NAVIDAD II
Las noches
y sus espejos,
borbotean sobre
nuestras caucas miradas
no se cuantos luceros,
mas la luna y el sol
convergen en menos de
una legua de amor.
Brisa de otoño,
transitar de luciérnagas,
mariposas que desovan
en el vientre de un horizonte
verticalmente suspirado
Somos, estamos,
polinizando el silencio,
el ángel que habita la navidad,
no duerme, se viste de
colores que devoran la oscuridad,
y preferimos cantar, no llorar
Un coro de neon emerge
del viento y la jarizna,
corren los sueños, y en la oración,
shequina, escaramuza de luz,
castillo de amor, varados los niños,
se abrigan a Dios
Fausto Aybar
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martes, 20 de diciembre de 2011
viernes, 2 de diciembre de 2011
CORREO DEL TIEMPO
CORREO DEL TIEMPO
Mariscal pasando lista, dice que falta mayor, mayor nunca falta, quien falta
es teniente, teniente nunca falta, quien falta es sargento. Los días de octubre
son placidos y anaranjados, los árboles al parecer se están desvistiendo, corren
las hojas desteñidas hacia aquel horizonte de luces y espejos. Los amigos estamos
aquí, como cada tarde; repudiando el horroroso ritual de la tarea escolar. Pero
debajo de este almendro volvíamos a la felicidad furtiva de los pasquines del
Oso Yogui, el Pato Luca y Trinbilin, no podíamos dejar escapar ni un segundo,
porque un segundo ido, era un reír menos, porque un segundo podría significar
una noche sin duendes ni hadas. Sargento nunca falta, quien falta es cabo,
cabo nunca falta, quien falta es coronel. La ciudad estaba distante, era escaso
el transitar de los vehículos por este lugar, lo mas cercano a la diversión era
esa casa grande y blanca, donde algún día los invasores habitaron con la simple
excusa de devolver la patria a sus héroes, todos por aquí la llamábamos la embajada.
Lo importante era que nos divertíamos entre sus máquinas y aparatos, jugando
al escondida, victoreando las maromas de los amigos. La gran casa blanca
( la embajada ) donde supuestamente habitaban los fantasmas de la guerra, donde
la marihuana hizo sus primeros asomos en la precocidad de la jovencitas que borbotaban en primavera, donde se prepararon algunas de las estrategias para abortar la revolución y su coronel, pero era nuestro lugar predilecto para jugar, para escapar de los oficios que nuestros padre entendían como deberes, para ir mas allá de la fantasía, duplicábamos los días, aunque tan sólo fuera un día, tanta energía no cabía en un sólo cuerpo, por eso la distribuíamos entre todos. Al caer la noche parecíamos sacos de sal bañados por una pertinente jarizna de alegrías y ecos. Coronel nunca falta, quien falta es mariscal, mariscal nunca falta quien falta es sargento.
Los domingos eran anhelados por todos, pantalones cortos, camisas de rayas, nos sentábamos frente a la carretera nueva, era un gran acontecimiento ver los faroles con sus luces amarillentas, en sus alrededores, hormigas voladoras atragantadas por el futuro.
Nos sentábamos aquí para contar los escasos vehículos que venían de la ciudad, una ciudad donde los hombres que vendían nuevas ideas se arrastraban entre los edificios que la guerra dejo como reseña, el pudor de un pueblo de hombres valerosos. Sargento nunca falta, quien falta es pela papa, pela papa nunca falta quien falta es raso, parecería que la historia estuviera determinada en una franca oscilación entre los héroes y los bastardos, pero nos sentábamos como regimiento militar, como números ordinarios, desde el mas grande al mas pequeño: el pato, neo, gamuza, manolo, nito, cheo, churrita,
Wilton, algunos con sus apodos, otros no, pero estábamos aquí viviendo a espalda
de una historia que se escribía con sangre, de una historia constitucionalmente abortada
por el llanto, raso nunca falta, quien falta es mayor, mayor nunca falta, quien falta es general.
Cuan gran era la algarabía a la hora de recreo, cuando nos tocaba de merienda el mazole, esa sabrosa harina de plátano, que por cierto churrita lambía hasta tal extremo el plato, que no había que lavarlo. Hay un camino adornado de cayenas, un camino donde los recuerdos parecían ser estáticos, donde los manoteos eran sublímense caricias de unos arboles que nos llamaban a trepar entre sus extremidades. General nunca falta, quien falta es mariscal, mariscal nunca falta, quien falta es coronel. Septiembre es caluroso y lluvioso a la vez, los algarrobos nos dejan un aliento fecal, pero su delicioso sabor es de sueño para los perros, es de nostalgia para nuestras memorias, como diría mamá prieta, al oír los gallos cantar en una tarde de Septiembre, se aproxima la muerte, los niños todos a las camas. Pero ese jueves 24 de Septiembre del 1970, la muerte rondaba entre los libros de Carlos Marx, entre las palabras liberadoras de Martin Luther king, sí, entre las mochilas carbonizadas de los guerrilleros intercontinentales, asechaba a la idea naciente para ahogarla en un lago de sangre, el disparo reventó en su cabeza, intento violar los sueños futuros, el cuerpo yacía inerte, corrían las palabras escalera abajo, se filtro entre los adoquines, entre los edificio de un gobernante edificado entre los fantasmas del odio, y la mirada perversa de quien mutilo el libro, coronel nunca falta, quien falta es mayor, mayor nunca falta, quien falta es teniente. Mamá prieta lloro inconsolablemente un muerto que no conocía, nito iba rumbo al retrete por comer en abundancia las algarrobas. Jueves donde la intolerancia pudo más que el diafragma de unas ideas que lloraban a la cruz de esta luna. Churrita se muerde la mano izquierda de impotencia, siempre ha soñado con ser mariscal, pero al trabalenguas tomar velocidad su condición de tartamudo lo traiciona, en el noticiario informaban que el disparo llego de una pistola calibre 45, pues quien disparo tenia que ser militar, la tragedia se esparció como río desbordado en una ciudad que dormía su siesta de sudor y llanto. Las luces de la ciudad pretenden hipnotizar unos fantasmas llenos de llagas, unos fantasmas que violando el neón acariciarían las luciérnagas invisibles del oprobio y el dolor. Mariscal pasando lista y dice que falta sargento, sargento nunca falta, quien falta es mayor, mayor nunca falta, quien falta es cabo. Cuan ingratos son los héroes, si por debajo de la mesa, la mano tiene un nauseabundo olor a dinero, una palabra convertida en estatua, la noche ha sido tantas veces cómplice de la sangre, que los amante prefieren inmolarse entre los rayos calcinantes de este medio día de Septiembre.
El polvo con el sol fulminante no eran pretextos para dejar de ir a ver las niñas internas del hogar escuela Rosa Duarte, pomposas caminaban debajo de los árboles de almendras y nísperos, vestida de azul cielo parecían doncellas acorraladas entre las continuas oraciones y sueños prematuramente envejecidos. Era como un regalo de la diosa afrodita para estos inmortales ver el desplazamiento de aquellas angelicales siluetas. Cabo nunca falta, quien falta es teniente, teniente nunca falta, quien falta es coronel. Aun los cañaverales están vestidos de esclavitud, camina placida el hambre entre los bateyes, nosotros corremos entre estos hierros muertos, la historia se atrincheras entre nuestras manos, yo pretendo ser mariscal, mas en una oscura habitación donde se arrulla la furibunda democracia, hay lenguas intentando destruir el sueño de unos ojos que deambulan en la oscuridad. Los sábados eran días de catequesis.
Todos nuestros sueños se liberaban entre los pasillos, entre los árboles, las banquetas del hogar escuela Rosa Duarte. Al final de cada sábado parecía como si el catolicismo fuese un juego, donde las manchas de las almendras invadían todas nuestras ropas, nuestras madres irritadas se tocaban tres veces en el pecho para pedir perdón por nuestros vejámenes, ante la mirada de las monjas que nos resguardaban, era tan maravilloso machacar las almendras para deleitarse con su semilla, que gamuza y nito no le importaba cuan manchada estuviera la camisa de los domingos.
Abril son para las flores, son para los héroes, Abril es nombre de mujer, cauta, sigilosa, volcánicamente amorosa, combatidamente liberadora, y si Abril fuera galaxia de los tiempos, los hombres quedarían varados como sanguijuelas en la piel del olvido. Coronel nunca falta, quien falta es mariscal, mariscal nunca falta, quien falta es general.
Al gestarse Abril, también se gesta la muerte, la muerte corre infaustamente entre los pasillos de la primera universidad del conocimiento para la América redentora. Los caminos de la embajada están adornados de cayenas, rojas, blancas, amarrillas, las mariposas tienen aquí su edén, vuelan a sus anchas, nosotros revivimos pesadillas pasadas. Daniel (gamuza) piel de culebra, tierra agrietada, amigo, casi hermano, peleador por impulso, domador de sueños. Pero Abril aunque es mujer, héroes, flor, también es llanto y sangre. Este 4 Abril, también reventaron de dolor los fantasmas. 1972, vuelve el corazón intolerante como procesión ha irrumpir en la voz que aclama, el disparo volvió a la cabeza, invisible el alma estallo como arcoiris de ideas en nuestros labios, una lágrima recorría la indomable mejilla izquierda de mamá prieta, ella era la abuela de todos, mas cuando atizaba el fogón para hacer dulce de coco, brincábamos, reíamos, nos gustaba oírla hablar, tenía un acento tan mágico que era capaz de amenguar todo este fulgor que por nuestra sangre corría. Dicen por los corredizos de la Alma Master, que era bella y esbelta, pero sobre todo que era una cantera de ideas, era una voz sin estrofas mudas, pero ellos; los perros que lamen la carne putrefacta de la democracia no podían oír más esa voz que descuartizaba el horizonte en busca de una palabra (libertad). General nunca falta, quien falta es sargento, él nunca falta, quien falta es mayor. Nada puede pesar tanto, el alma no doblegada, vuela sobre el universo conflictivo, y alguna vez, alguien pregunte; ¿adónde están sus alas?
Mariscal pasando lista, y dice que falta coronel, coronel nunca falta, esta en las montañas. El viaje fue tormentoso, el black jack se batía contra las grandes muralla de aguas saladas, los combatientes soñaban con la patria nueva, había que terminar una historia inconclusa, un tramo espinoso, donde descalzos los sueños llenaban de gloria los chamacos mojados de los combatientes, hacían nueve años cuando glorioso el pueblo se batía contra los perro del norte, tuvieron que mandar 52 mil marines, para calmar este pueblo de arcos y hachas. Llegaron como crustáceos a caracoles, el silencio fue su cómplice, las montañas su refugio, fueron guiado por una horda de luciérnagas, el coronel vestido de luz se estremecía, cual Marco Aurelio en su última conquista. Era febrero del 1973. Las clases de matemáticas eran para todos un apéndice propiamente de la habilidad. Nuestro gran profesor, el mas querido en todo el plantel, era un hibrido de lo moral y el civismo, siempre hablándonos de los grandes hombre de la isla y del mundo, era un alumno de Hosto, también era un alumno de las ideas renovadoras que se esparcían por América. Coronel nunca falta, quien falta es teniente, teniente nunca falta, quien falta es sargento. Casi toda las tardes nuestras madres nos mandaban al coro eclesial, donde aprendíamos a cantar al Señor, talvez ellas pensarían que era el lugar preciso para irnos acercando a las manos bondadosa de Dios, pero de vece en cuando nos escapábamos a nuestros escondrijos en la embajada, eran tiempos de glorias, reíamos sin saber cuanta sangre se vertía entre las calles, los edificios, las montañas, talvez ignorando los escasos discursos que pululaban entre la callejuela de la vieja ciudad. Febrero es, mes de la patria y sus héroes, pero también este 16 de Febrero la patria vio caer a un nuevo héroe, el luto llego después del rechinar de las balas en las almas abnegadas de los combatientes. Sargento nunca falta, también esta en las montañas.
Nuestro maestro de canto era joven, no era una de esas señoras cansada de leer el rosario todas las tardes, de perder la cuenta, de cuantos padres nuestros iban cuando el sueño se asomaba sigilosamente a la mecedora, y ella caía iracunda ante la pesadez. El tocaba la guitarra como poco lo hacían, se llamaba Luís, era delgado, jovial, su puntualidad atrofiaba por momento los parámetros de unos niños juguetones, pero era un ser que vivía llenándonos de las vibraciones musicales, que en su alfa y omega existía, pero como la perfección es un complejo del ser humano, nosotros, todos volvíamos a nuestros ancestros ramapitecus, flotábamos sobre las ramas de los árboles, reíamos hasta la saciedad por las oraciones olvidadas. Sargento nunca falta, quien falta es coronel, coronel nunca falta, quien falta es teniente.
Al parecer la máquina Remignton ha dicho tantas verdades, que alguien esta molesto, ha escupido tantas veces, que cada saliva es una injuria plasmada en el vespertino local.
En el atardecer algunos de nosotros van rumbo al mar, no todos, precisamente yo, le tengo temor al mar, porque dicen algunos, que el mar en su momento de cólera, no repara en adueñarse de las almas rebeldes. Mariscal pasando lista dice que falta mayor, mayor nunca falta, quien falta es coronel, coronel nunca falta, quien falta es capitán.
Las mariposas jugueteaban con las flores, los días vienen y van, la ciudad se sumerge en el silencio, las palabras se mudaron a otras latitudes, y la noticia llega abruptamente, es 17 Marzo del 1975, mi gran amigo, compañero de aula, Kelvin, el mar se lo ha llevado en su fauces, su cuerpo no volvió, tal vez habitó en otro mundo, pero este día tan sólo no fue trágico para nosotros, también para la patria, los gentiles dedos que hacían reventar la Remigton de palabras liberadoras yacían en un charco de sangre, volvió hacer testigo del horror, la madre del conocimiento, ellos, como jauría desbocada perforaron mil veces el cuerpo, mas no la palabra. Capitán nunca falta, quien falta es cabo, cabo nunca falta, quien falta es teniente. Desde aquella silla no se admite el debate, el libre andar de las ideas esta en las mazmorras, nosotros jugueteábamos, reíamos, tal vez pretendíamos estancar el tiempo, mas otros caían por dejarnos una patria nueva, un futuro de libros y sueños. Mariscal pasando lista, dice que falta…… No; ellos estuvieron siempre a nuestro lado.
