriendo, primer plano


 José Pivin (Argentina-Israel)

DE REMOTAS TIERRAS HABLO

Hablo de remotas tierras

de praderas verdes

y cultivos altos

hablo de lejanas pampas

de caballos salvajes

hablo

y cuando hablo de ríos y de puertos

no son los mismos ríos ni los mismos puertos

que tú te imaginas.

Hablo de curtidos jinetes

y tú piensas en beduinos

montados en camellos.

Digo río y pienso en el Paraná

corcoveando enloquecido

de norte a sur

y cuando digo río

tú piensas en el Jordán estrecho

y recatado.

Hablo del tiempo

y digo friotempestuosolluvia

hablo de invierno

y en este momento

tu disfrutas de solcalorverano.

Hablo de remotas tierras

de praderas verdes

y cultivos altos

hablo de lejanas pampas

de caballos salvajes


Alfonso Caraballo, por el camino del silencio.

         Alfonso Caraballo, por el camino del silencio.  Por. Fausto Aybar "Liz" El blog Espejos y Sombras, en su búsqueda del...