Fausto Aybar.
Mariscal pasando lista, dice que falta mayor, mayor nunca falta, quien falta
es teniente, teniente nunca falta, quien falta es sargento. Los días de octubre
son placidos y anaranjados, los árboles al parecer se están desvistiendo, corren
las hojas desteñidas hacia aquel horizonte de luces y espejos. Los amigos estamos
aquí, como cada tarde; repudiando el horroroso ritual de la tarea escolar. Pero
debajo de este almendro volvíamos a la felicidad furtiva de los pasquines del
Oso Yogui, el Pato Luca y Trinbilin, no podíamos dejar escapar ni un segundo,
porque un segundo ido, era un reír menos, porque un segundo podría significar
una noche sin duendes ni hadas. Sargento nunca falta, quien falta es cabo,
cabo nunca falta, quien falta es coronel. La ciudad estaba distante, era escaso
el transitar de los vehículos por este lugar, lo mas cercano a la diversión era
esa casa grande y blanca, donde algún día los invasores habitaron con la simple
excusa de devolver la patria a sus héroes, todos por aquí la llamábamos la embajada.
Lo importante era que nos divertíamos entre sus máquinas y aparatos, jugando
al escondida, victoreando las maromas de los amigos. La gran casa blanca
( la embajada ) donde supuestamente habitaban los fantasmas de la guerra, donde
la marihuana hizo sus primeros asomos en la precocidad de la jovencitas que borbotaban en primavera, donde se prepararon algunas de las estrategias para abortar la revolución y su coronel, pero era nuestro lugar predilecto para jugar, para escapar de los oficios que nuestros padre entendían como deberes, para ir mas allá de la fantasía, duplicábamos los días, aunque tan sólo fuera un día, tanta energía no cabía en un sólo cuerpo, por eso la distribuíamos entre todos. Al caer la noche parecíamos sacos de sal bañados por una pertinente jarizna de alegrías y ecos. Coronel nunca falta, quien falta es mariscal, mariscal nunca falta quien falta es sargento.
Los domingos eran anhelados por todos, pantalones cortos, camisas de rayas, nos sentábamos frente a la carretera nueva, era un gran acontecimiento ver los faroles con sus luces amarillentas, en sus alrededores, hormigas voladoras atragantadas por el futuro.
Nos sentábamos aquí para contar los escasos vehículos que venían de la ciudad, una ciudad donde los hombres que vendían nuevas ideas se arrastraban entre los edificios que la guerra dejo como reseña, el pudor de un pueblo de hombres valerosos. Sargento nunca falta, quien falta es pela papa, pela papa nunca falta quien falta es raso, parecería que la historia estuviera determinada en una franca oscilación entre los héroes y los bastardos, pero nos sentábamos como regimiento militar, como números ordinarios, desde el mas grande al mas pequeño: el pato, neo, gamuza, manolo, nito, cheo, churrita,
Wilton, algunos con sus apodos, otros no, pero estábamos aquí viviendo a espalda
de una historia que se escribía con sangre, de una historia constitucionalmente abortada
por el llanto, raso nunca falta, quien falta es mayor, mayor nunca falta, quien falta es general.
Cuan gran era la algarabía a la hora de recreo, cuando nos tocaba de merienda el mazole, esa sabrosa harina de plátano, que por cierto churrita lambía hasta tal extremo el plato, que no había que lavarlo. Hay un camino adornado de cayenas, un camino donde los recuerdos parecían ser estáticos, donde los manoteos eran sublímense caricias de unos arboles que nos llamaban a trepar entre sus extremidades. General nunca falta, quien falta es mariscal, mariscal nunca falta, quien falta es coronel. Septiembre es caluroso y lluvioso a la vez, los algarrobos nos dejan un aliento fecal, pero su delicioso sabor es de sueño para los perros, es de nostalgia para nuestras memorias, como diría mamá prieta, al oír los gallos cantar en una tarde de Septiembre, se aproxima la muerte, los niños todos a las camas. Pero ese jueves 24 de Septiembre del 1970, la muerte rondaba entre los libros de Carlos Marx, entre las palabras liberadoras de Martin Luther king, sí, entre las mochilas carbonizadas de los guerrilleros intercontinentales, asechaba a la idea naciente para ahogarla en un lago de sangre, el disparo reventó en su cabeza, intento violar los sueños futuros, el cuerpo yacía inerte, corrían las palabras escalera abajo, se filtro entre los adoquines, entre los edificio de un gobernante edificado entre los fantasmas del odio, y la mirada perversa de quien mutilo el libro, coronel nunca falta, quien falta es mayor, mayor nunca falta, quien falta es teniente. Mamá prieta lloro inconsolablemente un muerto que no conocía, nito iba rumbo al retrete por comer en abundancia las algarrobas. Jueves donde la intolerancia pudo más que el diafragma de unas ideas que lloraban a la cruz de esta luna. Churrita se muerde la mano izquierda de impotencia, siempre ha soñado con ser mariscal, pero al trabalenguas tomar velocidad su condición de tartamudo lo traiciona, en el noticiario informaban que el disparo llego de una pistola calibre 45, pues quien disparo tenia que ser militar, la tragedia se esparció como río desbordado en una ciudad que dormía su siesta de sudor y llanto. Las luces de la ciudad pretenden hipnotizar unos fantasmas llenos de llagas, unos fantasmas que violando el neón acariciarían las luciérnagas invisibles del oprobio y el dolor. Mariscal pasando lista y dice que falta sargento, sargento nunca falta, quien falta es mayor, mayor nunca falta, quien falta es cabo. Cuan ingratos son los héroes, si por debajo de la mesa, la mano tiene un nauseabundo olor a dinero, una palabra convertida en estatua, la noche ha sido tantas veces cómplice de la sangre, que los amante prefieren inmolarse entre los rayos calcinantes de este medio día de Septiembre.
El polvo con el sol fulminante no eran pretextos para dejar de ir a ver las niñas internas del hogar escuela Rosa Duarte, pomposas caminaban debajo de los árboles de almendras y nísperos, vestida de azul cielo parecían doncellas acorraladas entre las continuas oraciones y sueños prematuramente envejecidos. Era como un regalo de la diosa afrodita para estos inmortales ver el desplazamiento de aquellas angelicales siluetas. Cabo nunca falta, quien falta es teniente, teniente nunca falta, quien falta es coronel. Aun los cañaverales están vestidos de esclavitud, camina placida el hambre entre los bateyes, nosotros corremos entre estos hierros muertos, la historia se atrincheras entre nuestras manos, yo pretendo ser mariscal, mas en una oscura habitación donde se arrulla la furibunda democracia, hay lenguas intentando destruir el sueño de unos ojos que deambulan en la oscuridad. Los sábados eran días de catequesis.
Todos nuestros sueños se liberaban entre los pasillos, entre los árboles, las banquetas del hogar escuela Rosa Duarte. Al final de cada sábado parecía como si el catolicismo fuese un juego, donde las manchas de las almendras invadían todas nuestras ropas, nuestras madres irritadas se tocaban tres veces en el pecho para pedir perdón por nuestros vejámenes, ante la mirada de las monjas que nos resguardaban, era tan maravilloso machacar las almendras para deleitarse con su semilla, que gamuza y nito no le importaba cuan manchada estuviera la camisa de los domingos.
Abril son para las flores, son para los héroes, Abril es nombre de mujer, cauta, sigilosa, volcánicamente amorosa, combatidamente liberadora, y si Abril fuera galaxia de los tiempos, los hombres quedarían varados como sanguijuelas en la piel del olvido. Coronel nunca falta, quien falta es mariscal, mariscal nunca falta, quien falta es general.
Al gestarse Abril, también se gesta la muerte, la muerte corre infaustamente entre los pasillos de la primera universidad del conocimiento para la América redentora. Los caminos de la embajada están adornados de cayenas, rojas, blancas, amarrillas, las mariposas tienen aquí su edén, vuelan a sus anchas, nosotros revivimos pesadillas pasadas. Daniel (gamuza) piel de culebra, tierra agrietada, amigo, casi hermano, peleador por impulso, domador de sueños. Pero Abril aunque es mujer, héroes, flor, también es llanto y sangre. Este 4 Abril, también reventaron de dolor los fantasmas. 1972, vuelve el corazón intolerante como procesión ha irrumpir en la voz que aclama, el disparo volvió a la cabeza, invisible el alma estallo como arcoiris de ideas en nuestros labios, una lágrima recorría la indomable mejilla izquierda de mamá prieta, ella era la abuela de todos, mas cuando atizaba el fogón para hacer dulce de coco, brincábamos, reíamos, nos gustaba oírla hablar, tenía un acento tan mágico que era capaz de amenguar todo este fulgor que por nuestra sangre corría. Dicen por los corredizos de la Alma Master, que era bella y esbelta, pero sobre todo que era una cantera de ideas, era una voz sin estrofas mudas, pero ellos; los perros que lamen la carne putrefacta de la democracia no podían oír más esa voz que descuartizaba el horizonte en busca de una palabra (libertad). General nunca falta, quien falta es sargento, él nunca falta, quien falta es mayor. Nada puede pesar tanto, el alma no doblegada, vuela sobre el universo conflictivo, y alguna vez, alguien pregunte; ¿adónde están sus alas?
Mariscal pasando lista, y dice que falta coronel, coronel nunca falta, esta en las montañas. El viaje fue tormentoso, el black jack se batía contra las grandes muralla de aguas saladas, los combatientes soñaban con la patria nueva, había que terminar una historia inconclusa, un tramo espinoso, donde descalzos los sueños llenaban de gloria los chamacos mojados de los combatientes, hacían nueve años cuando glorioso el pueblo se batía contra los perro del norte, tuvieron que mandar 52 mil marines, para calmar este pueblo de arcos y hachas. Llegaron como crustáceos a caracoles, el silencio fue su cómplice, las montañas su refugio, fueron guiado por una horda de luciérnagas, el coronel vestido de luz se estremecía, cual Marco Aurelio en su última conquista. Era febrero del 1973. Las clases de matemáticas eran para todos un apéndice propiamente de la habilidad. Nuestro gran profesor, el mas querido en todo el plantel, era un hibrido de lo moral y el civismo, siempre hablándonos de los grandes hombre de la isla y del mundo, era un alumno de Hosto, también era un alumno de las ideas renovadoras que se esparcían por América. Coronel nunca falta, quien falta es teniente, teniente nunca falta, quien falta es sargento. Casi toda las tardes nuestras madres nos mandaban al coro eclesial, donde aprendíamos a cantar al Señor, talvez ellas pensarían que era el lugar preciso para irnos acercando a las manos bondadosa de Dios, pero de vece en cuando nos escapábamos a nuestros escondrijos en la embajada, eran tiempos de glorias, reíamos sin saber cuanta sangre se vertía entre las calles, los edificios, las montañas, talvez ignorando los escasos discursos que pululaban entre la callejuela de la vieja ciudad. Febrero es, mes de la patria y sus héroes, pero también este 16 de Febrero la patria vio caer a un nuevo héroe, el luto llego después del rechinar de las balas en las almas abnegadas de los combatientes. Sargento nunca falta, también esta en las montañas.
Nuestro maestro de canto era joven, no era una de esas señoras cansada de leer el rosario todas las tardes, de perder la cuenta, de cuantos padres nuestros iban cuando el sueño se asomaba sigilosamente a la mecedora, y ella caía iracunda ante la pesadez. El tocaba la guitarra como poco lo hacían, se llamaba Luís, era delgado, jovial, su puntualidad atrofiaba por momento los parámetros de unos niños juguetones, pero era un ser que vivía llenándonos de las vibraciones musicales, que en su alfa y omega existía, pero como la perfección es un complejo del ser humano, nosotros, todos volvíamos a nuestros ancestros ramapitecus, flotábamos sobre las ramas de los árboles, reíamos hasta la saciedad por las oraciones olvidadas. Sargento nunca falta, quien falta es coronel, coronel nunca falta, quien falta es teniente.
Al parecer la máquina Remignton ha dicho tantas verdades, que alguien esta molesto, ha escupido tantas veces, que cada saliva es una injuria plasmada en el vespertino local.
En el atardecer algunos de nosotros van rumbo al mar, no todos, precisamente yo, le tengo temor al mar, porque dicen algunos, que el mar en su momento de cólera, no repara en adueñarse de las almas rebeldes. Mariscal pasando lista dice que falta mayor, mayor nunca falta, quien falta es coronel, coronel nunca falta, quien falta es capitán.
Las mariposas jugueteaban con las flores, los días vienen y van, la ciudad se sumerge en el silencio, las palabras se mudaron a otras latitudes, y la noticia llega abruptamente, es 17 Marzo del 1975, mi gran amigo, compañero de aula, Kelvin, el mar se lo ha llevado en su fauces, su cuerpo no volvió, tal vez habitó en otro mundo, pero este día tan sólo no fue trágico para nosotros, también para la patria, los gentiles dedos que hacían reventar la Remigton de palabras liberadoras yacían en un charco de sangre, volvió hacer testigo del horror, la madre del conocimiento, ellos, como jauría desbocada perforaron mil veces el cuerpo, mas no la palabra. Capitán nunca falta, quien falta es cabo, cabo nunca falta, quien falta es teniente. Desde aquella silla no se admite el debate, el libre andar de las ideas esta en las mazmorras, nosotros jugueteábamos, reíamos, tal vez pretendíamos estancar el tiempo, mas otros caían por dejarnos una patria nueva, un futuro de libros y sueños. Mariscal pasando lista, dice que falta…… No; ellos estuvieron siempre a nuestro lado.
Fausto Aybar.
jueves, 24 de noviembre de 2011
DE VUELTA AL SUEÑO
LAS MARIPOSAS
ROGER DE LEON (PINTOR DOMINICANO)
DE VUELTA AL SUEÑO
Vuelven de las cenizas tres mariposas,
vuelven vestidas de colores de libertad
vuelven a nuestras memorias.
Tres mariposas para la patria herida,
para las manos cansadas,
para el grito que se agolpa entre
Las rejas de los sueños libres.
Tres mariposas golpeadas en mazmorras de odios,
tres mariposas desterradas de los libros
y las palabras.
Vuelven a volar tres mariposas,
vuelven rompiendo el silencio
de la historia, vuelven arañando
la conjura y el hombre, vuelven
de las vísceras del dolor.
Tres mariposas, tres flores, tres mujeres,
Patria, Minerva, Maria Teresa.
Tres mariposas para un sueño nuevo,
para un campo que pide agrito la tierra alambrada,
para unos niños descalzos y hambrientos.
Vuelven de los escombros de la historia,
tres mariposas, vuelven para a justiciar,
la voz que calla, el puño que castiga,
el látigo miserable y opresor .
Vuelven a volar tres mariposas,
vuelven a la patria transgredida.
Tres mariposas para las madres que lloran.
para las aulas vacías, para la cómplice muerte,
tres mariposas para la luz y el amor.
En memoria a las Hermanas Mirabal
En el día internacional a la no violencia contra la mujer
25 de Noviembre.
Fausto Aybar
ROGER DE LEON (PINTOR DOMINICANO)
DE VUELTA AL SUEÑO
Vuelven de las cenizas tres mariposas,
vuelven vestidas de colores de libertad
vuelven a nuestras memorias.
Tres mariposas para la patria herida,
para las manos cansadas,
para el grito que se agolpa entre
Las rejas de los sueños libres.
Tres mariposas golpeadas en mazmorras de odios,
tres mariposas desterradas de los libros
y las palabras.
Vuelven a volar tres mariposas,
vuelven rompiendo el silencio
de la historia, vuelven arañando
la conjura y el hombre, vuelven
de las vísceras del dolor.
Tres mariposas, tres flores, tres mujeres,
Patria, Minerva, Maria Teresa.
Tres mariposas para un sueño nuevo,
para un campo que pide agrito la tierra alambrada,
para unos niños descalzos y hambrientos.
Vuelven de los escombros de la historia,
tres mariposas, vuelven para a justiciar,
la voz que calla, el puño que castiga,
el látigo miserable y opresor .
Vuelven a volar tres mariposas,
vuelven a la patria transgredida.
Tres mariposas para las madres que lloran.
para las aulas vacías, para la cómplice muerte,
tres mariposas para la luz y el amor.
En memoria a las Hermanas Mirabal
En el día internacional a la no violencia contra la mujer
25 de Noviembre.
Fausto Aybar
lunes, 21 de noviembre de 2011
APOLOGIA DE UN SUEÑO
APOLOGIA DE UN SUEÑO
Despierta, te lo ordeno ahora mismo,
no pretenda herirme, aun la soledad
no cabildea en mis sueños, los emigrantes
de las latitudes insondables del olvido
están varados en el retén de las mariposas.
Por favor, no más lágrimas,
esta aridez postra brevemente,
mis huellas, mi sendero, no hay
horizonte sin sueños, pues despierta,
es hora de vestir las luciérnagas.
Por favor, despierta,
déjame habitarte, recorrer contigo
el mundo mágico del silencio,
y si las aves callan, es que hay rosas
exhalando nuestra última sonrisa.
Fausto Aybar
Despierta, te lo ordeno ahora mismo,
no pretenda herirme, aun la soledad
no cabildea en mis sueños, los emigrantes
de las latitudes insondables del olvido
están varados en el retén de las mariposas.
Por favor, no más lágrimas,
esta aridez postra brevemente,
mis huellas, mi sendero, no hay
horizonte sin sueños, pues despierta,
es hora de vestir las luciérnagas.
Por favor, despierta,
déjame habitarte, recorrer contigo
el mundo mágico del silencio,
y si las aves callan, es que hay rosas
exhalando nuestra última sonrisa.
Fausto Aybar
jueves, 10 de noviembre de 2011
VIEJO PABLO, DESDE EL OLVIDO
Pablo Suárez (Hay seres humanos que sin ser poeta, son poesía)
VIEJO
PABLO, DESDE EL OLVIDO.
Es tanta la maleza y neblina en este amanecer,
que el viejo Pablo, con sus ojos invadidos de telarañas,
pretende
tocar las primeras espigas de arroz
que nacen más allá de las colinas
infectadas de mosquitos.
Ya el olor del café, se esparce
entre el bohío,
los mulos con sus alforjas llenas de sueños,
van recorriendo las laderas de
estos campos.
Corren las voces, aúlla el viento,
el caer de las castañas sobre los charcos del tiempo,
nos dicen: que el viejo Pablo, está
muriendo.
Que
está sumergido en la impronta
milenaria
de este reloj de hueso, quizás, sitiado,
como puerta que
la corroe el silencio.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
jueves, 3 de noviembre de 2011
SUEÑOS INCONCLUSOS
SUEÑOS INCONCLUSOS
Voy rumbo sur,
ellas rumbo norte.
En las fronteras las cadenas
recorren vorazmente el prólogo
de un juicio, defectivo, ausente.
Voy del apéndice al tiempo,
de la tierra al polvo.
Ellas vienen de los colores mudos.
talvez diluyendo, quebrando raíces
Voy rumbo sur,
oscilando entre sueños cóncavos,
escarbando cordilleras,
desmembrando látigos y llantos.
Ellas vienen rumbo norte,
van hacia la opulencia fallida,
no pretenden habitar los islotes
del hambre, sólo son cenizas del tiempo.
Voy del agua a la tierra,
del aire al fuego,
ellas; del silencio a la omisión ,
son sombras; esclavas de la luz,
yo, la misiva,
la cárcel; único habitad
de estas lenguas furtivas,
yo, rumbo llanto
ellas, rumbo olvido.
Fausto Aybar
Voy rumbo sur,
ellas rumbo norte.
En las fronteras las cadenas
recorren vorazmente el prólogo
de un juicio, defectivo, ausente.
Voy del apéndice al tiempo,
de la tierra al polvo.
Ellas vienen de los colores mudos.
talvez diluyendo, quebrando raíces
Voy rumbo sur,
oscilando entre sueños cóncavos,
escarbando cordilleras,
desmembrando látigos y llantos.
Ellas vienen rumbo norte,
van hacia la opulencia fallida,
no pretenden habitar los islotes
del hambre, sólo son cenizas del tiempo.
Voy del agua a la tierra,
del aire al fuego,
ellas; del silencio a la omisión ,
son sombras; esclavas de la luz,
yo, la misiva,
la cárcel; único habitad
de estas lenguas furtivas,
yo, rumbo llanto
ellas, rumbo olvido.
Fausto Aybar
miércoles, 2 de noviembre de 2011
miércoles, 26 de octubre de 2011
TIERRA DE NADIE
TIERRA DE NADIE
Entre el cantar de los buhoneros, y las mil y unas maldiciones de las damiselas nocturnas
por la brevedad de la noche; se oye una voz inofensiva y tierna decir: Ma - vamos a orar hoy,
la madre alegre responde; claro que si, hoy es domingo, papá Dios espera por nosotros en el
templo. Las horas iban corriendo, Popo; niño alegre, vestido de blanco. Al parecer Los Alcarrizos, es tierra
de nadie, los palomos andan por sus fueros, un tiroteo en cada esquina, la vida aquí no vale ni un centavo.
Popo ha cumplido dos años, siempre pregunta por papá Dios, las palabras nacen tiernamente de sus labios,
se alojan en sus sueños, la madre tiene la certeza, que cada domingo, Dios lo unge de paz; pero hoy
Dios estuvo tanta complicaciones, que por un desliz se olvido del mal, mientras el mal venia montado en dos
ruedas, Popo correteaba de acera en acera, en el templo el pastor lo esperaba con un regalo, era un bolón, mientras
todo parecía estar en calma, Los Alcarrizos reventaron en violencia, las balas rechinaban, los dueños de las calles, ellos, los mozalbetes amordazaban a Dios, Popo creía que eran ángeles, la madre confundida no divisa nada, las balas no preguntan, son bacteria del odios, mas dos cuadra en adelante, se ve caer como títere un sueño, es Popo, la madre no comprende, el llanto la entumece, Popo deja hablar su corazón, ¡es papá Dios!, mas el eterno cae hincado, y en un grito encolerizado, exclama; perdón Popo, por creer en ellos, los seres humanos.
En memoria a Enmanuel Jesús Encarnación
La violencia es el resultado de nuestras deformaciones como sociedad
Fausto Aybar
Entre el cantar de los buhoneros, y las mil y unas maldiciones de las damiselas nocturnas
por la brevedad de la noche; se oye una voz inofensiva y tierna decir: Ma - vamos a orar hoy,
la madre alegre responde; claro que si, hoy es domingo, papá Dios espera por nosotros en el
templo. Las horas iban corriendo, Popo; niño alegre, vestido de blanco. Al parecer Los Alcarrizos, es tierra
de nadie, los palomos andan por sus fueros, un tiroteo en cada esquina, la vida aquí no vale ni un centavo.
Popo ha cumplido dos años, siempre pregunta por papá Dios, las palabras nacen tiernamente de sus labios,
se alojan en sus sueños, la madre tiene la certeza, que cada domingo, Dios lo unge de paz; pero hoy
Dios estuvo tanta complicaciones, que por un desliz se olvido del mal, mientras el mal venia montado en dos
ruedas, Popo correteaba de acera en acera, en el templo el pastor lo esperaba con un regalo, era un bolón, mientras
todo parecía estar en calma, Los Alcarrizos reventaron en violencia, las balas rechinaban, los dueños de las calles, ellos, los mozalbetes amordazaban a Dios, Popo creía que eran ángeles, la madre confundida no divisa nada, las balas no preguntan, son bacteria del odios, mas dos cuadra en adelante, se ve caer como títere un sueño, es Popo, la madre no comprende, el llanto la entumece, Popo deja hablar su corazón, ¡es papá Dios!, mas el eterno cae hincado, y en un grito encolerizado, exclama; perdón Popo, por creer en ellos, los seres humanos.
En memoria a Enmanuel Jesús Encarnación
La violencia es el resultado de nuestras deformaciones como sociedad
Fausto Aybar
lunes, 17 de octubre de 2011
EPILOGO DE UN ENCUENTRO
EPILOGO DE UN ENCUENTRO
Los idiomas
fluyen,
se humedecen,
se dilatan.
Los equilibristas
oscilan entre los invisibles recuerdos
de una lágrima;
y pretendo ignorar
migajas, murmullos
de las noches agraviadas.
Los idiomas
se contorsionan , enmudecen,
la piel se diluye;
y rumbo al abismo,
ese perfume de rosas encadenadas,
dos sombras,
pupilas en ascendente orgasmo,
los amantes fallecen,
anárquicamente, desnudos los labios
prefieren dormir.
Los idiomas
aletean,
aúllan,
quebrada el alma,
los noctámbulos decodifican partituras.
La Era, es habitada por alas,
las luciérnagas petrificadas,
no pretenden mutar,
abortado el tiempo,
las sombras no sueñan.
Fausto Aybar
Los idiomas
fluyen,
se humedecen,
se dilatan.
Los equilibristas
oscilan entre los invisibles recuerdos
de una lágrima;
y pretendo ignorar
migajas, murmullos
de las noches agraviadas.
Los idiomas
se contorsionan , enmudecen,
la piel se diluye;
y rumbo al abismo,
ese perfume de rosas encadenadas,
dos sombras,
pupilas en ascendente orgasmo,
los amantes fallecen,
anárquicamente, desnudos los labios
prefieren dormir.
Los idiomas
aletean,
aúllan,
quebrada el alma,
los noctámbulos decodifican partituras.
La Era, es habitada por alas,
las luciérnagas petrificadas,
no pretenden mutar,
abortado el tiempo,
las sombras no sueñan.
Fausto Aybar
miércoles, 5 de octubre de 2011
III FESTIVAL INTERNACIONAL DE LA POESIA DE SANTO DOMINGO
Al dedicarse el III festival internacional de la poesía de Santo Domingo, los días 19-20.21-23 de Octubre del 2011 a nuestro gran poeta Manuel del Cabral, la República Dominicana se llena de juvilo por tan extraordinario acontecimiento, pues debemos todos los dominicanos hacer presencia en cada recital realizado en colegios, escuelas, universidades y plazas púbicas. La palabra es el único instrumento donde los seres humanos encontramos un sendero hacia la libertad. Bienvenidos hermanos poetas del mundo, es aquí una isla con el corazón de un continente.
Att: Fausto Aybar (espejos y sombras)
(BIOGRAFIA DE MANUEL DEL CABRAL)
Manuel del Cabral (Dominicano, 1907-1999)
Manuel del Cabral, uno de los principales poetas de la República Dominicana, fue un escritor polémico y el más conocido en las letras americanas.
Viajó por Europa y América, y residió mucho tiempo en Buenos Aires, donde publicó la mayoría de sus obras.
Entre sus primeras obras destacan "Pilón" (1931), Color de agua (1932), 12 poemas negros (1935), los que se caracterizan por su clima nativista, una literatura de preocupación social y popular.
Publicó también "Biografía de un silencio" (1940), "Compadre Mon" (1940), "Sangre mayor" (1945), "De este lado del mar" (1948); "Carta para un fósforo usado y otras cartas", "La isla ofendida" (1965), "Sexo no solitario" (1970), "Obra poética completa" (1976, edición del autor). En 1970 publicó "El Escupido" en la que señala una honda preocupación del hombre frente a la nada, en la concepción narrativa del reslismo mágico.
En "Los huéspedes secretos" (1951), "Sexo y alma" (1956), "Los anti-tiempo" (1967), se acentúa el tratamiento de temas como el amor, la poesía, así como un tratamiento filosófico del sentido del hombre y de la vida.
Falleció el viernes 14 de mayo de 1999 en su República Dominicana natal. Fue junto con Neruda, Vallejo, Huidobro, Guillén y otros un exponente de la más alta poesía latinoamericana de nuestro tiempo, y en especial, de la poesía negra.
Tuvo más de setenta libros editados, la mayoría publicados en Buenos Aires.
"Fue un defensor incansable de los derechos de los desheredados y jamás dejó de reflejar en su obra sus preocupaciones políticas y sociales.
Manuel del Cabral atravesó las fronteras de su país con su estilo poético sumamente descriptivo, tanto de su Caribe natal como de los matices de una América misma.
INFIDELIDAD DE LOS NÚMEROS(MICRO RELATO)
INFIDELIDAD DE LOS NÚMEROS
Él, reporte en manos, cifras que devoran su mente.
Los números no mienten; hay un descuadre colosal, las orejas
encolerizan, la sangre hierve, se oye un grito: un vaso de agua
fría, por favor, dos sorbos de capuchino, las lentillas dilatadas,
símbolos que se escabullen entre paginas cuadriculadas.
El error es un horror para los hombres que comen números en ataúdes frigoríficos.
En el hogar, ella, anidando estériles ideas, desenterrando preguntas.
¿Con quién estará?, ¿cuán bella será? tal vez a descubierto el lunar que ella en su primera incursión legalizo. Ella, buscando en el aire ese aroma a perfume volcánico que él nunca llevo.
Y en el gran salón, él, desglosando cifras, buscando entre los gastos y los otros ingresos,
buscando transacciones sin digital, buscando en la rebeldía de los numerosos centésimas olvidadas.
Ella, olfateadora, él, místicamente extraño, una ciudad que despierta, mas, cuando la verdad aflora;
los números en su infidelidad sonríen.
Fausto Antonio Aybar.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
HIBRIDO DESPERTAR
PINTOR ISAIAS ROBERTO (LATIDOS)
HIBRIDO DESPERTAR
I remember.
No hay distancia,
los laberintos se adueñan
de las palabras,
flowers in my eyes.
De Orihuela, at Manhattan
las manos se deslizan sobre
el tapiz de los sobrevivientes,
los caminos van dilatándose
entre Broadway y Arcalas,
la luna se sumerge entre
estaciones agraviadas,
la gravedad es ala de dos almas.
I remember
Distante parpadear de los libros
Only, white walls ,
El correr del tiempo se abrasa a los vestigios de las noches,
hay ecos que recorren los relámpagos
intransitable de Enola Gay, y la lluvia
es de dos, las lágrimas se van evaporando
de los ojos, y el grito uniforme de unos dedos
que violentan las fronteras.
Y tu, Whitman
Y él, Hernández
Y nosotros, el escombro,
only the dream,
Las ruinas que habitan los fantasmas.
I remember.
Niños yunteros
Hojas de hierbas,
Policromados duendes
de las noches insólitas.
Ice jail, forever selence,
No hay alambradas en noches
de guerras, las latitudes nos sumergen
en las vorágines de estas hojas carcomidas
por el llanto, y puedo oler a la distancia
at Manhattan, a Orihuela,
sepultar de una vez los huesos,
mas no el sueño, beber paulatinamente
su llanto, descontinuar brevemente el olvido.
I remember….
Anaqueles de piedras,
legados que descuartizan el tiempo,
partituras de una fugaz canción,
huellas sobre un sendero de llantos.
Y tu, Miguel,
Y él, Wallt,
Y sobre nosotros, seres invisibles;
una quimera de cementerios lunares.
I remember
Boy feet.
De las entrañas mutiladas del recuerdo
nos llegan las últimas oraciones
que habitaron el Central park.
Dos soles, y un mar de oscuridad.
I remember
Del polen a la carne
breve fluir del verbo encadenado,
pupilas agotadas, cansadas
habitantes de un monologo imperfecto.
Fausto Aybar
jueves, 1 de septiembre de 2011
TUMULTO DE SOMBRAS
TUMULTO DE SOMBRAS
Sólo quedan escarchas,
la ciudad despierta ante la anarquía
de unos cadáveres mugrientos.
Descarnado el sueño, vomita caracoles,
los noctámbulos vuelven a sus capullos
de espinas y semen.
Y hay una luna para cada fantasma,
y se oye el regurgitar de la lluvia
en los vientres dormidos de las libélulas.
La ciudad se viste de neón, la Cibeles
vuelve a los caminos movedizos del tiempo,
mas la noche aulló, al filtrarse un halo de luz en el corazón.
Sólo quedan luciérnagas
en los recodos de las noches,
se transmutan los sueños, perplejos los noctámbulos
rompen con los iracundos deseos de los lagartos.
Vuelven de la oscura soledad los dioses
que encarnaron las sombras.
Fausto Aybar.
Sólo quedan escarchas,
la ciudad despierta ante la anarquía
de unos cadáveres mugrientos.
Descarnado el sueño, vomita caracoles,
los noctámbulos vuelven a sus capullos
de espinas y semen.
Y hay una luna para cada fantasma,
y se oye el regurgitar de la lluvia
en los vientres dormidos de las libélulas.
La ciudad se viste de neón, la Cibeles
vuelve a los caminos movedizos del tiempo,
mas la noche aulló, al filtrarse un halo de luz en el corazón.
Sólo quedan luciérnagas
en los recodos de las noches,
se transmutan los sueños, perplejos los noctámbulos
rompen con los iracundos deseos de los lagartos.
Vuelven de la oscura soledad los dioses
que encarnaron las sombras.
Fausto Aybar.
miércoles, 17 de agosto de 2011
sábado, 6 de agosto de 2011
miércoles, 3 de agosto de 2011
viernes, 29 de julio de 2011
CAOS DEL LLANTO (CANTO A COTUI)
CAOS DEL LLANTO
(CANTO A COTUI)
Ahí está ella, la montaña,
coronada de nubes, habitada
por relámpagos y deidades, imponente
horizonte de una ciudad que duerme.
Más allá, ellos; no creo que sean humanos,
tal vez sean mutantes, pretenden
herir la montaña, desangrarla hasta beber
su último mineral.
Ahí ella: la montaña,
máquinas roncando en sus laderas,
olor a guayabas y naranjos,
y ellos, los humanos -perdón, los mutantes-
enfilando sus garras rumbo al último
bastión, donde las luciérnagas erigen
la textura de un sueño.
Allá, ellos,
no derraman lágrimas, son mutantes.
Aquí la montaña, volcán de vida, río infinito de luz.
Y los humanos, ¿dónde están?,
quizás dormidos, enterrados,
tierra de llantos y olvido.
Fausto Aybar
jueves, 21 de julio de 2011
MOVIMIENTO POETICO DOMINICANO (POSTUMISMO
FERIA DEL LIBRO SANTO DOMINGO 2014
A LA MEMORIA DE DOMINGO MORENO JIMENES
PADRE INDISCUTIBLE DEL POSTUMISMO.
Movimiento literario aparecido en Santo domingo en 1921. El Postumismo cambió radicalmente el sentido del discurso poético dominicano. A partir de éste se comenzó a hablar de poesía dominicana tradicional y de poesía dominicana moderna, debido a que los postumistas pusieron en práctica una nueva forma de poetizar la realidad dominicana. El Postumismo ha sido definido por los mismos postumistas y, también, por sus detractores. Domingo Moreno Jimenes, iniciador y líder principal del grupo, lo interpreta como "una actitud del espíritu expresada por medio de un acento emocional, en oposición al acento periódico".
En Domingo Moreno Jimenes: apóstol de la poesía, José Rafael Lantigua expresa que "el Postumismo es fuente creadora, manantial de convicciones claras, quizás no muy precisas, pero sí evidentemente diáfanas. Nada de ocultamientos, ni de malabarismos. Creación hacia un fin determinado, con el que da la naturaleza misma". Baeza Flores, por su parte, lo concibe como: "Liberación a través de la autenticidad de la expresión propia". "El Postumismo descubre de un modo amplio, por primera vez, la tierra dominicana, el sentido racial y el sentido morfológico de nuestra realidad. El realismo no está ahora determinado por unas normas preceptivas ni por modelos a los cuales hay que ser fiel, sino por el impulso del alma del poeta en contacto directo con la realidad nativa".
El Postumismo apareció en marzo de 1921, cuando la revista Cuna de América, bajo el título de Postumismo, dedicó un número completo a la divulgación de un conjunto de poemas que se apartaban radicalmente de las normas y los patrones vigentes del quehacer poético dominicano. Seis años después, en 1927, apareció la revista El día estético, órgano de difusión del grupo. La reacción de los intelectuales de entonces fue inmediata pues sintieron que ese "pozo negro de la poesía dominicana", como irreverentemente denominó Patín Maceo al Postumismo, además de cuestionar la castidad y la pureza de la poesía que se había escrito en el país, ponía en peligro el futuro de las letras nacionales.
En el mismo año l92l, en el prólogo a su primer poemario titulado Fantaseos, Andrés Avelino dio a la publicidad el manifiesto postumista preparado por él. El documento, de unos veinte postulados, anunciaba, según los postumistas, la ruta que debía seguir la poesía dominicana a partir de ese momento. A pesar de que en el primer número de El día estético aparecieron los nombres de Vigil Díaz, Francisco Ulises Domínguez, Federico Lora, Luis Mota y Tulio Pina, el Postumismo creció alrededor de tres figuras claves: Domingo Moreno Jimenes, Rafael Augusto Zorrilla y Andrés Avelino, quienes se reunían en la Colina Sacra, nombre con que fue designado el hogar de Domingo Moreno Jimenes, a discutir los planes de trabajo e intercambiar sus escritos.
Los enemigos del Postumismo fueron implacables con los postumistas y se propusieron la inmediata destrucción del grupo. Para lograrlo, alimentaron con sarcasmo e ironía soterrada, la idea de que Moreno Jimenes era el Sumo Pontífice de los postumistas, mientras que Zorrilla y Avelino eran apenas Pontífices. Eso, como era de esperarse, causó malestar y aumentó los conflictos que ya se reflejaban en el grupo antes de cumplir el primer año. El primer aniversario fue celebrado con una bebida especial preparada por ellos mismos hecha a base de agua de coco, jengibre y leche condensada, que bautizaron con el nombre de lactopalma y que tomaron acompañada de exóticas comidas y dulces de pétalos de rosas. Al concluir dicho acto lanzaron al aire todos los pétalos de rosas restantes.
Después de la celebración del primer aniversario, los postumistas fundadores comenzaron a distanciarse entre sí, y a los ataques de sus detractores se sumaron contradicciones estéticas y problemas de liderazgo. Zorrilla, que nunca exhibió grandes dotes poéticas, murió en l937, dejando una obra breve y de cuestionable valor literario. "Dos años antes de su muerte varios integrantes de La Cueva, dirigidos por Rafael Américo Henríquez, emprenden una cruzada para alentarlo en su soledad otorgándole el título de Sumo Pontífice, tras arrebatárselo a Moreno Jimenes". Por su parte, Andrés Avelino, interesado en cambiar el curso de su poesía, intentó crear otra tendencia poética: la Poesía matemática. El nuevo proyecto de Avelino pereció rápidamente y su afirmación de que "la poesía matemática era esencia del Postumismo" fue rechazada inmediatamente por Moreno Jimenes.
De los tres sólo Moreno Jimenes continuó los lineamientos poéticos postumistas. Para desarrollar un amplio y ambicioso programa de difusión de sus ideas innovadoras Moreno Jimenes se apoyó en el acápite marcado con la letra G del manifiesto postumista, que dice: "Los poetas no seguirán siendo seres privilegiados y desconocidos de la multitud, camino del ensueño, sino seres videntes, camino de la verdad, pensadores y filósofos". Con esa convicción y el título de Sumo Pontífice, Moreno Jimenes inició una larga caminata que lo llevó por casi todos los rincones del país. De ese modo el Postumismo se convirtió en un movimiento de amplia difusión y ganó seguidores en todo el ámbito nacional. A partir de entonces Postumismo y Moreno Jimenes se convirtieron en sinónimos.
Los postumistas no lograron íntegramente los objetivos de su extenso manifiesto debido al poco tiempo de unidad del grupo y a las limitaciones artísticas de sus integrantes. El rechazo a la tradición poética anterior y el interés de desligarse de todas las manifestaciones literarias son solo dos de los muchos obstáculos que impidieron la proyección internacional del Postumismo. Al respecto, señala Alcántara Almánzar, los postumistas "desconocieron los valores cimeros de la literatura universal, a consecuencia de haber utilizado una perspectiva demasiado estrecha. El desdén por las obras de Homero, Shakespeare, por ejemplo, no era más que el resultado de una actitud equivocada ante la complejidad y riqueza de la cultura, para la cual no existen límites geográficos ni regiones totalmente cerradas a la influencia externa. Cuando el postumismo afirma que América debe superar a la Europa, olvida la importancia de la tradición"
A LA MEMORIA DE DOMINGO MORENO JIMENES
PADRE INDISCUTIBLE DEL POSTUMISMO.
Movimiento literario aparecido en Santo domingo en 1921. El Postumismo cambió radicalmente el sentido del discurso poético dominicano. A partir de éste se comenzó a hablar de poesía dominicana tradicional y de poesía dominicana moderna, debido a que los postumistas pusieron en práctica una nueva forma de poetizar la realidad dominicana. El Postumismo ha sido definido por los mismos postumistas y, también, por sus detractores. Domingo Moreno Jimenes, iniciador y líder principal del grupo, lo interpreta como "una actitud del espíritu expresada por medio de un acento emocional, en oposición al acento periódico".
En Domingo Moreno Jimenes: apóstol de la poesía, José Rafael Lantigua expresa que "el Postumismo es fuente creadora, manantial de convicciones claras, quizás no muy precisas, pero sí evidentemente diáfanas. Nada de ocultamientos, ni de malabarismos. Creación hacia un fin determinado, con el que da la naturaleza misma". Baeza Flores, por su parte, lo concibe como: "Liberación a través de la autenticidad de la expresión propia". "El Postumismo descubre de un modo amplio, por primera vez, la tierra dominicana, el sentido racial y el sentido morfológico de nuestra realidad. El realismo no está ahora determinado por unas normas preceptivas ni por modelos a los cuales hay que ser fiel, sino por el impulso del alma del poeta en contacto directo con la realidad nativa".
El Postumismo apareció en marzo de 1921, cuando la revista Cuna de América, bajo el título de Postumismo, dedicó un número completo a la divulgación de un conjunto de poemas que se apartaban radicalmente de las normas y los patrones vigentes del quehacer poético dominicano. Seis años después, en 1927, apareció la revista El día estético, órgano de difusión del grupo. La reacción de los intelectuales de entonces fue inmediata pues sintieron que ese "pozo negro de la poesía dominicana", como irreverentemente denominó Patín Maceo al Postumismo, además de cuestionar la castidad y la pureza de la poesía que se había escrito en el país, ponía en peligro el futuro de las letras nacionales.
En el mismo año l92l, en el prólogo a su primer poemario titulado Fantaseos, Andrés Avelino dio a la publicidad el manifiesto postumista preparado por él. El documento, de unos veinte postulados, anunciaba, según los postumistas, la ruta que debía seguir la poesía dominicana a partir de ese momento. A pesar de que en el primer número de El día estético aparecieron los nombres de Vigil Díaz, Francisco Ulises Domínguez, Federico Lora, Luis Mota y Tulio Pina, el Postumismo creció alrededor de tres figuras claves: Domingo Moreno Jimenes, Rafael Augusto Zorrilla y Andrés Avelino, quienes se reunían en la Colina Sacra, nombre con que fue designado el hogar de Domingo Moreno Jimenes, a discutir los planes de trabajo e intercambiar sus escritos.
Los enemigos del Postumismo fueron implacables con los postumistas y se propusieron la inmediata destrucción del grupo. Para lograrlo, alimentaron con sarcasmo e ironía soterrada, la idea de que Moreno Jimenes era el Sumo Pontífice de los postumistas, mientras que Zorrilla y Avelino eran apenas Pontífices. Eso, como era de esperarse, causó malestar y aumentó los conflictos que ya se reflejaban en el grupo antes de cumplir el primer año. El primer aniversario fue celebrado con una bebida especial preparada por ellos mismos hecha a base de agua de coco, jengibre y leche condensada, que bautizaron con el nombre de lactopalma y que tomaron acompañada de exóticas comidas y dulces de pétalos de rosas. Al concluir dicho acto lanzaron al aire todos los pétalos de rosas restantes.
Después de la celebración del primer aniversario, los postumistas fundadores comenzaron a distanciarse entre sí, y a los ataques de sus detractores se sumaron contradicciones estéticas y problemas de liderazgo. Zorrilla, que nunca exhibió grandes dotes poéticas, murió en l937, dejando una obra breve y de cuestionable valor literario. "Dos años antes de su muerte varios integrantes de La Cueva, dirigidos por Rafael Américo Henríquez, emprenden una cruzada para alentarlo en su soledad otorgándole el título de Sumo Pontífice, tras arrebatárselo a Moreno Jimenes". Por su parte, Andrés Avelino, interesado en cambiar el curso de su poesía, intentó crear otra tendencia poética: la Poesía matemática. El nuevo proyecto de Avelino pereció rápidamente y su afirmación de que "la poesía matemática era esencia del Postumismo" fue rechazada inmediatamente por Moreno Jimenes.
De los tres sólo Moreno Jimenes continuó los lineamientos poéticos postumistas. Para desarrollar un amplio y ambicioso programa de difusión de sus ideas innovadoras Moreno Jimenes se apoyó en el acápite marcado con la letra G del manifiesto postumista, que dice: "Los poetas no seguirán siendo seres privilegiados y desconocidos de la multitud, camino del ensueño, sino seres videntes, camino de la verdad, pensadores y filósofos". Con esa convicción y el título de Sumo Pontífice, Moreno Jimenes inició una larga caminata que lo llevó por casi todos los rincones del país. De ese modo el Postumismo se convirtió en un movimiento de amplia difusión y ganó seguidores en todo el ámbito nacional. A partir de entonces Postumismo y Moreno Jimenes se convirtieron en sinónimos.
Los postumistas no lograron íntegramente los objetivos de su extenso manifiesto debido al poco tiempo de unidad del grupo y a las limitaciones artísticas de sus integrantes. El rechazo a la tradición poética anterior y el interés de desligarse de todas las manifestaciones literarias son solo dos de los muchos obstáculos que impidieron la proyección internacional del Postumismo. Al respecto, señala Alcántara Almánzar, los postumistas "desconocieron los valores cimeros de la literatura universal, a consecuencia de haber utilizado una perspectiva demasiado estrecha. El desdén por las obras de Homero, Shakespeare, por ejemplo, no era más que el resultado de una actitud equivocada ante la complejidad y riqueza de la cultura, para la cual no existen límites geográficos ni regiones totalmente cerradas a la influencia externa. Cuando el postumismo afirma que América debe superar a la Europa, olvida la importancia de la tradición"
miércoles, 13 de julio de 2011
LLUVIA
LLUVIA
Lluvia
Lluvia acida
susurro de un horizonte
agujereado, vasta uniformidad
de rosas adyacentes,
vertedero donde los fetos claman justicia,
plaga de una noche descuartizada.
Lluvia
Lluvia acida,
ciudad sobre nuestra ciudad,
infección de siglos porvenir,
sonambulismo en nuestra sangre,
esta falleciendo la naturaleza.
Lluvia
Lluvia acida,
sendero de excrementos,
oraciones mutiladas por el olvido,
hay playas de huesos,
profanaciones de sueños.
Lluvia
Lluvia acida,
siameses son los frutos,
de golpe nos llega la bravura del tiempo
enjambre liquido diluyendo fronteras y espejos,
del planeta las huellas,
del hombre sus miserias.
Fausto Aybar
Lluvia
Lluvia acida
susurro de un horizonte
agujereado, vasta uniformidad
de rosas adyacentes,
vertedero donde los fetos claman justicia,
plaga de una noche descuartizada.
Lluvia
Lluvia acida,
ciudad sobre nuestra ciudad,
infección de siglos porvenir,
sonambulismo en nuestra sangre,
esta falleciendo la naturaleza.
Lluvia
Lluvia acida,
sendero de excrementos,
oraciones mutiladas por el olvido,
hay playas de huesos,
profanaciones de sueños.
Lluvia
Lluvia acida,
siameses son los frutos,
de golpe nos llega la bravura del tiempo
enjambre liquido diluyendo fronteras y espejos,
del planeta las huellas,
del hombre sus miserias.
Fausto Aybar
miércoles, 6 de julio de 2011
sábado, 2 de julio de 2011
lunes, 23 de mayo de 2011
DISTANCIA (CONTRA PUNTO DE ETERNIDAD)
DISTANCIA (CONTRA PUNTO DE ETERNIDAD)
PURA LOSADA
Distancia, no te noto distancia,
sólo gendarmes se atrincheran
en esta frontera. Paso revista a
mi aliento, y tú, distancia; revienta
entre mis entrañas, desparrama iconos
en esté verbo donde los miserables
ahondan su soledad.
Vuelvo y miro hacia el horizonte,
y tú, distancia; navega entres mis
mejillas de hombre desolado, arrulla
el ángel que anida en mis sueños,
revolotea entre arcabuces y espejos.
Respira la noche, distancia; los duendes
emergen de las partituras de los dioses.
Hay sombras cóncavas; distancia.
Y yo pretendo llamarte desde este
lenguaje defectivo, quizás prehistóricamente
devorado por fantasmas, incisivos los labios,
llamen y no responda, porque tu distancia;
en la soledad del sepulcro, pretende dividir
los cuerpos, mas no las almas.
Dedicado a mi amiga Pura Losada,
de la cual aprendí, que escribir no es un trabajo,
es una vocación. Mil gracias por tus enseñanzas
Fausto Aybar
14/12/2010
PURA LOSADA
Distancia, no te noto distancia,
sólo gendarmes se atrincheran
en esta frontera. Paso revista a
mi aliento, y tú, distancia; revienta
entre mis entrañas, desparrama iconos
en esté verbo donde los miserables
ahondan su soledad.
Vuelvo y miro hacia el horizonte,
y tú, distancia; navega entres mis
mejillas de hombre desolado, arrulla
el ángel que anida en mis sueños,
revolotea entre arcabuces y espejos.
Respira la noche, distancia; los duendes
emergen de las partituras de los dioses.
Hay sombras cóncavas; distancia.
Y yo pretendo llamarte desde este
lenguaje defectivo, quizás prehistóricamente
devorado por fantasmas, incisivos los labios,
llamen y no responda, porque tu distancia;
en la soledad del sepulcro, pretende dividir
los cuerpos, mas no las almas.
Dedicado a mi amiga Pura Losada,
de la cual aprendí, que escribir no es un trabajo,
es una vocación. Mil gracias por tus enseñanzas
Fausto Aybar
14/12/2010
HABLAR DE VOZ, HUMILLACION DEL ALMA
HABLAR DE VOZ, HUMILLACION DEL ALMA
Dijo la voz;
Yo soy el tiempo,
soy el tragaluz que centellea en el horizonte,
soy de la gota de agua, la única resistencia de la muerte,
mas nosotros, nómadas de las noches, yacíamos en
las laderas del silicio.
Dijo la voz;
Yo soy la carne,
soy el dolor de las almas perdidas,
soy hambre divagando entre tus labios,
mas como reptiles inmundo, poco a poco
devorábamos el futuro
Dijo la voz;
Yo soy la vida,
soy quien germina aunque el aliento fallezca,
soy el árbol que la blasfemia no toca,
tan solo soy el sedero donde germinan las luciérnagas,
mas nosotros redimidos nunca, humillados siempre.
Dijo la voz;
Yo soy el hombre,
el tiempo, la carne, la vida,
soy el arco iris de los ángeles caídos,
el eclipse que ahuyenta los lagartos,
mas en nosotros reventaran las palabras,
como lanza de verbos por nacer.
Fausto Aybar
Dijo la voz;
Yo soy el tiempo,
soy el tragaluz que centellea en el horizonte,
soy de la gota de agua, la única resistencia de la muerte,
mas nosotros, nómadas de las noches, yacíamos en
las laderas del silicio.
Dijo la voz;
Yo soy la carne,
soy el dolor de las almas perdidas,
soy hambre divagando entre tus labios,
mas como reptiles inmundo, poco a poco
devorábamos el futuro
Dijo la voz;
Yo soy la vida,
soy quien germina aunque el aliento fallezca,
soy el árbol que la blasfemia no toca,
tan solo soy el sedero donde germinan las luciérnagas,
mas nosotros redimidos nunca, humillados siempre.
Dijo la voz;
Yo soy el hombre,
el tiempo, la carne, la vida,
soy el arco iris de los ángeles caídos,
el eclipse que ahuyenta los lagartos,
mas en nosotros reventaran las palabras,
como lanza de verbos por nacer.
Fausto Aybar
martes, 3 de mayo de 2011
EN EL REGAZO, UNA GOTA DE SANGRE
EN EL REGAZO, UNA GOTA DE SANGRE
Se abren las puertas, infinitas son las sombras,
las cadenas revientan de tanto dolor, y puedo
oler esa gota de sangre que los siglos indeleblemente
han guardado.
Se abren las puertas, hay cruces oxidadas,
y caemos hincados frente a ti, es largo el sendero,
reflexivamente las oraciones nos consumen, y al parecer
navegamos entre los colores invisibles de tu silencio
Se abre el costado, brotan de nuestras espaldas
los recónditos hematomas del tiempo, las lenguas
carcomidas, no vomitan ecos, y en el regazo, una
gota de sangre hace emerger el llanto.
Se abren las puertas, los traidores no vuelven
de las sacros santas palabras, caen a sus pies las horcas
del ruin, no hay canto mudo del animal noble, solo la gota
que paulatinamente recorre nuestras memorias.
Fausto Aybar
Se abren las puertas, infinitas son las sombras,
las cadenas revientan de tanto dolor, y puedo
oler esa gota de sangre que los siglos indeleblemente
han guardado.
Se abren las puertas, hay cruces oxidadas,
y caemos hincados frente a ti, es largo el sendero,
reflexivamente las oraciones nos consumen, y al parecer
navegamos entre los colores invisibles de tu silencio
Se abre el costado, brotan de nuestras espaldas
los recónditos hematomas del tiempo, las lenguas
carcomidas, no vomitan ecos, y en el regazo, una
gota de sangre hace emerger el llanto.
Se abren las puertas, los traidores no vuelven
de las sacros santas palabras, caen a sus pies las horcas
del ruin, no hay canto mudo del animal noble, solo la gota
que paulatinamente recorre nuestras memorias.
Fausto Aybar
jueves, 21 de abril de 2011
jueves, 17 de marzo de 2011
martes, 8 de marzo de 2011
SILENTE ORACIÓN (POEMA)
SILENTE ORACIÓN
Solo,
arrodillado, la madera no hiere mi llanto,
cuatro lunas de cristal, gotas de sangre que
traspasan la historia, ya no hay costillas que
pretendan estremecer el olvido.
Solo,
desnudo, las oraciones vuelven del sendero
inequívoco de estos labios nauseabundos, vuelvo
la mirada a mis sombras mas cercanas,
y puedo oler en la oquedad tu presencia.
Solo,
sin mas de dos silabas, ángeles
atrapados en el vitral, hostias diluidas
en las espesas lenguas de una noche sin final,
preámbulo de una lagrima, estación del amor.
Solo,
arrodillado, desnudo, cuantificando
plegarias, desenterrando dudas, crónicamente
el reloj duerme, los ademanes se confunden, y vuelvo
la mirada hacia el madero, y una luz me perfora el alma.
Fausto Antonio Aybar.
DIALOGO ETERNO ( HOMENAJE A DOÑA PURA ) DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
DIALOGO ETERNO
In memoria (Maria Purivina Rosario)
Doña Pura
Amiga por siempre.
Sabes vieja, misión cumplida,
no hay letargo que pueda atrofiar
las nobles quimeras de tus sueños,
sólo hay luz por el sendero donde
transitan las palabras.
Sabes vieja, el coche va partir,
y yo estoy sumergido en un
dialogo tan extenso como el amor,
tan profundo como Dios.
Sabes, están retoñando arco iris
en las tiernas planicies de tus manos,
un gotear de rocío besa la ternura
que brota entre tus labios.
Sabes vieja, los robles te llaman,
el corazón del tiempo palpita
entre las plegarias de un horizonte
repleto de sonrisas, y yo pretendo dialogar
eternamente contigo, mientras las nubes se abren,
y tú, a la distancia, me dice adiós.
Fausto Aybar
5/2/2011
miércoles, 2 de febrero de 2011
miércoles, 29 de diciembre de 2010
jueves, 18 de noviembre de 2010
DE LUZ Y DE AMOR
DE LUZ Y DE AMOR
Tierra de luz,
semilla redentora,
raíz revestida de bondad,
y tú, madre, tronco fuerte,
legado indeleble de mis sueños,
armazón que sostiene mis recuerdos,
vientre tocado por Dios.
Y yo, el fruto de tu amor,
la palabra esparcida entre los labios
de un tiempo perfecto.
Tierra de luz,
manos de Dios,
senderos de flores y mariposas.
Y tú madre, viento sutil,
viento que ahuyenta los temores,
viento que nos abriga de honor y humildad.
Y yo, la huella que se esparce entre tus ojos,
el eco que abunda entre tus labios.
y tú, madre, y yo, hijo,
y esté universo de estrellas y amor.
A la Memoria de Mamá Fica.
Que fue raíz, tronco y madre
2/11/2010
Fausto Aybar
Tierra de luz,
semilla redentora,
raíz revestida de bondad,
y tú, madre, tronco fuerte,
legado indeleble de mis sueños,
armazón que sostiene mis recuerdos,
vientre tocado por Dios.
Y yo, el fruto de tu amor,
la palabra esparcida entre los labios
de un tiempo perfecto.
Tierra de luz,
manos de Dios,
senderos de flores y mariposas.
Y tú madre, viento sutil,
viento que ahuyenta los temores,
viento que nos abriga de honor y humildad.
Y yo, la huella que se esparce entre tus ojos,
el eco que abunda entre tus labios.
y tú, madre, y yo, hijo,
y esté universo de estrellas y amor.
A la Memoria de Mamá Fica.
Que fue raíz, tronco y madre
2/11/2010
Fausto Aybar
sábado, 23 de octubre de 2010
OTRA VEZ, CIENFUEGOS
OTRA VEZ, CIENFUEGOS
Vuelven a revolcarse las ánimas aquí en Cienfuegos,
el siervo que era de Dios, ahora va rumbo al infierno, sus manos
han marchitados las primeras rosas de Abril, sus labios
han infectados de fantasmas las fantasías de los niños de Cienfuegos.
Corren despavoridas las oraciones, él se atrinchera en su larga e incisiva mentira,
Cienfuegos reclama justicia, el púlpito asombrado llora,
la carne desgarrada rebota como eco en el crucifijo dormido.
Hay unos barrotes hechos de gritos para el infractor, no hay más
condena que excomulgarlo. Es aquí Cienfuegos, tierra de nadie,
caverna llena de excrementos. El violador insinúa perdón, los niños
caminan despalda al sol; es tanta la inmoralidad, que los versículos
atónitos desfallecen, mas el siervo, emerge en su plumaje de cuervo.
Vuelve el dolor a las calles de Cienfuegos, vuelve Cienfuegos a la mudez
dilatada de las noches.
Fausto Aybar.
Vuelven a revolcarse las ánimas aquí en Cienfuegos,
el siervo que era de Dios, ahora va rumbo al infierno, sus manos
han marchitados las primeras rosas de Abril, sus labios
han infectados de fantasmas las fantasías de los niños de Cienfuegos.
Corren despavoridas las oraciones, él se atrinchera en su larga e incisiva mentira,
Cienfuegos reclama justicia, el púlpito asombrado llora,
la carne desgarrada rebota como eco en el crucifijo dormido.
Hay unos barrotes hechos de gritos para el infractor, no hay más
condena que excomulgarlo. Es aquí Cienfuegos, tierra de nadie,
caverna llena de excrementos. El violador insinúa perdón, los niños
caminan despalda al sol; es tanta la inmoralidad, que los versículos
atónitos desfallecen, mas el siervo, emerge en su plumaje de cuervo.
Vuelve el dolor a las calles de Cienfuegos, vuelve Cienfuegos a la mudez
dilatada de las noches.
Fausto Aybar.
ANGELITO
ANGELITO
Se rompe el silencio, la muchedumbre corre infaustamente,
de pólvora hay sueños infectados, la balacera es intensa, los narcos,
como los policías obvian las treguas. En sus oficinas de
estatuas de yesos, los burócratas siguen intentando llenar
el crucigrama de la equidad. Vuelven a rechinar las balas; rechinan en los
tejados, en los adoquines, en las almas agraviadas. Hay gritos
carcomiendo vorazmente la ciudad, mas esta impunidad ahoga
paulatinamente nuestros sueños.
Y corren los perros, se trepan los gatos, las calles vacías, un charco
de sangre, un cuerpo que yace de cara al sol. Sí, es tiernamente inocente,
es lagrima brotando de la virgen herida, es sonrisa desvaneciéndose
en el llanto. ¡Oh¡ es Angelito, niño querido,
quien ya sabía, leer y escribir.
En memoria a Ángel Ascencio Berroa
Que a sus 6 años nos deja la triste reflexión,
Somos caverna o sociedad.
Se rompe el silencio, la muchedumbre corre infaustamente,
de pólvora hay sueños infectados, la balacera es intensa, los narcos,
como los policías obvian las treguas. En sus oficinas de
estatuas de yesos, los burócratas siguen intentando llenar
el crucigrama de la equidad. Vuelven a rechinar las balas; rechinan en los
tejados, en los adoquines, en las almas agraviadas. Hay gritos
carcomiendo vorazmente la ciudad, mas esta impunidad ahoga
paulatinamente nuestros sueños.
Y corren los perros, se trepan los gatos, las calles vacías, un charco
de sangre, un cuerpo que yace de cara al sol. Sí, es tiernamente inocente,
es lagrima brotando de la virgen herida, es sonrisa desvaneciéndose
en el llanto. ¡Oh¡ es Angelito, niño querido,
quien ya sabía, leer y escribir.
En memoria a Ángel Ascencio Berroa
Que a sus 6 años nos deja la triste reflexión,
Somos caverna o sociedad.
ENTRE LLANTOS
ENTRE LLANTOS
Aquí en Cienfuegos, donde los niños corren descalzos, donde
las ratas son los amuletos de los indigentes, el tiempo parece estancarse
en las risas rancias de unos ángeles, que olvidaron el lenguaje de Dios, que fueron mas que fantasía, carne .
El canal vertía sueños, Tito buscaba mil excusas para enredarse en sus aguas,
iba y venia precozmente en sus olas mansas, pero de repente, el canal abrió su
boca y Cienfuegos quedaba inundado de llantos.
Las casas parecían cansadas, los caminos se vestían de polvo. La madre
inconsolable; gritaba al viento, las lágrimas brotaban de aquellas pupilas inéditas,
mas Tito seguía flotando en este cementerio liquido, Cienfuegos ardía de
dolor, la madre en estado de transe, gritó; ¡oh diosito!, devuélvemelo, que
hace frío y esta desnudo.
Fausto Aybar
Nada humano me es ajeno. (Terencio)
Aquí en Cienfuegos, donde los niños corren descalzos, donde
las ratas son los amuletos de los indigentes, el tiempo parece estancarse
en las risas rancias de unos ángeles, que olvidaron el lenguaje de Dios, que fueron mas que fantasía, carne .
El canal vertía sueños, Tito buscaba mil excusas para enredarse en sus aguas,
iba y venia precozmente en sus olas mansas, pero de repente, el canal abrió su
boca y Cienfuegos quedaba inundado de llantos.
Las casas parecían cansadas, los caminos se vestían de polvo. La madre
inconsolable; gritaba al viento, las lágrimas brotaban de aquellas pupilas inéditas,
mas Tito seguía flotando en este cementerio liquido, Cienfuegos ardía de
dolor, la madre en estado de transe, gritó; ¡oh diosito!, devuélvemelo, que
hace frío y esta desnudo.
Fausto Aybar
Nada humano me es ajeno. (Terencio)
METAMORFOSIS
Allá, ellos,
hilando invisibles horizontes,
buscando en el infinito una
estrella mas intensa que el sol.
Ellos, cargando techos de
sangre y huesos, desempolvando
senderos, ahuyentando
fantasmas y libélulas.
Allá, la distancia remota,
un arcabuz de estruendo suicida,
la mirada fugaz de aquellas
mariposas de pólvoras.
Allá, nada,
el rostro de una excluyente historia,
el aliento incisivo de quien delira.
Aquí, yo,
olfateando la noche infortunada,
sumergido en mi sacrosanto silencio,
acicalando musas noctámbulas,
atragantado entre partituras y sueños.
Yo, mediático, convulsionando en
mis memorias, reo de los siglos,
ellos, la infinita distancia,
de sepulcros y olvido.
Fausto Aybar
Allá, ellos,
hilando invisibles horizontes,
buscando en el infinito una
estrella mas intensa que el sol.
Ellos, cargando techos de
sangre y huesos, desempolvando
senderos, ahuyentando
fantasmas y libélulas.
Allá, la distancia remota,
un arcabuz de estruendo suicida,
la mirada fugaz de aquellas
mariposas de pólvoras.
Allá, nada,
el rostro de una excluyente historia,
el aliento incisivo de quien delira.
Aquí, yo,
olfateando la noche infortunada,
sumergido en mi sacrosanto silencio,
acicalando musas noctámbulas,
atragantado entre partituras y sueños.
Yo, mediático, convulsionando en
mis memorias, reo de los siglos,
ellos, la infinita distancia,
de sepulcros y olvido.
Fausto Aybar
jueves, 30 de septiembre de 2010
miércoles, 8 de septiembre de 2010
VIEJO PABLO (MICRO)
VIEJO PABLO (MICRO)
Es tanta la maleza y la neblina en este amanecer, que el viejo Pablo
con sus ojos invadidos de telarañas pretende tocar las primeras espigas
de arroz que nace mas allá de las colinas infectadas de mosquitos.
Ya el olor del café, se esparce entre el bohío, los mulos con sus alforjas
llenas de sueños van recorriendo las laderas de estos campos.
Corren las voces, aúlla el viento, el caer de las castañas en los charcos
del tiempo, nos dicen; que el viejo Pablo esta muriendo, que esta sumergido
en la impronta milenaria de este reloj de hueso, quizás, tal vez sitiado, como puerta que la corroe el silencio.
Fausto Aybar
Es tanta la maleza y la neblina en este amanecer, que el viejo Pablo
con sus ojos invadidos de telarañas pretende tocar las primeras espigas
de arroz que nace mas allá de las colinas infectadas de mosquitos.
Ya el olor del café, se esparce entre el bohío, los mulos con sus alforjas
llenas de sueños van recorriendo las laderas de estos campos.
Corren las voces, aúlla el viento, el caer de las castañas en los charcos
del tiempo, nos dicen; que el viejo Pablo esta muriendo, que esta sumergido
en la impronta milenaria de este reloj de hueso, quizás, tal vez sitiado, como puerta que la corroe el silencio.
Fausto Aybar
martes, 20 de julio de 2010
EL VIEJO PABLO, DESDE EL OLVIDO.
Foto tomada del proyecto muralizando (Puerto Plata)
EL VIEJO PABLO
Detrás de esta cortina
de lluvia, los árboles,
golpeados por el incesante
lagrimear de las nubes.
De sur a norte el viento
peina las palmeras, los relámpagos
ahuyentan a los perros,
el bramar de los truenos
nos dice que alguien nos
vigila desde la distancia.
Y aquí, el viejo Pablo,
sentado sobre sus miserias,
manos destrozadas por el machete,
ojos en un parpadear continuo de neblina.
Y corren los arroyos por la vastedad de
sus labios, y el reír de los renacuajos
como las huellas de estas sombras;
llaman y preguntan, ¿adónde habita el futuro?
Porque el viejo Pablo
aun en su sueño lo esta buscando,
lo esta olfateando entre las grutas de los ríos,
entre el trinar melancólico del barrancolí.
Y él sigue husmeando entre los senderos,
entre las hojas atrofiadas del tiempo,
talvez pretendiendo ser el fantasma,
que de norte a sur aniquila los sueños.
Fausto Aybar
jueves, 8 de julio de 2010
Preámbulo
Preámbulo
Ven tócame, pero despacio
porque hay llagas todavía
habitando en mi piel,
porque hay residuos de fantasmas
borbotando entre mis ojos.
Si, tócame, galopemos
como centauros más allá
de la divina placidez de los sueños.
Ven tócame, con la sutileza labradora
de algunas luciérnagas abofeteadas por
las noches, tócame despacio,
espera que el cíclope duerma, que
las lentejuelas ahuyenten los relámpagos,
pero ven, tócame, silbemos, cantemos
entre las cruces de estos cementerios
que aun ríen al tiempo.
Tócame, corróeme, habítame
Sí, hazlo, pero despacio, porque
no hay sueños preconcebidos que
alumbran la negritud del alma.
Ven tócame, llévame hacia ese
abismos donde se bifurca,
lo dialéctico, lo nostálgico,
pero ven vestida como ángel de alas rotas
Fausto Aybar
Ven tócame, pero despacio
porque hay llagas todavía
habitando en mi piel,
porque hay residuos de fantasmas
borbotando entre mis ojos.
Si, tócame, galopemos
como centauros más allá
de la divina placidez de los sueños.
Ven tócame, con la sutileza labradora
de algunas luciérnagas abofeteadas por
las noches, tócame despacio,
espera que el cíclope duerma, que
las lentejuelas ahuyenten los relámpagos,
pero ven, tócame, silbemos, cantemos
entre las cruces de estos cementerios
que aun ríen al tiempo.
Tócame, corróeme, habítame
Sí, hazlo, pero despacio, porque
no hay sueños preconcebidos que
alumbran la negritud del alma.
Ven tócame, llévame hacia ese
abismos donde se bifurca,
lo dialéctico, lo nostálgico,
pero ven vestida como ángel de alas rotas
Fausto Aybar
jueves, 20 de mayo de 2010
PRESAGIO
PRESAGIO
El canto melancólico de un gallo a la distancia, es igual que el
olor de las rosas al atardecer, se levantan como nubes de aceros
los temores. Del otro lado del auricular, la madre bañada en llanto,
recibe la trágica noticia de que su raíz iba lentamente desapareciendo
en las torrentes aguas del crepúsculo.
Vuelve a cantar el gallo, mas no de tristeza, ya los nardos se vistieron
de orquídeas, ya las mariposas agitan sus alas hacia el imaginario horizonte
de las palabras. La madre aun recuerda la triste tonada; las cruces aletargadas inundan de lágrimas memorias pasadas, y en el templo, lo negro es dolor.
El canto melancólico de un gallo a la distancia, es igual que el
olor de las rosas al atardecer, se levantan como nubes de aceros
los temores. Del otro lado del auricular, la madre bañada en llanto,
recibe la trágica noticia de que su raíz iba lentamente desapareciendo
en las torrentes aguas del crepúsculo.
Vuelve a cantar el gallo, mas no de tristeza, ya los nardos se vistieron
de orquídeas, ya las mariposas agitan sus alas hacia el imaginario horizonte
de las palabras. La madre aun recuerda la triste tonada; las cruces aletargadas inundan de lágrimas memorias pasadas, y en el templo, lo negro es dolor.
miércoles, 12 de mayo de 2010
lunes, 26 de abril de 2010
PASARELA DEL CEFALOPODO
PASARELA DEL CEFALOPODO
Arruinar la fiesta no era su intensión, de momento el corredizo se vertía rojo,
quizás verde, los chirridos de los tacones dejaban al descubierto toda la crueldad
de aquellos safaris que masticaron el sol, los colores de las pieles de algunos abrigos adornaban los fríos bocetos de unas modelos flácidas como la delgadez de la noche.
Nunca quiso estar sentado en la primera fila, pero era un compromiso que no debía eludir, la circunstancia estaba dada para que él pudiera parpar, la monstruosidad de aquellas cadavéricas siluetas que frente a él, desvestían las selvas, para llenar de ego, el torso de una humanidad frívola.
Al parecer están imitando a los animales, una cadencia al caminar, una fluidez
al cantar, el corredizo esta lleno de luces, las TOP MODEL en cámara de aire
pretenden contribuir a la implícidad de lo existencial. No ha dicho ni una palabra,
el vómito se acumula en su boca, mientras ellas al caminar por la alfombra van
tiñendo de púrpura las estrellas. Hay gritos en el vestidor, alguien ingirió algunas
calorías demás, sobre todo, las gaseosas son exclusiva del diseñador. Y él, espera ver
colgada de un cuello la próxima especie en extinción, ellas van saliendo una a una dentro de una esfera de humo, las ninfas del ensueño pretenden obviar la libertad. Tanto glamour hace que su piel por momento procure traicionar su afección por los animales.
Quizás todos estén en trances, ellas sean las sicoanalistas, las serpientes, leones, tigres y leopardos, los conejillos de india. Nunca se ha estado mas cerca del infierno, nunca la sangre divirtió tanto a los fantasmas, pero él, callado en su asiento procura desmantelar
el acto ruin de los que vociferan en las gacetas su amor a la hibernación. Tantos colores nauseabundos, tantos sueños de porcelanas, y aun falta el final, las TOP MODEL vuelven de la putrefacción, vuelven al corredizo donde los dioses reventaron de odio. Él se levanta cabizbajo, tanta cólera no cabe en su pecho, mas mientras partía; pudo notar que una lágrima se suicidaba al compás de los aplausos.
Fausto Aybar
Arruinar la fiesta no era su intensión, de momento el corredizo se vertía rojo,
quizás verde, los chirridos de los tacones dejaban al descubierto toda la crueldad
de aquellos safaris que masticaron el sol, los colores de las pieles de algunos abrigos adornaban los fríos bocetos de unas modelos flácidas como la delgadez de la noche.
Nunca quiso estar sentado en la primera fila, pero era un compromiso que no debía eludir, la circunstancia estaba dada para que él pudiera parpar, la monstruosidad de aquellas cadavéricas siluetas que frente a él, desvestían las selvas, para llenar de ego, el torso de una humanidad frívola.
Al parecer están imitando a los animales, una cadencia al caminar, una fluidez
al cantar, el corredizo esta lleno de luces, las TOP MODEL en cámara de aire
pretenden contribuir a la implícidad de lo existencial. No ha dicho ni una palabra,
el vómito se acumula en su boca, mientras ellas al caminar por la alfombra van
tiñendo de púrpura las estrellas. Hay gritos en el vestidor, alguien ingirió algunas
calorías demás, sobre todo, las gaseosas son exclusiva del diseñador. Y él, espera ver
colgada de un cuello la próxima especie en extinción, ellas van saliendo una a una dentro de una esfera de humo, las ninfas del ensueño pretenden obviar la libertad. Tanto glamour hace que su piel por momento procure traicionar su afección por los animales.
Quizás todos estén en trances, ellas sean las sicoanalistas, las serpientes, leones, tigres y leopardos, los conejillos de india. Nunca se ha estado mas cerca del infierno, nunca la sangre divirtió tanto a los fantasmas, pero él, callado en su asiento procura desmantelar
el acto ruin de los que vociferan en las gacetas su amor a la hibernación. Tantos colores nauseabundos, tantos sueños de porcelanas, y aun falta el final, las TOP MODEL vuelven de la putrefacción, vuelven al corredizo donde los dioses reventaron de odio. Él se levanta cabizbajo, tanta cólera no cabe en su pecho, mas mientras partía; pudo notar que una lágrima se suicidaba al compás de los aplausos.
Fausto Aybar
jueves, 8 de abril de 2010
RUMBO SUR
RUMBO SUR I
Es púrpura la noche, hay cantos de atabales en el batey, un olor a sangre se expande entre los cañaverales.
Los ritos milenarios emulan el continuo parpadear de las estrellas.
Los árboles desnudos nos traen sueños infernales, mientras en el camino real hay una luciérnaga que llora irreverentemente al tiempo.
Hay ánimas disecándose entre las hojas del otoño. Sí, porque es púrpura, púrpura la soledad.
Es púrpura la noche, hay cantos de atabales en el batey, un olor a sangre se expande entre los cañaverales.
Los ritos milenarios emulan el continuo parpadear de las estrellas.
Los árboles desnudos nos traen sueños infernales, mientras en el camino real hay una luciérnaga que llora irreverentemente al tiempo.
Hay ánimas disecándose entre las hojas del otoño. Sí, porque es púrpura, púrpura la soledad.
DORMIDO EN PASCUA
DORMIDO EN PASCUA
Aullará seis veces la bestia
ante que la humanidad despierte
de esta pesadilla iracunda.
Seis gotas de sangre mancharan
de odio el oasis de los peregrinos
del silencio, mas seis palabras reventaran
en la soledad de verbo, y una jauría irreverente
se postrara en la piel mutilada.
Y aquí, ángeles crucificados,
pidiendo a voces mirar al suelo
porque sólo el cielo es de Dios.
Sólo el dedal de inmaculada plenitud
puede filtrarse en este prisma de luz.
Aullará seis veces la bestia, mas la horca
no aliviara el alma traicionada.
Seis veces no bastarán para que las manos
limpien este metal corroído,
flagelado, por una oscura voluntad.
Aullarán no se cuantas veces
los hombres, no se si de miedo,
no se si de impotencia, pero aullarán,
aullarán tanto que sólo Dios podrá
percibirlos, mas no indultarlos.
Fausto Aybar
Aullará seis veces la bestia
ante que la humanidad despierte
de esta pesadilla iracunda.
Seis gotas de sangre mancharan
de odio el oasis de los peregrinos
del silencio, mas seis palabras reventaran
en la soledad de verbo, y una jauría irreverente
se postrara en la piel mutilada.
Y aquí, ángeles crucificados,
pidiendo a voces mirar al suelo
porque sólo el cielo es de Dios.
Sólo el dedal de inmaculada plenitud
puede filtrarse en este prisma de luz.
Aullará seis veces la bestia, mas la horca
no aliviara el alma traicionada.
Seis veces no bastarán para que las manos
limpien este metal corroído,
flagelado, por una oscura voluntad.
Aullarán no se cuantas veces
los hombres, no se si de miedo,
no se si de impotencia, pero aullarán,
aullarán tanto que sólo Dios podrá
percibirlos, mas no indultarlos.
Fausto Aybar
! OH POESÍA ¡
¡Oh poesía!
¡Oh poesía!
Tierna y conflictiva poesía,
déjame vestirme de carne,
de carne que se diluye en el tiempo,
déjame romper esta fría e inhóspita
estatua de barro, tan sólo enrédame
en la bella podredumbre del torso lacerado.
!Oh poesía¡
Bella y estrafalaria poesía,
déjame sacar de gorgota tus raíces
déjame ser la sangre que fructifica
las laderas de la tierra envejecida,
tan sólo ahógame en el grito de esta
gárgola enajenada por la utopía.
¡Oh poesía!
Angelical y esquelética poesía,
ven, y rompe esta muralla de olvido,
ven vestida de gloria, pero ven.
Ven vacilante, abnegada, ven entre el lodo
de los rumiantes vespertinos, mancha de un sólo
salivazo la túnica traidora, excomulga a los blasfemos.
¡Oh poesía!
Burocrática y anárquica poesía,
ven, corroe las vísceras de este reloj mugriento,
aniquila este último bastión de oraciones insurrectas,
tan sólo ven, ven en la viscosidad de esta invisible soledad,
pero ven, y has de tu grandeza, la pequeñez
de estos duendes dormidos, de estas mariposas furtivas.
Fausto Ant Aybar.
domingo, 28 de febrero de 2010
EL CONDENADO
EL CONDENADO
La silla esta recién pintada, el carcelero subraya en el calendario; el día 6 del mes de Abril. Hay una jeringa sobre la mesa, alguien la toma, entres los agujeros los rayos de sol imitan la libertad, comienza a circular el veneno entre sus venas, se dilatan sus ojos, el corazón, concéntricamente calla, en el cementerio de la calle del polvo una cruz eructa gloria, el alma despavorida, habitará en otro cuerpo.
Fausto Antonio Aybar
La silla esta recién pintada, el carcelero subraya en el calendario; el día 6 del mes de Abril. Hay una jeringa sobre la mesa, alguien la toma, entres los agujeros los rayos de sol imitan la libertad, comienza a circular el veneno entre sus venas, se dilatan sus ojos, el corazón, concéntricamente calla, en el cementerio de la calle del polvo una cruz eructa gloria, el alma despavorida, habitará en otro cuerpo.
Fausto Antonio Aybar
miércoles, 17 de febrero de 2010
EN LA LUZ DE LA CARNE
EN LA LUZ DE LA CARNE
Bajo esta sombrilla, dos cuerpos,
una lluvia invisible y voraz, las huellas
que ya no están, aletean luciérnagas
y mariposas por no claudicar.
Bajo este cielo, hileras de santos,
enlodando el sendero donde se refugian
los ángeles, dos centuriones dormidos
en la orfandad de la luz
Bajo este carne, una sombra
pintada de asombro, una madre se
arrodilla ante el hijo, una flor
dormida en el libro.
Bajo esta luz, tú, el unicornio
que habita en mis sueños, la muchedumbre
ingerente, imperfecta, quizás yo, diluyendo
el olvido.
Fausto Aybar
Bajo esta sombrilla, dos cuerpos,
una lluvia invisible y voraz, las huellas
que ya no están, aletean luciérnagas
y mariposas por no claudicar.
Bajo este cielo, hileras de santos,
enlodando el sendero donde se refugian
los ángeles, dos centuriones dormidos
en la orfandad de la luz
Bajo este carne, una sombra
pintada de asombro, una madre se
arrodilla ante el hijo, una flor
dormida en el libro.
Bajo esta luz, tú, el unicornio
que habita en mis sueños, la muchedumbre
ingerente, imperfecta, quizás yo, diluyendo
el olvido.
Fausto Aybar
IMPERFECTAMENTE HUMANO
IMPERFECTAMENTE HUMANO
Oxilón, recorrió cincuenta mil años luz, traspasó un centenar de galaxias, estaba exhausto, a la distancia distinguió una esfera líquida, se asomó cautelosamente, él provenía de la undécima nebulosa de Akala. Recorrió minuciosamente cada rincón de aquella esfera líquida, y para su sorpresa, oyó que se llamaba tierra.
Oxilón tenía una encomienda, pero antes debía hacer unas indagaciones sobre sus habitantes, pudo notar que el lugar era de una gran riqueza, tal vez su diseñador tan sólo cometió un error, sus habitantes, ellos se destruían entre hermanos, pudo notar que hombres de guerra recibían papeles de paz, que todos sus conocimientos eran para resguardar sus miedos, más él, en la fluidez del misterio se oculto entre las nubes para huir de la contaminación.
Y para sorpresa de Oxilón, vio que lloraban, y se preguntó, si lloran, ¿por qué matan?, porque para él, la muerte era una imperfección del universo, entonces, se retiró a otra galaxia en busca de un nuevo planeta, porque ya no existía una excusa para la invasión.
martes, 2 de febrero de 2010
DEPUES DE LA MUDEZ
DESPUES DE LA MUDEZ
Oh…… Por favor, por favor detente, vasta ya, no caben más muertos en este lugar agrestes, no cabe más llanto en este cielo de polvo, Sólo ruinas se dibujan en el horizonte, se mezclan con esta miseria, con esta hambruna que recorre vientres, huesos y almas, que se atrinchera en la mudez del desatino.
No, no he ultrajado el verbo, no he recorrido el universo en los brazos de Hércules. Sólo esta imperfección del talón de Aquiles la llevo en mí memoria. Por favor sólo detente; he asimilado la estocada. Excúsame si alguna vez todo este rencor se volvió carne. Ven calma este dolor, bendito sea señor.
(En memoria a los hermanos haitianos)
Fausto Aybar
Oh…… Por favor, por favor detente, vasta ya, no caben más muertos en este lugar agrestes, no cabe más llanto en este cielo de polvo, Sólo ruinas se dibujan en el horizonte, se mezclan con esta miseria, con esta hambruna que recorre vientres, huesos y almas, que se atrinchera en la mudez del desatino.
No, no he ultrajado el verbo, no he recorrido el universo en los brazos de Hércules. Sólo esta imperfección del talón de Aquiles la llevo en mí memoria. Por favor sólo detente; he asimilado la estocada. Excúsame si alguna vez todo este rencor se volvió carne. Ven calma este dolor, bendito sea señor.
(En memoria a los hermanos haitianos)
Fausto Aybar
jueves, 21 de enero de 2010
HAITI VIVE
HAITI VIVE
Hoy hay llanto en la ciudad,
los escombros revisten de dolor
la patria hermana, los niños no volverán
a las escuelas, los enfermos quedaran
enterrado en los hospitales, mas todo
este sonambulismo nos llena de empatía
y fraternidad.
Hoy las lágrimas no tienen idiomas,
no tienen creencias, sólo tienen imágenes
que llenan de tristeza la humanidad.
Hoy la patria llama a sus hijos, sus hijos
aclaman a la bondad del mundo.
Hoy Dios nos ha tocado, ha hecho
una herida en nuestras almas, ha hecho
del dolor una reflexión, del grito un canto.
Hoy serán ruinas, mañana millares de manos
monolíticamente unidas en post de
nuestros hermanos caídos.
Hay una luz que se avista en la oscuridad
un relámpago que recorre nuestros ungidos
rostros, y hoy Haití esta en nuestros labios,
en nuestras sangres, en nuestros sueños.
Vamos levántate hermano que hay mucho
por compartir.
Fausto Aybar
Hoy hay llanto en la ciudad,
los escombros revisten de dolor
la patria hermana, los niños no volverán
a las escuelas, los enfermos quedaran
enterrado en los hospitales, mas todo
este sonambulismo nos llena de empatía
y fraternidad.
Hoy las lágrimas no tienen idiomas,
no tienen creencias, sólo tienen imágenes
que llenan de tristeza la humanidad.
Hoy la patria llama a sus hijos, sus hijos
aclaman a la bondad del mundo.
Hoy Dios nos ha tocado, ha hecho
una herida en nuestras almas, ha hecho
del dolor una reflexión, del grito un canto.
Hoy serán ruinas, mañana millares de manos
monolíticamente unidas en post de
nuestros hermanos caídos.
Hay una luz que se avista en la oscuridad
un relámpago que recorre nuestros ungidos
rostros, y hoy Haití esta en nuestros labios,
en nuestras sangres, en nuestros sueños.
Vamos levántate hermano que hay mucho
por compartir.
Fausto Aybar
NAVIDAD
Navidad
Sólo el viento del otoño
acarician nuestros huesos,
mas cuando me visto de navidad,
santa esta varado entre la eternidad y el tiempo.
Y no se por qué cuando recorro
toda la soledad de estos labios,
hambre y muerte se ciñen en el horizonte
de algunas ciudades pobladas de duendes y fantasmas.
Sólo en nuestros sueños hay senderos sin transitar,
luciérnagas batallando en este mundo de luz artificial,
surcando latitudes para abortar
amores en estado de intoxicación,
más cuando de la tierra aflora una estrella,
canciones y villancicos para quien pretendió
mutilar la navidad.
Fausto Aybar
Sólo el viento del otoño
acarician nuestros huesos,
mas cuando me visto de navidad,
santa esta varado entre la eternidad y el tiempo.
Y no se por qué cuando recorro
toda la soledad de estos labios,
hambre y muerte se ciñen en el horizonte
de algunas ciudades pobladas de duendes y fantasmas.
Sólo en nuestros sueños hay senderos sin transitar,
luciérnagas batallando en este mundo de luz artificial,
surcando latitudes para abortar
amores en estado de intoxicación,
más cuando de la tierra aflora una estrella,
canciones y villancicos para quien pretendió
mutilar la navidad.
Fausto Aybar
sábado, 24 de octubre de 2009
DIALOGO DEL AIRE
Dialogo Del Aire.
Siento que me mira,
que nos conocemos desde
hace un hilar del tiempo,
que corro entre los colores nauseabundos de tu piel,
y tu habitad en las incisiones proliferas de mi olvido.
Siento que me habla,
con esa mudez de siglos,
que me vigila entre las hojas
secas de este otoño furibundo, que voy muriendo
en la filosa oquedad de tu mirada.
Siento como este silencio
nos amarra a la eternidad de un suspiro,
como los restrojos de una historia ensangrentada
nos llama a dilapidar las caricias de estas
calaveras mugrientas.
Siento tanto, que no te siento,
que aunque este aquí, pretendiendo
vigilarme, tan solo ere una imagen
adherida a la pared, regurgitando fantasmas
en mi piel flagelada.
Fausto Aybar
Siento que me mira,
que nos conocemos desde
hace un hilar del tiempo,
que corro entre los colores nauseabundos de tu piel,
y tu habitad en las incisiones proliferas de mi olvido.
Siento que me habla,
con esa mudez de siglos,
que me vigila entre las hojas
secas de este otoño furibundo, que voy muriendo
en la filosa oquedad de tu mirada.
Siento como este silencio
nos amarra a la eternidad de un suspiro,
como los restrojos de una historia ensangrentada
nos llama a dilapidar las caricias de estas
calaveras mugrientas.
Siento tanto, que no te siento,
que aunque este aquí, pretendiendo
vigilarme, tan solo ere una imagen
adherida a la pared, regurgitando fantasmas
en mi piel flagelada.
Fausto Aybar
miércoles, 14 de octubre de 2009
¿Quién esta de visita?
Quién esta de visita?
Alguien abrió la puerta,
aun llueve; en la distancia,
la neblina devora la oscura vastedad,
el viento hurga entre las camas frívolamente desalojadas,
se postra ante este cuerpo vestido de incienso.
A fuera el ladrar de los perros ahuyenta a los duendes espías,
todavía se oye el chirriar de la puerta,
en sus escondrijos se abrigan las salamanquesas,
será que el miedo engrandece a los fantasmas
Alguien abrió la puerta,
aun llueve; en la distancia,
la neblina devora la oscura vastedad,
el viento hurga entre las camas frívolamente desalojadas,
se postra ante este cuerpo vestido de incienso.
A fuera el ladrar de los perros ahuyenta a los duendes espías,
todavía se oye el chirriar de la puerta,
en sus escondrijos se abrigan las salamanquesas,
será que el miedo engrandece a los fantasmas
DIALOGO PARA UN ARREPENTIDO
Dialogo para un arrepentido
Sólo él subió al púlpito, su refinado léxico
envuelto en burbujas de cristal, predecía su
habilidad para hilar los bostezos, los demás
escuchaban.
Sólo el habló de huellas, de senderos, de dedos
abatidos por espinas, de muchedumbre ahogándose
en el vino, del látigo desgarrando la carne,
los demás pensaban.
Él se llenó de cólera, escupió los santos,
abofeteó las vírgenes, tembló el cielo,
se destruyó el púlpito, cayó hincado,
no brotaron plegarias, más todos soñaban.
Sólo él subió al púlpito, su refinado léxico
envuelto en burbujas de cristal, predecía su
habilidad para hilar los bostezos, los demás
escuchaban.
Sólo el habló de huellas, de senderos, de dedos
abatidos por espinas, de muchedumbre ahogándose
en el vino, del látigo desgarrando la carne,
los demás pensaban.
Él se llenó de cólera, escupió los santos,
abofeteó las vírgenes, tembló el cielo,
se destruyó el púlpito, cayó hincado,
no brotaron plegarias, más todos soñaban.
DEFECTO INTERIOR
DEFECTO INTERIOR
Miró Juan hacia el acantilado, el mar aun estaba en calma, parecía
una sabana plateada, buscando entre las frías corrientes de este mar de carne, creyó oír las sirenas que habitaban en la oscuridad
de aquellos galeones invisibles, extendió las manos, y ya no estaban, él se sentó abrumado por la distancia, miró como el mar paria el sol, como la luna volvía de retorno a la liquidez de los sueños; envuelto en la magia de colores nómadas, perplejo por voces agrietadas que aun lo llaman.
Ya Juan no era Juan, era el viento, rebuscaba entre las amorfas olas del tiempo, pretendía ser luz de estas palabras ungidas en sueños, y el mar subió a su boca, tocó su cielo, y Juan ya no era viento, sólo agua muriendo entre los dedos, hiriendo este vasto desierto, que no era mar, que no era viento, sólo un resonar de los muertos.
Miró Juan hacia el acantilado, el mar aun estaba en calma, parecía
una sabana plateada, buscando entre las frías corrientes de este mar de carne, creyó oír las sirenas que habitaban en la oscuridad
de aquellos galeones invisibles, extendió las manos, y ya no estaban, él se sentó abrumado por la distancia, miró como el mar paria el sol, como la luna volvía de retorno a la liquidez de los sueños; envuelto en la magia de colores nómadas, perplejo por voces agrietadas que aun lo llaman.
Ya Juan no era Juan, era el viento, rebuscaba entre las amorfas olas del tiempo, pretendía ser luz de estas palabras ungidas en sueños, y el mar subió a su boca, tocó su cielo, y Juan ya no era viento, sólo agua muriendo entre los dedos, hiriendo este vasto desierto, que no era mar, que no era viento, sólo un resonar de los muertos.
martes, 29 de septiembre de 2009
viernes, 18 de septiembre de 2009
LABERINTOS II
LABERINTOS II
Y vuelvo a despertar entre ellos,
sumergido en la voraz imputación
de sus sueños, albergando disociadas estrofas
de esta sinfónica mudez, porque son ellos,
los laberintos, esos que ahogan ecos, que oxidan
tarjas y murallas.
Laberintos, ya no de lagos de sangre,
sino de mares de huesos, perplejidad
miradas resbalando en la porosidad del olvido,
rayos de polvo surcando quebradas, hiriendo
momias, atizando odios, masticando
las heces del tiempo.
Y quisiera salir de este embrión
de gárgola disecada, emerger en la liquidez
de estos espejos que derrotaron fantasmas, y romper
con esos laberintos, que desterraron el sueño,
que hicieron de mi el hombre imperfecto.
Fausto Aybar
Y vuelvo a despertar entre ellos,
sumergido en la voraz imputación
de sus sueños, albergando disociadas estrofas
de esta sinfónica mudez, porque son ellos,
los laberintos, esos que ahogan ecos, que oxidan
tarjas y murallas.
Laberintos, ya no de lagos de sangre,
sino de mares de huesos, perplejidad
miradas resbalando en la porosidad del olvido,
rayos de polvo surcando quebradas, hiriendo
momias, atizando odios, masticando
las heces del tiempo.
Y quisiera salir de este embrión
de gárgola disecada, emerger en la liquidez
de estos espejos que derrotaron fantasmas, y romper
con esos laberintos, que desterraron el sueño,
que hicieron de mi el hombre imperfecto.
Fausto Aybar
martes, 25 de agosto de 2009
Imperfecciones
IMPERFECCIONES
Un día irrumpió el llanto en tus ojos
se acercó a la palabra
brotaban deformaciones de nuestros labios,
cuan cauto es el silencio cuando se mece
en la melodía del inconcluso.
Un día coqueteaba con la muerte,
de cruces se llenaron mis letras y mi futuro,
que insensible son los fantasmas
cuando se trata del olvido
inmisericorde de las mariposas.
Un día me paseaba por la ternura de los desterrados,
coincidí con la tristeza,
se desnudaron los ademanes,
cuan feroz es el hambre
cuando nos acarician las lentejuelas
Un día irrumpió el llanto en tus ojos
se acercó a la palabra
brotaban deformaciones de nuestros labios,
cuan cauto es el silencio cuando se mece
en la melodía del inconcluso.
Un día coqueteaba con la muerte,
de cruces se llenaron mis letras y mi futuro,
que insensible son los fantasmas
cuando se trata del olvido
inmisericorde de las mariposas.
Un día me paseaba por la ternura de los desterrados,
coincidí con la tristeza,
se desnudaron los ademanes,
cuan feroz es el hambre
cuando nos acarician las lentejuelas
domingo, 19 de julio de 2009
BOCETO
Boceto
Dejad que el carbón
habite mi piel, que navegue
entre las Hordas sigilosas de estos
espejos lacerados por el tiempo.
Dejad que las arrugas
profanen bellas metáforas,
que las lágrimas se vistan al compás
de los recuerdos.
Dejad que hieran mis sueños,
el bramar de los arco iris al tocar mi voz,
que una luz se filtre en la oscura claridad,
y yo despierte como un boceto, arrugado y muerto.
Por favor dejad,
dejadme en posición prenatal
injuriando los fantasmas
de estas paginas blancas.
Fausto Aybar
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